En la era de la conectividad, el recurso más valioso del mundo ya no es el petróleo: son los datos. Y las inversiones estratégicas en infraestructuras de centros de datos son, en última instancia, una fuente de diferenciación.
Con el aumento del consumo de energía y las necesidades de cumplimiento, los centros de datos deben ser seguros, resilientes y eficientes. Por eso, las tecnologías contra incendios y de seguridad deben estar a la altura de las nuevas exigencias.