El apagón que afectó a gran parte del país el pasado lunes no solo generó molestias cotidianas en hogares y oficinas, sino que puso en jaque a sectores estratégicos cuya operación depende de forma crítica de una fuente de energía estable y continua. Este tipo de eventos no solo representan un reto técnico, sino también una prueba de fuego para los planes de continuidad operativa, las capacidades de respuesta y la resiliencia organizacional de los data centers.

En este contexto, hablamos con Nacho Velilla, CEO de Templus, para conocer cómo enfrentaron este desafío desde sus distintos data centers. Además de esto, el directivo arroja luz sobre un tema de fondo: la fragilidad de nuestra infraestructura energética frente a una demanda creciente y un sistema de generación y transporte que necesita urgentemente reforzarse para acompañar la transición hacia fuentes renovables.

¿Cómo enfrentaron el apagón de ayer en sus diferentes data centers?

En Templus enfrentamos el apagón del pasado lunes activando inmediatamente nuestros sistemas de respaldo. Nuestros centros de datos están equipados con generadores de emergencia y sistemas de alimentación ininterrumpida (UPS) que nos permitieron mantener la operatividad y minimizar el impacto en nuestros servicios. Además, nuestro equipo técnico estuvo en constante monitoreo para asegurar la estabilidad y seguridad de nuestros datos.

¿Qué protocolos de contingencia se activaron y qué tan efectivos resultaron?

Activamos nuestros protocolos de contingencia que incluyen la utilización de generadores de respaldo, UPS, y la implementación de procedimientos de emergencia para la gestión de la carga y la protección de datos. Estos protocolos resultaron altamente efectivos, permitiéndonos mantener la continuidad operativa y asegurar la integridad de la información crítica. La rápida respuesta y coordinación de nuestro equipo fueron clave para superar la situación sin mayores inconvenientes y garantizando la continuidad en la reposición de los depósitos de gasoil en una situación que se prolongó tantas horas.

¿Realizaron alguna prueba de estos sistemas recientemente antes del apagón?

Sí, realizamos pruebas periódicas de nuestros sistemas de contingencia para garantizar su eficacia. La última prueba se llevó a cabo hace dos semanas, donde simulamos un escenario de fallo eléctrico y evaluamos la respuesta de nuestros sistemas de respaldo. Estas pruebas nos permitieron identificar y corregir posibles deficiencias, asegurando que estuviéramos preparados para cualquier eventualidad.

¿Qué cambios prevén implementar como consecuencia de este evento? ¿Se plantean reforzar su infraestructura energética, mejorar planes de continuidad del negocio o cambiar proveedores de energía?

Como consecuencia del apagón, estamos evaluando varias medidas para reforzar nuestra infraestructura energética. Entre ellas, consideramos la instalación de sistemas de almacenamiento de energía adicionales, la mejora de nuestros planes de continuidad del negocio, y la revisión de nuestros contratos con proveedores de energía para asegurar una mayor fiabilidad. También estamos explorando la posibilidad de integrar fuentes de energía renovable para diversificar nuestras opciones y reducir la dependencia de la red eléctrica.

¿Qué lecciones aprendieron en Templus tras lo ocurrido?

La principal lección aprendida es la importancia de estar siempre preparados para situaciones imprevistas. La eficacia de nuestros protocolos de contingencia y la capacidad de nuestro equipo para manejar la crisis nos han demostrado que la planificación y las pruebas regulares son esenciales. Además, hemos identificado áreas donde podemos mejorar, como la comunicación interna y la coordinación con proveedores externos.

Y como país, ¿qué podemos aprender?

Como país, podemos aprender la importancia de invertir en una infraestructura energética robusta y diversificada. Este evento ha resaltado la necesidad de mejorar la resiliencia de nuestra red eléctrica y de desarrollar planes de contingencia más efectivos. También es crucial fomentar la colaboración entre el sector público y privado para asegurar una respuesta coordinada ante emergencias.

Nuestra red de transporte, propiedad de REE, debe ser reforzada para garantizar que no vuelva a existir un problema como el actual, donde previo al corte pudimos identificar armónicos muy fuertes provenientes del suministro eléctrico y que probablemente fueron parte de la causa del problema. Somos un país con mix de generación solar y eólica muy alto y la red debe ser capaz de asumir esta generación y su transporte a las zonas donde sea necesario. Hoy sabemos que la red no está preparada y debería existir un plan de acción que mejore sustancialmente nuestra red de transporte nacional fuera de los planes quinquenales existentes.

¿Cómo evalúan la coordinación con las autoridades o proveedores eléctricos durante la emergencia?

La coordinación con las autoridades y proveedores eléctricos es fundamental durante una emergencia y en muchos momentos estuvimos totalmente huérfanos de información por parte de las eléctricas y autoridades. Aún con estos desafíos iniciales, la comunicación y colaboración mejoraron significativamente a medida que avanzaba la situación y se disponían de algunos datos más. Apreciamos los esfuerzos de las autoridades para restablecer el suministro eléctrico y estamos comprometidos a trabajar juntos para mejorar la respuesta ante futuras crisis que esperamos no vuelvan a suceder.