Con la guerra entre Rusia y Ucrania en pleno apogeo, me gustaría señalar un frente cibernético que se había estado formando en línea mucho antes de que las tropas rusas cruzaran la frontera. Incluso en los meses previos al estallido de la guerra, los sitios web ucranianos fueron atacados y alterados para mostrar mensajes amenazantes sobre la próxima invasión.
Después de que comenzara la invasión, el colectivo de piratas informáticos Anonymous declaró una guerra cibernética contra Rusia y lanzó una andanada de ataques, siendo los medios estatales rusos el objetivo principal. Así que podemos ver la guerra cibernética en acción con nuevos tipos de malware inundando ambos países, miles de sitios colapsando bajo ataques DDoS (denegación de servicio distribuido) y hacktivismo prosperando en ambos lados de las barricadas.
Los métodos de la guerra cibernética
En la última década, la cantidad de tiempo que las personas pasan en línea ha aumentado drásticamente. La investigación realizada por NordVPN ha demostrado que los estadounidenses pasan alrededor de 21 años de sus vidas en línea. Con nuestra vida tan dependiente de Internet, las guerras cibernéticas pueden causar daños muy reales. Algunos de los objetivos que los "soldados" en línea están tratando de alcanzar incluyen:
Sabotaje y terrorismo
La intención de muchas acciones de guerra cibernética es sabotear y causar daños indiscriminados. Desde desconectar un sitio con un ataque DDoS hasta desfigurar páginas web con mensajes políticos, los terroristas cibernéticos lanzan múltiples operaciones cada año. Un evento que tuvo el mayor impacto ocurrió en Turquía cuando los piratas informáticos iraníes lograron desconectar la red eléctrica durante alrededor de doce horas, lo que afectó a más de 40 millones de personas.
Espionaje
Si bien el espionaje cibernético también ocurre entre corporaciones, con jugadores que compiten por patentes e información confidencial, es una estrategia esencial para los gobiernos que participan en guerras encubiertas. Los servicios de inteligencia chinos son señalados regularmente como los culpables de tales operaciones, aunque siempre niegan las acusaciones.
Activismo civil (hacktivismo)
La creciente tendencia del hacktivismo ha visto a ciberactivistas civiles enfrentarse a gobiernos y autoridades de todo el mundo. Un ejemplo de hacktivismo es Anonymous, un grupo que se ha atribuido la responsabilidad de ataques a agencias gubernamentales en los EE.UU. En 2022, Anonymous inició una campaña cibernética dirigida contra Rusia después de que invadiera Ucrania en un intento de interrumpir los sistemas gubernamentales y combatir la propaganda rusa.
Propaganda y desinformación
En 2020, se descubrió que 81 países habían utilizado alguna forma de manipulación de las redes sociales. Este tipo de manipulación generalmente fue ordenado por agencias gubernamentales, partidos políticos o políticos. Tales campañas, que involucran en gran medida la difusión de noticias falsas, tendían a centrarse en tres objetivos clave: distraer o desviar las conversaciones de temas importantes, aumentar la polarización entre grupos religiosos, políticos o sociales, y suprimir los derechos humanos fundamentales, como el derecho a la libertad de expresión o la libertad de información.
El futuro de la guerra cibernética
Los gobiernos, las corporaciones y el público deben comprender este panorama emergente y protegerse cuidando su seguridad física y ciberseguridad. Desde los ataques cibernéticos masivos de la Guerra Ruso-Georgiana de 2008 hasta el ataque cibernético que enfrenta Ucrania hoy, este es el nuevo campo de batalla para los conflictos civiles e internacionales.
Predigo que, en el futuro, la guerra cibernética se convertirá en el principal escenario de guerra para las superpotencias mundiales. También creo que las células terroristas pueden centrar sus esfuerzos en atacar la infraestructura civil y otras redes de alto riesgo: los terroristas serían aún más difíciles de detectar y podrían lanzar ataques en cualquier parte del mundo. Por último, creo que el activismo se volverá más virtual y permitirá a los ciudadanos pedir cuentas a las grandes autoridades gubernamentales, aflojando el dominio que tienen regímenes como Corea del Norte y Rusia sobre el flujo de información.
Una persona normal no puede hacer mucho para luchar en una guerra cibernética o para protegerse de las consecuencias. Sin embargo, educarse, prestar atención a la fiabilidad de las fuentes de información y mantener una actitud crítica con todo lo que lee en línea podría ayudarlo a aumentar su conciencia y sentirse menos afectado por la propaganda.