Bajo el título "Inteligencia Artificial, Datos y Energía en Asturias" se enmarca el nuevo informe publicado por la Fundación Asturiana de la Energía que analiza cómo la creciente demanda de energía por parte de los data centers y las aplicaciones de inteligencia artificial afectarán el balance energético de la región. El estudio aborda las necesidades energéticas que surgen con la expansión de estas tecnologías y su impacto potencial en la transición hacia las energías renovables.
El documento destaca que el consumo global de electricidad asociado a la IA podría alcanzar hasta el 25% del total mundial para 2030. En el caso de Asturias, la implementación de data centers o IA provocaría un aumento considerable en la demanda energética, impulsando la inversión en energías renovables y la optimización de las redes eléctricas. Además, se contempla la reconfiguración del mix energético regional y el desarrollo de comunidades energéticas locales.
Tal y como reflejan las páginas del estudio, el impacto directo en el consumo energético en la actividad se puede ejemplificar con las siguientes cifras:
- El entrenamiento de herramientas de IA requiere una gran cantidad de información albergada en data centers, lo que consume mucha energía
- El funcionamiento de ChatGPT podría llegar a consumir 564 MWh de electricidad al día
- Si cada búsqueda de Google utilizara IA, se necesitarían unos 29,2 TWh de energía al año (unos 80 GWh diarios), equivalente al consumo anual de electricidad de Irlanda
- Un solo centro de datos consume el equivalente a un rascacielos de 40 plantas
"La implantación de un centro de IA en Asturias probablemente llevaría a un aumento en la demanda energética, pero también podría catalizar una transición más rápida hacia fuentes de energía renovables y sistemas de gestión energética más eficientes. Esto podría resultar en un mix energético regional más diversificado y sostenible a largo plazo", destacan.
Balance de electricidad con la implantación de un gran CPD. Fuente: FAEN
Desde FAEN enumeran una serie de conclusiones entre las que se encuentran:
- El incremento de la generación renovable en la región no llega a satisfacer la demanda eléctrica prevista.
- La inclusión de nuevos proyectos industriales o de servicios requiere de una mayor aportación de renovables para garantizar que pueda realizarse una producción descarbonizada acorde a la demanda internacional de productos y servicios.
- Ante la tendencia creciente de la firma de contratos bilaterales PPA, la competencia por la adquisición de energía renovable regional puede influir en la garantía de descarbonización de actividades dentro de la región.
- Tanto el incremento de la demanda como de la generación apuntan una necesidad creciente de infraestructuras (redes de transporte y distribución, centros de transformación, almacenamiento,..).
- La oportunidad de aprovechar las infraestructuras existentes debe compatibilizarse con la extensión de las mismas.
- En todos los escenarios, el desarrollo de soluciones que cuenten con la IA como apoyo es esencial para tomar decisiones y adelantarse en la planificación a las necesidades que surjan.