Por todos es conocido el devastador incendio acaecido en OVHCloud que acabó con SBG2 en Estrasburgo en marzo de 2021. El data center de La Punta en Argentina sobrevivió a un incendio en una subestación el año pasado y también se produjo el incendio de un generador en el centro de datos de WebNX ubicado en Ogden (Utah). Si bien afortunadamente estos ejemplos se pueden contar con los dedos de una mano, los data centers, como instalaciones críticas para el desarrollo y funcionamiento de la economía digital, deben tener asegurada su operatividad y resulta fundamental contar con unas buenas prácticas, sistemas de detección y extinción de incendios, así como un protocolo de actuación. El hecho de que sean poco probables no significa que no puedan suceder. El calor, el humo y el agua pueden dañar el equipamiento de TI y las reparaciones pueden llegar a ser muy costosas.

Los causantes de un incendio

La seguridad contra incendios es una de las preocupaciones de los proveedores de data centers. Estos pueden venir provocados por diversos favores, tanto internos como externos. Cortocircuitos, sobrecalentamiento del cableado o de los equipos, falta de mantenimiento, poca vigilancia, caída de rayos, las baterías de litio, entre otras muchas, son las causas principales que los originan. Por eso los data centers deben diseñar cuidadosamente sus sistemas de prevención y extinción de incendios.

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“El tema de los incendios en centros de datos es sumamente relevante y complicado de detectar si no se tienen los sistemas adecuados ya que la presencia de humo suele ser imperceptible al ojo humano cuando se trata del calentamiento de cables”, asegura a DCD, Pablo Nery, Territory Manager Fire Protection, Smart Infrastructure Building Products de Siemens.

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Pablo Nery, Siemens

Retomando el ejemplo de OVHCloud, aunque todavía se desconoce la causa definitiva del incendio, todo apunta a que puede haber sido provocado por la humedad alrededor de los inversores en una sala de energía, según un informe publicado por el investigador de accidentes francés BEA-RI. Pero, además, el servicio de bomberos de Bas-Rhin ha informado que este data center no tenía un sistema automático de extinción de incendios ni un interruptor de corte eléctrico general. La instalación tenía un techo de madera clasificado para soportar el fuego durante solo una hora y un diseño de enfriamiento gratuito que creaba "chimeneas" que aumentaban la ferocidad del fuego.

Y no solo esto, sino que también se han destacado algunas cuestiones de diseño y operación entre los numerosos clientes y socios del ecosistema de OVHcloud: la falla de una UPS y otro factor fue que SBG2 no tenía un sistema VESDA (aparato de detección de humo muy temprano) ni un sistema de extinción de incendios con agua o gas.

En este punto, cabe preguntarse si es fácil que pueda ocurrir un incidente de este tipo. Aunque son poco frecuentes, los incendios pueden producirse. Según la base de datos del Uptime Institute, que documenta más de 8.000 incidentes anómalos desde 1994, solo se han notificado 11 incendios en data centers hasta el año 2021. Esto supone una media menor a 0,5 accidentes al año. “La mayoría de las causas de los incendios en equipos informáticos se deben a errores humanos, como la sobrecarga de las regletas de enchufes o la exposición accidental de materiales altamente inflamables”, afirma Juan Romero, Operations Director, Iberia de Equinix.

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Juan Romero, Equinix.

“A pesar de tratarse de un problema que es muy atípico, en Equinix implementamos algunas de las mejores prácticas probadas, especialmente en el ámbito de la prevención y extinción de incendios, para aumentar la integridad y seguridad operativa de nuestros data centers. Entre ellas se encuentra el despliegue de sistemas VESDA y la verificación periódica de equipamiento en base a un exhaustivo programa de mantenimiento preventivo y predictivo”.

Pablo Nery de Siemens argumenta que cada vez se producen menos incendios “debido a la correcta integración no solo de sistemas de protección contra incendios, sino también a los sistemas de HVAC de precisión que se encargan de mantener una temperatura y humedad controlada lo cual reduce el fenómeno de sobrecalentamiento”.

Por su parte, Carlos Garrido, Director de Desarrollo de Negocio en Cottés, nos indica que “aunque la frecuencia de incendios severos es relativamente pequeña, sin embargo, el coste de un siniestro fuerte en este tipo de establecimientos es enorme, tanto a nivel de los propios equipos, como sobre todo en lo que se refiere a la disponibilidad y continuidad del servicio. En este aspecto cobra importancia el criterio de la compañía aseguradora, que considera la combinación de probabilidad y severidad como criterio a la hora de clasificar sus riesgos”.

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Carlos Garrido, Cottés

¿Cómo protegerse contra un incendio?

Las medidas de protección contra incendios pueden dividirse en medidas pasivas y medidas activas, de acuerdo con el documento Fire Protection in Data Centers elaborado por Siemens. La mayoría de las medidas de protección pasiva están relacionadas con la estructura del edificio, los métodos de construcción y los materiales utilizados para que un edificio sea tan resistente al fuego como lo exigen las circunstancias locales, mientras que las medidas activas tienen por objeto evitar el inicio y la propagación del fuego y el humo.

La prevención es la mejor estrategia. Teniendo esta premisa sobre la mesa, el despliegue de sistemas VESDA, ayuda en la detección temprana de humos por aspiración. “Se trata del primer dispositivo, y el más sensible, dentro de las salas técnicas de los centros de datos que detecta y avisa de un posible fuego. Analiza continuamente las partículas del aire enviando una señal de aviso o un disparo de actuación en caso de localizar humo en la sala”, explica Carlos Muñoz, Facility Manager de Interxion España. El experto indica que no es un sistema que sustituya el de supresión, sino que es complementario, ya que está dedicado por completo a la detección.

“Sin embargo, es posible utilizarlo como parte del sistema de supresión si se decide eliminar los detectores ópticos de humo. Esta configuración es la que hemos instalado en nuestros centros de datos más modernos, MAD3, donde es el único elemento que envía señal de activación al equipo de supresión (gas NOVEC) de disparo”, continúa Muñoz. Pero en los data centers más longevos, “el VESDA es un sistema de detección complementario al de extinción en el que su papel es solo “avisar”, mientras que en instalaciones más modernas se pueden eliminar los clásicos detectores de humo ópticos y es el VESDA el que dispara la extinción eliminándose un elemento en la cadena de detección-extinción”.

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Carlos Muñoz, Interxion

Además, VESDA está monitorizado las 24 horas de los 7 días del año al estar integrado en su sistema BMS. En caso de activación, se genera una alarma que automáticamente es recibida por todos los equipos de vigilancia dentro del centro de datos (equipos de Facility, seguridad y ECC).

Juan Romero de Equinix, apunta a sistemas automatizados de apagado y extinción de incendios que detectan el humo y el calor y evitan que las llamas se propaguen. Por ejemplo, explica que las baterías de iones de litio pueden llegar a constituir un riesgo de incendio en sistemas, así que para mitigar un posible accidente la batería realiza una supervisión interna celda por celda, que corta su alimentación si se produce un calentamiento. Ligereza, mayor densidad energética, no requieren mantenimiento apenas, rapidez más alta de carga, mayor autonomía o una vida útil más larga son las ventajas de las baterías de litio. Las razones más habituales por las que se producen incendios con su uso son la sobrecarga eléctrica durante las fases de carga y descarga, cortocircuitos, sobrecalentamiento o fuga térmica por envejecimiento en las celdas. A todos ellos hay que agregar que el propio litio es un metal inflamable, dúctil y ligero.

“De cara al futuro, nuestra inversión en nuevas infraestructuras y en mejorar las ya existentes tiene como uno de sus principales objetivos desarrollar los sistemas contra incendios. De esta manera, se minimizan los riesgos y se mejora la detección temprana de cualquier incidencia, logrando así evitar grandes pérdidas de información y, en consecuencia, daños económicos provocados por la paralización de la actividad. Tal y como ya he mencionado, una parte de estas inversiones está orientada a la mejora de los programas de mantenimiento de nuestras infraestructuras en base al análisis predictivo, añadiendo así una capa adicional de seguridad”, concluye Juan Romero.

Por su parte, Carlos Garrido de Cottés dice que aunque la protección contra incendios debe ser un traje a medida del establecimiento, también se presentan rasgos comunes que definen los criterios fundamentales. “Se debe prestar atención a la sectorización de recintos, es decir, la capacidad de disponer de cerramientos resistentes al fuego durante un tiempo determinado, que evitan que el incendio de una sala UPS, por ejemplo, se transmita rápidamente a otras dependencias”, expresa el directivo. A lo que agrega que todavía se puede hacer más en términos de protección contra incidentes de este tipo sobre todo en cuanto a la concienciación y la formación en materia de seguridad contra incendios, a todos los niveles (legal, inversor y de usuario) permitirá dar niveles de seguridad cada vez más altos.

Continuando con la prevención como principal aliada, Pablo Nery de Siemens cuenta que esta se logra instalando sistemas que cumplan con los listados y normativas vigentes como por ejemplo, UL, NFPA, EN54, VdS. “Debido a la importancia de un Data Center en la operación actual es importante contar con sistemas direccionables en el caso de los sistemas de alarma y detección, sistemas very early warning fire detection (sistemas de aspiración); en el tema de supresión existen muchos tabúes, sin embargo, el uso de agentes limpios se ha vuelto muy popular, por ejemplo, el uso de NOVEC, ECARO-25, Inergen”.

Existen otras alternativas como el uso de agua nebulizada o sistemas híbridos los cuales también son muy efectivos e incluso el uso de sistemas de rociadores en modo preacción; la utilización de cada una de estas tecnologías dependerá del usuario final, el uso correcto de las normas por parte del diseñador así como la criticidad del mismo data center.

Los sistemas de agua nebulizada tienen como particularidad el hecho de que dispersan el agua en partículas con un diámetro extremadamente pequeño. El agua sale con gran velocidad, lo que permite que estas alcancen grandes distancias, permitiendo disminuir el calor. Además, sus pequeñas gotas no dañan el hardware ni los materiales que hay alojados en la infraestructura.

Es en este punto donde destaca el ejemplo de Marioff con su sistema HI-FOG, lanzado en 1991. Tiene la capacidad de controlar y suprimir los incendios mediante la descarga de una fina niebla de agua, que utiliza mucha menos agua que un sistema de rociadores convencionales, a gran velocidad y es adecuado para la mayoría de las aplicaciones en tierra y mar.

“Actualmente aún se siguen utilizando gases limpios y sistemas de agua tradicionales para la extinción, pero Marioff ha puesto sobre la mesa una tecnología alternativa con un bajo consumo de agua y rápida puesta en modo operativo después de una posible descarga. Todo esto minimizando las falsas descargas y los posibles daños, manteniendo el sistema de protección contra incendio “activo” en todo momento”, explica Isabel Díez, Sales Manager, Land Sales Channels de Marioff, a DCD.

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Isabel Díez, Marioff

También es importante contar con detectores de humo en techos y bajo el suelo técnico, videovigilancia y personal de seguridad in situ 24x7, gestión del edificio y monitorización de alarmas mediante BMS, acceso restringido solo a personal autorizado, además de contar con una climatización redundante con control de humedad relativa y monitorización de la temperatura como otros de los mecanismos contra incendios.

Y cuando ya ha sucedido el incendio, ¿qué?

Un incendio puede provocar la pérdida de información alojada en los servidores, daños personales y reputacionales, además de suponer un perjuicio económico que pongan en peligro la supervivencia de la compañía. Por ello, es clave tener una estrategia de recuperación de desastres (disaster recovery, en inglés), que permita mantener o reanudar con celeridad las funciones de misión crítica tras la interrupción.

Desde Siemens indican que de media, la pérdida financiera provocada por paros severos es de 7.300 dólares por minuto. “Las estadísticas muestran que el 6% de las fallas en infraestructura en centros de datos están relacionadas con incendios, y de esas compañías golpeadas por un evento de incendio mayor, más del 70% son forzadas a suspender su negocio por un periodo de tres años”, apuntan desde la compañía.

El proceso conlleva tener una copia de seguridad o respaldo físico separado del resto de la infraestructura para restaurar las operaciones. De esta manera se replican todos los datos y el procesamiento de la información de una organización en otra ubicación, por lo que si los servidores sufren una caída se pueden recuperar los datos perdidos desde otro lugar, donde se realiza la copia de seguridad.