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Explorando la dinámica de la infraestructura de red del centro de datos

La demanda de ancho de banda, capacidad y menor latencia va en aumento, a lo que hay que sumar la migración a mayores velocidades de red, que pone a prueba la capacidad de los Data Centers de adaptarse y sobrevivir a estas necesidades.

La óptica de 100G está llegando al mercado de forma masiva y se espera que este año llegue a 400G. Sin embargo, el tráfico de datos continúa aumentando y la presión sobre los Data Centers no hace más que aumentar. Es en este punto donde surge el interrogante de qué acciones está poniendo en marcha la industria para prepararse de cara a estos cambios y evolución de los estándares y regulaciones en un contexto en el que las proyecciones del sector prevén que la óptica de 800G será necesaria en los próximos dos años.

Para tratar de responder a estas y otras cuestiones, hemos preguntado a Nicanor Ruiz, Director Of Technology de Fiber Broadband Association LATAM Chapter; Antonio Oribio, Connectivity Manager, Edge Data Centers de MTP; y a Hugo Nava, Open Networks CoE Director/LATAM Head of Network Services de NTT Data; quienes participarán el próximo 10 de mayo en el Panel - ¿Cómo está la industria planificando sus redes con visión de futuro para dar el salto a 400G y 800G?

El primer punto es conocer cómo el sector está planificando sus redes y prepararse para 400 y 800G. Para Hugo Nava de NTT Data, “tanto los centros de datos, como las redes mismas empiezan a evolucionar a nivel de capacidades y sobre todo granularidad, considerando no solo la tubería sino cómo hacer más eficiente la gestión y administración de esta, en un contexto mucho más complejo operacionalmente hablando”. Por ello, esto conlleva a pensar en cómo adaptar las infraestructuras actuales para hacerlas más flexibles, automáticas y resilientes. Sobre este punto, Nicanor Ruiz de Fiber Broadband Association LATAM Chapter, es aquí donde introduce la fibra óptica y su gran relevancia, “ya que debe de permitir una conectividad entre las diferentes capas o niveles de infraestructura en el centro de datos, desde la capa de servidores, switches, routers y puntos de interconexión”.

Este salto de velocidades es, según Antonio Oribio de MTP: “Una transformación a infraestructuras más rápidas y escalables con conectividad de alta capacidad en tiempo real que son esenciales para mantenerse al día respecto al incremento de usuarios, dispositivos y aplicaciones”. Mientras que Hugo Nava habla de que este salto es una oportunidad enorme y a su vez una complejidad más grande: “Realmente el “driver” no es que las redes vayan a 400G u 800G, sino la tendencia de inmediatez que la economía 4.0 trae consigo, las aplicaciones y servicios cada vez más digitales impulsan que las capacidades de procesamiento estén cada vez más cerca a los usuarios. Esto empuja a que los centros de datos se vuelvan la nueva joya de la corona, pero en una jerarquía menos centralizada, hasta el punto de que cada punto de presencia sea un espacio tentativo para equipar capacidades de cómputo, lo cual nos fuerza a contener grandes capacidades de agregación de información impulsando la necesidad de 400G u 800G”.

Cuando se alcancen los 800G, el mundo experimentará una serie de cambios: un mundo hiperconectado, eficiencia en la transferencia de datos, almacenamiento en la nube, 5G, IoT, inteligencia artificial, aprendizaje automático, sensible reducción de CAPEX en su instrumentación, así como en los gastos de operación, enumera Antonio Oribio.

Pero alcanzar este nuevo hito de velocidad y baja latencia implica una serie de desafíos a los que la industria deberá hacer frente. Por su parte, el experto de MTP considera que será crecer en infraestructura Edge, contar con servidores procesando altas demandas de tráfico, a diseñar e implementar equipos modulares y escalables, aumentar eficiencia PUE, gestionar en tiempo real, SLA con alta disponibilidad. El directivo de NTT Data también habla de la computación en el borde y la descentralización y afirma que agrega una complejidad enorme en su gestión, lo cual la simplificación de las operaciones mediante la automatización es un punto relevante de trabajo. “La convivencia entre la conectividad y las aplicaciones de negocio es otro punto para trabajar y gobernar, dentro del mismo plano técnico la seguridad, así como la resiliencia de las arquitecturas son un plano central. Por último y no a nivel tecnológico, el plano del talento será crítico, la industria va a un escenario donde la demanda profesional no está ni cerca de ser respondida por los modelos de formación actuales, sin transformar este tema la tecnología tardará en llegar”, concluye Hugo Nava. Mientras que Nicanor Ruiz, al hablar de desafíos va más hacia la transformación en el diseño de arquitectura de cableado interno, ya que ahora tendrán que hacer un cableado óptico con elementos que garanticen el performance y los presupuestos ópticos calculados para los diferentes niveles en la arquitectura. Se requerirá capacitación para tendido de cableado óptico, capacitación en operación, soporte y mantenimiento.

Hay muchas más cuestiones que han de ser contestadas, pero para ello habrá que esperar al próximo día 10 de mayo, durante la celebración del evento DCD>Networking Tech, donde nuestros invitados seguirán arrojando luz acerca de este salto a mayores velocidades.

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