5G y Edge ya son una realidad. Mientras que la red 5G “Non Stand Alone” está ya desplegada en la práctica totalidad de la población, el despliegue “Stand Alone” requerirá de más tiempo para cubrir toda la geografía y será implementado en función de la evolución de la demanda del mercado. Por su parte, en lo que respecta al Edge, ya existen nodos sobre los que se han desplegado los primeros casos de uso con clientes reales, y donde se están desplegando pilotos que permitan probar todo el potencial que esta tecnología puede desarrollar.
Jorge Román, CEO de Transparent Edge Services, hace una apreciación en lo que atañe al Edge: “Es importante destacar que antes de esta fase de impulso al edge computing ya existían las CDN, que son plataformas en el edge que reducen el ancho de banda y la latencia y mejoran el rendimiento de las aplicaciones web. El problema que vemos en Europa es que las CDN europeas somos pocas y debemos trabajar para constituirnos como alternativa real a las estadounidenses”.
Se suele hablar de ambas tecnologías al mismo tiempo. Las redes de quinta generación suponen una mejora en la velocidad y una menor latencia de las comunicaciones, mientras que la computación en el borde permite aprovechar las bondades del 5G, procesando todos los datos dentro de la propia red. El Edge es, en opinión de Pablo Casado de las Heras, Head of Global Data Center & Core Sites de Telefónica, “poner capacidades IT distribuidas que permitan al usuario final disfrutar de aplicaciones de uso que demanden una latencia muy baja (<10 ms). Obviamente el usuario final podrá disfrutar de estas aplicaciones conectándose vía fijo o móvil para lo cual necesitaremos tecnologías de fibra en la parte fija y tecnologías 5G para la parte móvil”. Aunque estas dos tecnologías pueden ir por separado, comenta el directivo que la sociedad va a demandar que ambas tecnologías se desarrollen para conseguir la excelente experiencia de usuario.
Resultado del trabajo del Edge y el 5G se pueden encontrar numerosos casos de uso en diferentes sectores, ha abierto un mundo de posibilidades para el desarrollo de aplicaciones de baja latencia: industria 4.0, smart cities, realidad aumentada, gaming, movilidad, entre muchos otros.
La colaboración de ambas tecnologías se traduce en una mejor experiencia de usuario. “La posibilidad de tener capacidades IT distribuidas que nos aporten latencias tan bajas abre frente a nosotros una experiencia de usuario increíble tanto a nivel de B2C como de B2B. En definitiva, y solo a modo de ejemplo, pensar en todo lo relacionado con el “gaming” (B2C) tanto desde casa (fijo) como desde el móvil (5G) o a nivel de empresas (B2B), abre la posibilidad de tener redes privadas que nos permitan tener un control total sobre nuestro negocio”, expresa Pablo Casado.
“Los usuarios percibirán que todos los servicios que anteriormente tenían un retardo, como era la carga de las webs o la recolección de datos pasan a ser prácticamente inmediatos. Todos los procesos que seguían el flujo clásico de “envío de petición → procesamiento en servidor → recepción de respuesta” se beneficiarán del menor tiempo de latencia y de la ejecución de procesos en el edge. A nivel de proveedor, el procesamiento de la información lo más cerca posible del usuario hace que el tráfico no tenga que ir hasta los Data Centers tradicionales a procesar el dato, lo que trae una optimización del consumo en el tráfico de Internet”, concluye Jorge Román.
Ahondaremos más en este tema el próximo 25 de mayo en este debate al que también se unirán José Antonio López, CEO de lyntia; Rafael Serrano, Senior Consultant de Uptime Institute; Markel Gruber, Managing Director de Global Switch; y Federico Ruiz, Head de 5G National Observatory.