Los centros de datos, como industria emergente que hace un uso intensivo de la electricidad, pueden tener un impacto considerable -negativo o positivo- en los futuros sistemas energéticos. Para ser sostenibles desde el punto de vista del sistema energético, los centros de datos no sólo deben ser eficientes desde el punto de vista energético, sino que también deben contribuir a un sistema energético descarbonizado que funcione bien a través de diversas alternativas de integración.

Dado que ya en la actualidad la energía procedente de fuentes renovables es directamente más barata que la generada por medio de combustibles fósiles, se vislumbra como un objetivo a medio plazo el tránsito a un sistema eléctrico cien por cien renovable. Pero dado que esto aún no es una realidad y el mix energético es variado, en principio no es factible para un centro de datos conseguir un suministro de energía totalmente renovable.

Sin embargo, existen varias vías para intentar acercarse lo más posible a este objetivo.

Los Certificados de Energía Renovable (REC) son un producto muy extendido y están diseñados para equiparar el uso de electricidad con el suministro de energía renovable. Su funcionamiento se hace a través del mecanismo conocido como “renewables matching”, consistente en que un consumidor compra una cantidad de REC equivalente a su consumo anual de electricidad, de forma que este consumo se corresponde con una cantidad igual de generación de energía de origen renovable en algún lugar del mundo; lógicamente ésto no significa que la electricidad realmente consumida haya sido generada por fuentes renovables.

Los CER representan un paso útil hacia la descarbonización, pero no son suficientes.

Un PPA (Power Purchase Agreement) es un acuerdo de compraventa de energía -renovable en el caso que tratamos- a largo plazo desde un activo concreto y a un precio prefijado entre un suministrador y un consumidor. La firma de un PPA podría entenderse como la venta de un proyecto y sus atributos medioambientales (Garantías de Origen). Existen diversos tipos de PPA en función del punto de inyección de la energía:

  • Un PPA Onsite es un contrato para el suministro de energía eléctrica desde una instalación de generación renovable realizada ad hoc en las instalaciones del consumidor y conectada a su red interior. Es el producto renovable de mayor calidad.
  • Un un PPA Offsite el suministro de energía eléctrica se realiza desde una instalación de generación renovable conectada a la red de transporte o distribución del sistema eléctrico para llevar la energía desde su punto de origen al de consumo, de forma que para certificar la compra de energía renovable el PPA debe incluir los REC generados por el proyecto.

Los PPA son una estupenda herramienta para promover la generación renovable en respuesta a incrementos de demanda energética, pero sin embargo no pueden resolver por sí mismos el requisito de un suministro energético renovable las 24 horas del día debido a la intermitencia del viento en el caso de un parque eólico o a la variación de radiación disponible en el caso de una planta fotovoltaica, de forma que en ocasiones puede no existir un encaje entre la generación y la demanda.

Es en este punto donde las instalaciones de almacenamiento de energía o BESS (Battery Energy Storage Systems), con la tecnología de litio-ferrofosfato (LFP) a la cabeza, pueden contribuir decididamente a la transición a un sistema energético plenamente descarbonizado a través de los centros de datos, almacenando la energía excedentaria en momentos de alta generación renovable y menor consumo, para poder suministrarla al centro de datos en aquellos momentos en que el recurso renovable no es suficiente para satisfacer su demanda.

Adicionalmente, un BESS asociado a un centro de datos puede cubrir caídas de la red eléctrica asegurando el suministro ininterrumpido de energía durante un periodo prolongado de tiempo, pues un valor muy habitualmente seleccionado para dimensionar un BESS, dos horas de almacenamiento, podrá cubrir la mayoría de caídas de red y puede permitir prescindir de grupos electrógenos.

El almacenamiento de energía está ya empezando a desplegarse a gran escala; en 2017 Google pasó de compensar las emisiones con generación renovable a comprometerse a eventualmente utilizar "energía limpia y de cero emisiones de carbono" las 24 horas del día, siendo un ejemplo el Henderson Data Center Facility en Las Vegas, Nevada, EE.UU., que contará con 350 MW de potencia solar fotovoltaica y una capacidad de energía en baterías de 280 MW con una cantidad de horas de acumulación asociada aún no desvelada, estando la puesta en marcha del proyecto prevista para 2023.

Al adoptar la descarbonización total mediante la implementación de PPA y BESS, los centros de datos no sólo pueden asegurarse un futuro económicamente viable, sino que también pueden asegurar sus operaciones en el tiempo, contribuir a estabilizar la red eléctrica general y transitar al lado positivo de la ecuación energética.