Por Bill Brown, ingeniero jefe, Servicios de consultoría, Schneider Electric
En el panorama interconectado digitalmente actual, los centros de datos son la base de las operaciones comerciales modernas, donde la confiabilidad y el tiempo de funcionamiento son primordiales. Una interrupción en el servicio de Google Cloud causada por un incendio y agravada por daños causados por el agua interrumpió el servicio de Google Cloud, lo que afectó a Europa Occidental, Japón, India, Indonesia y Carolina del Sur, mientras que una interrupción en el servicio de Microsoft Azure impidió que millones de usuarios accedieran a Outlook y Teams.
Las repercusiones financieras de la interrupción más breve siguen aumentando: los últimos hallazgos de Gartner revelan un costo promedio de 5.600 dólares por minuto de inactividad de TI. Con proyecciones de crecimiento de la creación de datos que alcanzan más de 147 zettabytes este año, los centros de datos seguirán sirviendo como la infraestructura fundamental que respalda las aplicaciones y servicios críticos. Más allá de las pérdidas financieras, el tiempo de inactividad puede resultar en daños a la reputación con los clientes y consecuencias legales.
Garantizar la confiabilidad de los centros de datos es de suma importancia debido a su papel central en la era digital actual. Desde la mitigación proactiva de riesgos hasta la optimización operativa, ¿qué estrategias y tecnologías de vanguardia están preparadas para reforzar la confiabilidad de los centros de datos en respuesta a estos enormes desafíos?
Los desafíos en el panorama actual
Los centros de datos enfrentan numerosos desafíos para mantener la confiabilidad. La infraestructura obsoleta, como servidores, conmutadores de red y otros recursos de hardware, plantea riesgos y necesita actualizaciones estratégicas. Las amenazas a la ciberseguridad están en constante evolución y exigen medidas sólidas. Los desafíos de escalabilidad y flexibilidad surgen a medida que las empresas crecen, lo que exige soluciones ágiles y flexibles. Además, los centros de datos también son susceptibles a incidentes relacionados con el clima, como temperaturas extremas, tormentas o desastres naturales, que pueden interrumpir las operaciones y poner en peligro la integridad de los datos. Las fallas de la red, ya sean causadas por fallas técnicas o factores externos, contribuyen aún más a la complejidad de mantener servicios ininterrumpidos.
Estrategias para mejorar la confiabilidad del centro de datos
Para los operadores de centros de datos experimentados dedicados a fortalecer su infraestructura contra posibles interrupciones, las principales estrategias requieren una combinación meticulosa de cumplimiento de los estándares de la industria, integración de tecnologías avanzadas y tácticas proactivas de mitigación de riesgos.
En primer lugar, es imprescindible colaborar con los foros de la industria. La participación en dichos foros, como el Departamento de Sistemas de Energía Industrial y Comercial de la IEEE Industry Application Society y su Subcomité de Centros de Datos, que respaldan muchos aspectos del diseño y la operación de los centros de datos, facilita una comprensión profunda de los estándares y las mejores prácticas de la industria en evolución. Al participar activamente en debates y sesiones de intercambio de conocimientos, los operadores de centros de datos pueden obtener información valiosa sobre las amenazas y vulnerabilidades emergentes. Este espíritu de colaboración fomenta una cultura de mejora continua, donde las prácticas de los centros de datos se perfeccionan al mismo ritmo que los avances de la industria.
Además, las auditorías y evaluaciones periódicas, realizadas con especial atención a estas normas, sirven como herramientas de diagnóstico para detectar vulnerabilidades y deficiencias en el rendimiento. Estas evaluaciones deben abarcar no sólo la infraestructura técnica, sino también los procedimientos operativos y los protocolos de formación del personal, garantizando un enfoque holístico para mejorar la fiabilidad.
Junto con el cumplimiento de las normas, la implementación de medidas de redundancia y resiliencia es un eje fundamental de la confiabilidad del centro de datos. La implementación de fuentes de alimentación redundantes, componentes de red y matrices de almacenamiento ofrece una red de seguridad contra fallas de hardware. La incorporación de mecanismos de conmutación por error tanto a nivel de hardware como de software garantiza una continuidad perfecta de las operaciones en caso de fallas de componentes. La redundancia geográfica, lograda a través de centros de datos distribuidos o arquitecturas basadas en la nube que abarcan múltiples regiones, fortalece aún más la resiliencia contra desastres localizados y cortes de red. Sin embargo, es esencial lograr un equilibrio entre redundancia y rentabilidad, optimizando la asignación de recursos para maximizar el tiempo de actividad sin gastos innecesarios.
En el ámbito de las tecnologías avanzadas, la integración de análisis predictivos impulsados por inteligencia artificial (IA) y aprendizaje automático (ML) representa un enfoque transformador para la detección y mitigación proactiva de problemas.
Al aprovechar los patrones de datos históricos y la telemetría en tiempo real, los algoritmos de IA y ML pueden identificar comportamientos anómalos que indiquen posibles fallas o degradación del rendimiento. Estos conocimientos predictivos permiten a los operadores intervenir de manera proactiva, anticipando el tiempo de inactividad y optimizando el uso de los recursos. Desde la predicción de fallas de hardware en función de señales de advertencia tempranas hasta la optimización de la distribución de la carga de trabajo para lograr la máxima eficiencia, el análisis predictivo tiene un inmenso potencial para mejorar la confiabilidad del centro de datos en un entorno operativo cada vez más dinámico. Para aprovechar los beneficios de estas tecnologías, el hardware adecuado para la recopilación de datos debe estar integrado en la infraestructura del centro de datos.
Las medidas de seguridad sólidas constituyen otro pilar de la confiabilidad de los centros de datos, ya que protegen contra amenazas cibernéticas e intrusiones físicas. Los protocolos de ciberseguridad deben abarcar estrategias de defensa multifacéticas, que incluyan seguridad perimetral, segmentación de red, cifrado y sistemas de detección de intrusiones. Las evaluaciones de vulnerabilidad y las pruebas de penetración periódicas ayudan a identificar y remediar posibles debilidades antes de que puedan ser explotadas por actores maliciosos. Las medidas de seguridad física, como controles de acceso, sistemas de vigilancia y monitoreo ambiental, refuerzan la protección contra el acceso no autorizado y los peligros ambientales. Además, deben implementarse planes sólidos de recuperación ante desastres y continuidad comercial para garantizar una recuperación rápida en caso de una violación de la seguridad o un desastre natural.
Las tecnologías de automatización y orquestación ofrecen más vías para mejorar la confiabilidad del centro de datos al agilizar las operaciones y reducir el riesgo de errores humanos.
Al automatizar tareas rutinarias como el aprovisionamiento, la gestión de la configuración y la asignación de recursos, los operadores pueden minimizar la posibilidad de errores e inconsistencias manuales. Los marcos de orquestación, impulsados por secuencias de comandos y flujos de trabajo de automatización, permiten una coordinación y sincronización perfectas de flujos de trabajo complejos que abarcan múltiples sistemas y entornos. Sin embargo, es fundamental lograr un equilibrio entre la automatización y la supervisión humana, garantizando que las decisiones e intervenciones críticas permanezcan dentro del ámbito de competencia de los operadores capacitados.
Por último, el diseño de arquitecturas escalables es esencial para garantizar la confiabilidad y la adaptabilidad a largo plazo a los requisitos cambiantes del negocio. La escalabilidad abarca no solo la capacidad de adaptarse al crecimiento del volumen de datos y las demandas de procesamiento, sino también la flexibilidad para integrar sin problemas las tecnologías y arquitecturas emergentes. Los principios de diseño modular, como la arquitectura de contenedores y microservicios, facilitan la agilidad y la escalabilidad al desacoplar los componentes y permitir un escalamiento independiente. Las arquitecturas nativas de la nube ofrecen escalabilidad y resiliencia inherentes, aprovechando los recursos informáticos distribuidos y las capacidades de escalamiento elástico para satisfacer las cargas de trabajo fluctuantes de forma dinámica.
En definitiva, la confiabilidad de los centros de datos es un desafío multifacético que requiere un enfoque integrado. A medida que evolucionan las tecnologías, los líderes de los centros de datos deben mantenerse proactivos y adaptar las estrategias para mantener el máximo rendimiento y lograr una confiabilidad y un tiempo de actividad sostenidos.
Para garantizar la fiabilidad de los centros de datos en el dinámico panorama operativo actual, es necesario adoptar un enfoque multifacético que abarque el cumplimiento de los estándares de la industria, la integración de tecnologías avanzadas y tácticas proactivas de mitigación de riesgos. Al aprovechar una combinación de colaboración con foros de la industria, cumplimiento meticuloso de los estándares, integración de tecnologías avanzadas y tácticas proactivas de mitigación de riesgos, los operadores de centros de datos pueden fortalecer su infraestructura frente a posibles interrupciones y salvaguardar la continuidad de las operaciones en un mundo cada vez más interconectado.