La construcción de un Data Center acarrea desembolsos económicos por diversos factores tales como el terreno, la adquisición de equipos o bien por el proceso de obtención de permisos, entre otros. Sin embargo, tras ello, el gasto más significativo a lo largo de la vida útil de estas infraestructuras críticas es el relacionado con la energía. Además, se calcula que hoy en día los centros de datos consumen más del 2% de la electricidad global, una demanda en constante crecimiento. Por ello, es fundamental que la industria pueda contar con un suministro de energía eléctrica confiable y robusto, además de establecer medidas de eficiencia energética apoyándose en las tecnologías disponibles.
Manuel García, Director General de Política Energética y Minas del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, cuenta a DatacenterDynamics cuáles son los aspectos fundamentales necesarios para impulsar las inversiones en la industria de centros de datos en España si ponemos el foco en el acceso y coste de la energía y, teniendo en cuenta el contexto de pandemia en el que nos encontramos, conocer de qué forma ha podido repercutir el coronavirus en el acceso y el precio de la energía.
Invitamos a todos a asistir el 15 de abril a las 14:00 horas al panel en el que Manuel García participará: Acceso y coste de Energía: ¿Qué factores son críticos para facilitar las inversiones en esta industria en España?
¿Qué factores son críticos para facilitar las inversiones en la industria de Data Center en España en lo relacionado con el acceso y coste de la energía?
En mi opinión, hay 3 dimensiones relevantes: en primer lugar, es imprescindible garantizar el acceso físico y de calidad al suministro eléctrico, a través de una red mallada, robusta y con índices de calidad y redundancia elevados; en segundo lugar, se debe asegurar un precio competitivo y señales de precio adecuadas, tanto de la parte regulada de la factura (peajes, cargos, fiscalidad) como de la parte liberalizada (energía y mercados a plazo); en tercer y último lugar, es fundamental permitir que el suministro eléctrico sea sostenible y sin emisiones, para reducir el impacto ambiental asociado a la economía digital.
¿Es capaz de soportar nuestra red de suministro eléctrico la llegada de nuevos centros de datos a España?
España goza, con carácter general, de una red eléctrica robusta y mallada que permite ofrecer un suministro fiable y de calidad en todos los niveles de tensión. Los indicadores de calidad medios en todo el territorio se encuentran muy por debajo de los valores máximos regulatorios, tanto en términos de tiempo de interrupción como de número de interrupciones anuales.
A su vez, España ha sido pionera y es un ejemplo en la integración de elevados contingentes de generación renovable, como solar o eólica, lo que siempre es un reto y, más aún, en un sistema parcialmente aislado como es el español.
La planificación de la red de transporte 2021-2026, actualmente en fase de tramitación, así como la planificación de las redes de distribución, de carácter anual, permitirán identificar las necesidades de red, en su caso, asociadas a los nuevos centros de datos, incorporando las nuevas actuaciones que sean necesarias para atender dichas necesidades.
“La gestión de la eficiencia energética es un reto y una necesidad que todas las empresas y organismos tienen que afrontar”
¿En qué medida ha podido repercutir la pandemia al acceso y coste de energía?
La pandemia ha provocado una caída inesperada y abrupta de la demanda eléctrica, que tiene una elevada correlación con la actividad económica. De acuerdo con el avance del Informe del Sistema Eléctrico 2020, de REE, la demanda eléctrica cayó un 5,6% en 2020 respecto al año previo, alcanzándose caídas del 21,5% en la demanda diaria (respecto al día equivalente del año anterior) en los momentos de mayores restricciones a la actividad y movilidad.
Pese a ello, el sistema eléctrico ha garantizado en todo momento un suministro fiable y de calidad.
La menor demanda, por su parte, ha provocado que los precios de la electricidad en el mercado mayorista hayan sido los más bajos desde 2004, con un precio medio final en el mercado mayorista de unos 39€/MWh.
Debido a la menor demanda, se ha reducido el denominado “hueco térmico”, de manera que en muchas horas del año las tecnologías no emisoras (nuclear y renovables) han sido suficientes para abastecer toda la demanda, empujando a la baja los precios del mercado. De esta forma, la pandemia ha permitido observar y anticipar situaciones que, con la creciente entrada de renovables, van a ser cada vez más habituales.
El Gobierno actualizó el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) para contribuir al objetivo de mejora de la eficiencia energética del PNIEC. La actualización del RITE contribuirá a alcanzar el objetivo de mejora de la eficiencia energética a través de la reducción del consumo de energía primaria en un 39,5% en 2030. La nueva norma obliga a que los edificios con grandes consumos den el primer paso para convertirse en edificios inteligentes que contribuyan a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). ¿Se está acelerando la eficiencia energética de estas infraestructuras críticas?
Con carácter previo, conviene aclarar que el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) no aplica a los CPD/Data Center, pues tal y como recoge el artículo 1 del Real Decreto 1027/2007, de 20 de julio, el RITE tiene por objeto establecer las exigencias de eficiencia energética y seguridad que deben cumplir las instalaciones térmicas en los edificios destinadas a atender la demanda de bienestar e higiene de las personas, durante su diseño y dimensionado, ejecución, mantenimiento y uso, así como determinar los procedimientos que permitan acreditar su cumplimiento.” Y el artículo 2, apartado 1, del mismo Real Decreto señala:” A efectos de la aplicación del RITE se considerarán como instalaciones térmicas las instalaciones fijas de climatización (calefacción, refrigeración y ventilación) y de producción de agua caliente sanitaria, destinadas a atender la demanda de bienestar térmico e higiene de las personas.”
Sin embargo, cabe señalar que las grandes empresas tienen que hacer una auditoría energética cada 4 años, estando incluidos los CPDs, según recoge el Real Decreto 56/2016. A efectos de justificar el cumplimiento de la obligación anterior, las empresas o grupos de sociedades obligados podrán utilizar algunas de las dos alternativas siguientes:
a) Realizar una auditoría energética que cumpla las directrices mínimas que se indican en el mencionado Real Decreto.
b) Aplicar un sistema de gestión energética o ambiental, certificado por un organismo independiente con arreglo a las normas europeas o internacionales correspondientes, siempre que el sistema de gestión del que se trate incluya una auditoría energética. Este es el caso de la norma UNE-EN-ISO 50001:2018 de Sistemas de gestión de la energía.
En este sentido, la gestión de la eficiencia energética es un reto y una necesidad que todas las empresas y organismos tienen que afrontar hoy en día. Los CPDs constituyen un sector estratégico de actuación, con un potencial alto de reducción de consumo de energía final. La incorporación de las mejores tecnologías disponibles en equipos y procesos y la implantación de sistemas de gestión energética, son el camino a seguir.
Los centros de datos hoy consumen más del 2% de toda la electricidad global y tendrán un crecimiento exponencial. Con la tasa de crecimiento actual, los centros de datos podrían consumir el 6% de la energía mundial para 2025. A pesar de los avances tecnológicos, el consumo de energía de los centros de datos global se triplicará en la próxima década, alcanzando aproximadamente 1,246 TWh. El plan de gestión de energía identificará quiénes son los responsables y cuáles son los objetivos de gestión de energía. Se ocupará de cómo recoger las mediciones de rendimiento del sistema y de cómo manejar e interpretar los datos, e identificar, financiar e implementar medidas de eficiencia energética.