Desde inicios de la pandemia, los centros de datos se han tenido que enfrentar a retos muy importantes, con perspectivas comerciales inestables, problemas en la cadena de suministro y tensiones presupuestarias, todo ello englobado en una recesión global debida a la situación de emergencia.

Sin embargo, 2021 fue un año muy bueno para la industria y las perspectivas para 2022 también son positivas. El sector de la infraestructura digital continúa en expansión y está atrayendo nuevas inversiones de grandes empresas, así como nuevos proyectos de construcción de centros de datos, impulsados principalmente por la nube.

España es uno de los países que está atrayendo más inversión por parte de empresas privadas. Asimismo, a nivel público se están tomando medidas para potenciar esta industria, como por ejemplo con el plan de establecer un campus para formación de profesionales en la Comunidad de Madrid.

Automatización, sostenibilidad, escalabilidad, seguridad y gestión del back-up son las tendencias de 2022, todas orientadas al crecimiento del entorno cloud, con las tecnologías que ya conocemos y que ya llevan desarrollándose un tiempo, como el Edge computing, que cada día cobra más fuerza. El cloud híbrido para entornos empresariales va a ser uno de los focos de crecimiento, pero también va a haber un incremento importante en la nube pública orientada a usuarios finales.

Aunque la perspectiva sea muy positiva, aún hay muchos retos que la industria debe afrontar si queremos aprovechar la ocasión y salir más reforzados. Estos retos están, evidentemente, estrechamente relacionados con las tendencias que he señalado previamente.

La escalabilidad y la seguridad son dos de los grandes desafíos para la industria. Las empresas tenemos que ser capaces de dar a nuestros clientes los servicios que necesitan en todo momento, cuando los necesitan y como los necesitan. Esto implica tener una infraestructura sólida detrás que permita una escalabilidad sostenible y sin grandes inversiones, con toda la protección que requieren este tipo de servicios.

Otro reto es la gestión de la energía, que lleva siendo un foco importante desde hace años. El volumen de datos ha crecido a muy rápida velocidad desde la pandemia por muchos motivos: el trabajo híbrido, el cambio de ocio… Este tráfico mayor también implica que el consumo energético de los centros de datos sea mayor. Las empresas tenemos que trabajar no sólo en eficiencia, sino también en sostenibilidad y energías renovables.

Formación y atracción del talento, un área crítica

El mayor desafío al que ya nos estamos enfrentando es la gestión del talento. Un dato revelador es que un 16% de los trabajadores actualmente en activo en los centros de datos en menos de 10 años pasan a estar jubilados. Aunque en ciertas situaciones el relevo generacional es algo normal y positivo, este volumen es preocupante y puede llevar a un gran problema si no logramos atajarlo a tiempo e invirtiendo lo necesario en formación y atracción.

Hay que entender que la gestión de un CPD incluye tareas y áreas muy diversas y muy distintas unas de otras. Todas ellas son necesarias para poder dar un servicio correcto y coordinado a los clientes. Hay espacio para perfiles muy técnicos, como el propio cableado de un CPD, que requiere un conocimiento y una preparación muy especiales, y que realizado correctamente puede suponer un ahorro de costes; pero también son necesarias habilidades administrativas, de gestión, recursos humanos, marketing, comunicación… La lista es interminable.

Esta es una preocupación que en Kyndryl tenemos muy en mente, por eso hemos desarrollado una serie de programas de formación y retención de talento. Nosotros trabajamos con una metodología de Data Center Operation as a Service (DCOaaS), que nos permite estandarizar los servicios para dar una oferta perfectamente definida. Al estandarizar los servicios también conseguimos una mejor formación porque el proceso a seguir para cada servicio no varía. Esto tiene varias ventajas, entre ellas la flexibilidad: ya no pasa que una persona se vaya de vacaciones y nos falte conocimiento de un área por ello.

Las buenas noticias son que ya se está atajando el problema tanto a nivel privado como administrativo. Como mencionaba al principio, la Comunidad de Madrid tiene un plan de establecer un campus para formación de profesionales. Empresas como Kyndryl tienen programas de formación y mentorización adaptados a la problemática de los procesos de datos. Nosotros hemos elaborado un programa de formación en abanico, estructurado en 3 niveles en función de la experiencia, así como de otras áreas como formación técnica y otra parte muy importante de gestión, comunicación y negociación que permite abordar una situación desde una perspectiva holística.

En conclusión, la perspectiva de crecimiento para 2022 y en adelante es muy positiva, pero no podemos quedarnos de brazos cruzados y esperar que todo salga a pedir de boca. Tenemos que trabajar para resolver los retos que tenemos hoy en día y seguir formando al talento que va a hacer de ese futuro, una realidad.