El cambio climático es la mayor amenaza global a la que nos enfrentamos. El volumen de datos digitales procesados está creciendo y también lo es la necesidad del espacio físico para almacenarlos. El Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley (LBNL) estima que los centros de datos de los Estados Unidos consumen el 1,8 por ciento de la electricidad en ese país, y esa cifra aumentará. Esto a pesar de la existencia de un número cada vez mayor de centros de datos neutros en carbono disponibles para los pocos seleccionados que pueden permitirse acceder a ellos.

Por lo general, las empresas con desafíos de datos cada vez mayores invierten en nuevo hardware, sin embargo, la utilización promedio del servidor en cualquier centro de datos es sorprendentemente baja. El costo monetario básico promedio de esta subutilización se estima en 36 mil millones de dólares. Podría decirse que el costo ambiental es mayor que eso: las emisiones del centro de datos tienen la misma huella de carbono que toda la industria de las aerolíneas.

Requerimientos crecientes

En la última década, la industria del centro de datos ha explotado. Según IDC, en 2012 solo había 500.000 centros de datos en todo el mundo. Hoy hay 8 millones. Las complejidades tecnológicas crecientes, la enorme proliferación de datos confidenciales y un panorama normativo en evolución significan que la gestión de datos es más difícil que nunca.

Es preocupante que el volumen de datos que usamos y procesamos continuará aumentando. El experto de la industria Ian Bitterlin ha sugerido que se espera que la energía utilizada por los centros de datos se duplique cada cuatro años, y es muy probable que esto no disminuya.

En general, esto pinta una imagen sombría. ¿Hay un plan viable B?

No todo está perdido

Un informe de 2017 de Greenpeace instó a la colaboración de la industria a adoptar energías renovables para combatir el riesgo. Hay procesos o tecnologías que algunos centros de datos están implementando, como el uso de formas naturales de enfriamiento por aire. La adopción de la tecnología de centros de datos ecológicos ha crecido en popularidad, pero sigue siendo limitada en su practicidad para la mayoría de las empresas en todo el mundo.

En lugar de una utilización del cinco al 15 por ciento, las instituciones deberían operar con una utilización del servidor del 90 al 100 por ciento de manera consistente para administrar de manera eficiente el crecimiento de los datos, ahorrar millones y reducir el impacto del carbono. Las soluciones que se centran en esta eficiencia son sostenibles e impulsan el rendimiento.

Principalmente debido a la innovación, operar de manera sostenible ya no funciona con una base de costos más alta. Las plataformas de gestión de datos pueden ayudar a optimizar la potencia de procesamiento: aprovechando la potencia informática infrautilizada disponible dentro de la infraestructura de TI existente en lugar de alentar la introducción de nuevo hardware para satisfacer las necesidades de una empresa.

Los centros de datos ecológicos pueden ayudar a abordar las preocupaciones sobre el cambio climático hasta cierto punto, pero la espera es demasiado larga. No podemos confiar en esto. Ahora es el momento para que las instituciones revisen y administren mejor sus crecientes necesidades de datos con la nube local, privada o pública. Ahora es el momento de usar lo que ya tenemos para hacer lo que necesitamos.


Por Gareth Williams, fundador y CEO de YellowDog, especialista en gestión de múltiples nubes.