Por Rowen Grierson, director senior y gerente general de Nutanix
Se prevé que los centros de datos de la región EMEA consuman hasta 121 TWh de energía en 2030, casi tanto como toda la demanda energética de Bélgica en 2022. A esto se suma que las consecuencias de la guerra en Ucrania han acelerado la crisis energética de Europa, lo que ha hecho subir los costes y los tipos de interés. Al mismo tiempo, la urgencia de alcanzar los objetivos de cero emisiones netas para 2050 está cada vez más cerca, lo que hoy en día lo convierte en un desafío.
Es una tormenta perfecta: una creciente demanda de potencia informática en medio del auge digital posterior al COVID-19, sumada a un auge de la inteligencia artificial y presupuestos energéticos ajustados, deja a los líderes tecnológicos ante una dura realidad: escalar de manera sostenible o correr el riesgo de que los costos se disparen y de que no se cumplan los compromisos climáticos. Lo que esto realmente requiere es un nuevo enfoque: repensar la infraestructura de datos con un enfoque en la eficiencia energética.
Para ayudar a evaluar los desafíos y las oportunidades que enfrentan los profesionales de los centros de datos, Atlantic Ventures realizó un análisis detallado de los posibles beneficios de sostenibilidad de la infraestructura hiperconvergente (HCI) y las plataformas de nube híbrida. El informe revela cómo las organizaciones que siguen esta ruta pueden reducir la demanda de energía en más del 27 por ciento en comparación con las configuraciones tradicionales. Cuando se amplía a toda Europa, el impacto es sorprendente: un ahorro potencial de 92 TWh de electricidad y 25 mil millones de euros (26,4 mil millones de dólares) para 2030.
El dilema energético
Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), el consumo mundial de electricidad está aumentando sin señales de desaceleración, y los centros de datos desempeñan un papel importante en este proceso. En la actualidad, los centros de datos de la Unión Europea consumen aproximadamente el tres por ciento de la demanda total de electricidad, y se prevé que este porcentaje aumente significativamente en el futuro.
La situación podría ser más grave de lo previsto debido a la falta de uniformidad en la comunicación de datos en algunas regiones. Desde septiembre de este año, los operadores de la UE con instalaciones de 500 kW o más deben informar sobre su consumo energético y su huella hídrica, lo que podría dar lugar a cifras de consumo aún mayores.
Si bien estas cifras pintan un panorama preocupante, la sostenibilidad ya no puede ser un objetivo regulatorio distante. Es una necesidad, impulsada por desafíos inmediatos que incluyen el aumento de los costos de la energía, regulaciones ESG más estrictas y mayores expectativas públicas de responsabilidad climática. Los líderes tecnológicos que aún no se han comprometido con prácticas sustentables y proyectos de modernización probablemente se enfrentarán a una presión cada vez mayor desde dentro de sus organizaciones y organismos regulatorios.
Cambios arquitectónicos para una mayor eficiencia
La transformación hacia la sostenibilidad puede ser compleja e implicar decisiones clave sobre la infraestructura del centro de datos. Permanecer en las instalaciones ofrece control sobre la infraestructura y los datos, pero plantea interrogantes sobre el abastecimiento de energía. El cambio a modelos híbridos o en la nube puede aprovechar las innovaciones y eficiencias de los hyperscalers, en particular en lo que respecta a la gestión de la energía y la adquisición de energía ecológica.
Uno de los avances arquitectónicos más significativos en este contexto es la infraestructura hiperconvergente (HCI). Como sabemos, tradicionalmente los centros de datos funcionan con una arquitectura de tres niveles que comprende servidores, almacenamiento y equipos de red independientes. Este modelo, aunque fiable, tiene claras limitaciones en términos de consumo energético y eficiencia de refrigeración. Al fusionar las capas de servidor y almacenamiento, la HCI reduce tanto las demandas de energía como los requisitos de refrigeración asociados. La optimización del software dentro de la HCI amplifica aún más estos beneficios, allanando el camino para operaciones más agilizadas.
Impacto en el mundo real: qué nos dicen los números
El informe de Atlantic Ventures nos proporciona un análisis detallado de los posibles beneficios de sostenibilidad de la HCI utilizando un escenario de empresa modelo. Los resultados son significativos. Pasar de una configuración tradicional de tres niveles a una arquitectura basada en HCI puede generar ganancias de eficiencia energética del 27 por ciento. Cuando se implementa en un sitio de coubicación moderno, esta eficiencia aumenta un 13 por ciento adicional. Aprovechar la HCI dentro de entornos de nube pública acelera aún más estas ganancias, logrando hasta un 27,96 por ciento más de eficiencia.
Si se aplica este impacto a toda Europa, el modelo predice un ahorro de 91,7 TWh de electricidad entre 2024 y 2030, lo que se traduce en una reducción de 18,7 millones de toneladas de emisiones de CO2, una cifra equivalente a las emisiones anuales de 4,1 millones de automóviles. En términos financieros, estos ahorros podrían ascender a 25.100 millones de euros en toda la UE en el mismo período. El Reino Unido, con sus precios energéticos más elevados, es el que más se beneficiará, ya que podría ahorrar 3300 millones de euros gracias a esta transición.
Un mandato urgente para el cambio
Para los líderes tecnológicos, estos hallazgos subrayan la necesidad de adoptar un enfoque proactivo en materia de sostenibilidad de los centros de datos. El objetivo de crear centros de datos más eficientes y respetuosos con el medio ambiente no es solo una cuestión de control de costes, sino también de satisfacer las expectativas de los reguladores, los clientes y las partes interesadas. A medida que la IA y otras tecnologías de uso intensivo de recursos informáticos siguen proliferando, las organizaciones deben reevaluar sus estrategias de infraestructura, no solo para cumplir los objetivos de sostenibilidad, sino para seguir siendo competitivas.
En definitiva, la sostenibilidad de los centros de datos es un desafío multidimensional que involucra opciones de infraestructura, fuentes de energía y cumplimiento normativo. Sin embargo, como muestra el informe de Atlantic Ventures, existe un camino claro para avanzar. Al invertir en HCI y considerar opciones de nube pública e híbrida, los líderes tecnológicos pueden crear una estrategia de centro de datos sólida y sostenible que beneficie tanto al medioambiente como a los resultados.