Por Jay Dietrich, director de investigación sobre sostenibilidad de Uptime Institute


La Comisión Europea (en adelante, la Comisión) continúa con la rápida implementación de la Directiva de Eficiencia Energética (DEE) de la UE. El segundo informe delegado encargado se publicará el 3 de mayo de 2025, tan solo tres meses después de la adjudicación del contrato de asistencia técnica. El informe delegado tendrá los siguientes objetivos:

  • Proporcionar un estado del proceso de reporte de información e indicadores clave de desempeño (KPIs).
  • Proponer un esquema de clasificación de centros de datos.
  • Proponer, según corresponda, normas mínimas de desempeño energético (MEPS) para centros de datos.

La Comisión tiene previsto celebrar tres talleres públicos para recabar las opiniones y aportaciones de las partes interesadas sobre sus propuestas de clasificación/etiquetado y MEPS antes del 3 de mayo. Un cuarto taller se celebrará la semana del 16 de junio para recabar opiniones sobre los planes de implementación de un sistema de clasificación a nivel europeo y MEPS. El primer taller tuvo lugar el 11 de febrero de 2025.

El anuncio de una fecha de publicación anticipada del informe sugiere que la Comisión ya ha definido las líneas generales del sistema de calificación y los umbrales para cualquier posible diputado al Parlamento Europeo. Esto plantea varias dudas sobre el alcance y la importancia de la participación de las partes interesadas en la elaboración del informe.

European Commission
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  • La Comisión no ha obtenido datos utilizables sobre el consumo energético ni el rendimiento de los KPI que probablemente servirán como MEPS del primer período de presentación de informes de la EED. Cualquier sistema de calificación y MEPS propuesto se basará en suposiciones y datos de rendimiento sin fundamento, extraídos de declaraciones de marketing, y no en datos operativos reales.
  • Los operadores de centros de datos probablemente dispondrán de una semana o menos para preparar y presentar sus comentarios sobre los esquemas de calificación o KPI propuestos, así como sobre los borradores del informe preliminar y final. Este breve plazo de entrega reducirá la calidad y la seriedad de los comentarios, en particular los de organizaciones del sector, como DigitalEurope y The Green Grid (TGG), que deben alcanzar un consenso antes de publicar un documento de comentarios. También reduce el tiempo disponible para que la Comisión y sus consultores consideren y exploren enfoques alternativos propuestos por las partes interesadas.
  • Existe poco consenso entre los operadores de centros de datos, las partes interesadas, los institutos y las organizaciones no gubernamentales sobre la estructura de los sistemas de clasificación. El Oeko-Institut de Alemania ha propuesto un sistema de clasificación/etiquetado, TGG se prepara para publicar una propuesta y DigitalEurope está elaborando un documento de posición con recomendaciones. Otros grupos de interés podrían tener o estar preparando propuestas. Sin embargo, el calendario acelerado no proporciona tiempo suficiente para el debate y la discusión necesarios para forjar un consenso práctico sobre los primeros pasos prácticos para un sistema de clasificación/etiquetado.
  • El consumo energético de TI representa entre el 60 % y el 90 % del consumo energético en la mayoría de los centros de datos. Sin embargo, no existen normas ni metodologías eficaces para evaluar el rendimiento energético de la infraestructura de TI, medido en términos de trabajo por vatio o kilovatio-hora. Ni la Comisión ni la industria cuentan con un plan coherente para calcular e informar sobre la capacidad de trabajo de los servidores, un componente fundamental de un MEPS de TI, a la base de datos europea sobre centros de datos.
  • La Comisión y algunos Estados miembros se han fijado como objetivo una PUE de 1,1 a 1,2 como primer MEPS para los centros de datos. Alemania exige que los nuevos centros de datos que comiencen a operar a partir del 1 de julio de 2026 alcancen una PUE media de 1,2 o inferior. La Comisión ha indicado que su objetivo es exigir una PUE media de 1,1 para los nuevos centros de datos en 2030 y que estén completamente refrigerados por líquido a partir de 2035. Si bien estos objetivos parecen loables, no son prácticos. Además, mejorar la PUE aumentando la temperatura del aire de suministro (para aumentar la refrigeración gratuita) puede provocar que los equipos informáticos consuman más energía debido al mayor uso de los ventiladores, lo que se traduce en un mayor consumo energético general en el centro de datos (aunque la PUE parezca mejor). La Comisión debe considerar otros MEPS, así como los umbrales MEPS que puedan ofrecer un rendimiento energético y medioambiental equivalente o superior, antes de tomar decisiones definitivas.

Observaciones

Los operadores deberán participar, tanto individualmente como a través de sus asociaciones sectoriales, para promover un progreso gradual y mesurado hacia un sistema de clasificación y etiquetado a nivel de toda la industria y las MEPS. Como punto de partida, parece recomendable seleccionar algunas métricas de rendimiento, como el PUE, el índice de eficiencia de refrigeración, el factor de energía renovable y una métrica simple de eficiencia de TI para crear un sistema de clasificación y etiquetado de tres niveles. Los niveles serían indicativos de:

  • Nivel superior: Liderazgo en rendimiento.
  • Nivel medio: En el buen camino, pero con trabajo por hacer.
  • Nivel más bajo: Necesidad de tomar medidas inmediatas para mejorar.

Los datos recopilados mediante este proceso, junto con la información sobre la demanda energética y la capacidad de trabajo del centro de datos requerida por la EED, pueden utilizarse para perfeccionar el sistema de clasificación y proponer umbrales MEPS para los diferentes tipos de centros de datos. El sistema de clasificación y los posibles umbrales MEPS deben estructurarse para incentivar a los operadores a realizar mejoras anuales en el rendimiento ambiental y energético de sus centros de datos.