Por David Williams, vicepresidente sénior de negocios transaccionales en Schneider Electric Reino Unido e Irlanda
Son innumerables las lesiones habituales que se producen en el lugar de trabajo todos los días. Entre descargas eléctricas, quemaduras y peligros de tropiezo, los riesgos son innegablemente altos.
De hecho, la electricidad causa alrededor de 4000 lesiones laborales cada año, una media de 11 lesiones al día. Estos incidentes de seguridad pueden devastar a las personas y poner en peligro a toda la organización. Son duros recordatorios de la necesidad crítica de contar con protocolos de seguridad estrictos.
Nunca ha sido más crucial para las empresas buscar de forma proactiva los riesgos potenciales y tomar las medidas necesarias para mantener el deber de cuidado hacia los empleados.
Creación de estrategias de seguridad sólidas
Los protocolos de seguridad deberían considerarse el nuevo imperativo empresarial: la columna vertebral del funcionamiento sostenible y ético de cualquier empresa. Garantizan la protección de los empleados, la minimización de los riesgos legales y financieros y el buen funcionamiento de las empresas.
Desde un enfoque de arriba hacia abajo, es responsabilidad de las empresas desarrollar estas políticas integrales.
El protocolo de seguridad debe incluir un conjunto sólido de normas, desde sesiones de capacitación obligatorias en materia de seguridad hasta el estricto cumplimiento de las normas del sector, con el objetivo de prevenir accidentes y problemas de salud antes de que ocurran.
Avanzando en seguridad con tecnologías innovadoras
El aprovechamiento de tecnologías innovadoras es fundamental para mejorar las medidas de seguridad y los sistemas de protección. Esto no solo permite a las empresas supervisar de forma continua las operaciones y los posibles peligros, sino que también permite recopilar los datos que generan estas tecnologías para detectar tendencias y mitigar los riesgos rápidamente.
Las tecnologías modernas, como los sistemas de monitoreo de seguridad basados en inteligencia artificial, son fundamentales para brindar una vista de 360 grados de las operaciones de una organización, lo que puede ayudar a respaldar las estrategias de prevención. Pueden permitir a las empresas detectar peligros y hacer predicciones precisas de los riesgos, lo que permite tomar medidas proactivas y preventivas.
Estos sistemas analizan patrones y datos para predecir posibles fallas del sistema o riesgos de seguridad antes de que ocurran. Este enfoque preventivo permite intervenciones oportunas y mejoras continuas en los protocolos de seguridad.
El elemento humano
Para garantizar una estrategia de seguridad verdaderamente integral, las empresas deben trabajar junto con la tecnología, agregando un toque humano esencial.
Al utilizar su experiencia y su criterio profesional, los administradores de instalaciones están mejor preparados para tomar decisiones matizadas en situaciones en las que los sistemas automatizados pueden resultar insuficientes. Tener este toque humano también permite una comprensión más amplia de cada situación, teniendo en cuenta factores que pueden no ser inmediatamente evidentes para los sistemas automatizados.
Las auditorías de seguridad periódicas y los programas de capacitación continua garantizan que todos los empleados reciban capacitación teniendo en cuenta los últimos protocolos y tecnologías de seguridad. Cabe señalar que muchas formas de capacitación también son esenciales para el cumplimiento legal.
Con este enfoque práctico, las empresas pueden capacitar a sus empleados para que pongan en práctica sus propios conocimientos para ayudar a identificar posibles riesgos de seguridad antes de que se vuelvan peligrosos, promoviendo un ciclo de mejora continua de la seguridad.
Una responsabilidad de la industria
Una cultura que priorice por completo la seguridad no es solo una estrategia de arriba hacia abajo. Es un esfuerzo colectivo entre todos los actores de la industria: proveedores, ingenieros, contratistas y electricistas pueden desempeñar un papel fundamental para garantizar los estándares de seguridad. La participación proactiva es la clave para fomentar prácticas de seguridad más innovadoras.
Todos debemos trabajar juntos para hacer de la seguridad organizacional una prioridad. El mejor enfoque sería integrar políticas de seguridad integrales con herramientas avanzadas para crear una cultura de seguridad ante todo que mejore significativamente la seguridad en el lugar de trabajo y la confiabilidad operativa.
Adoptar una cultura de seguridad
En definitiva, un sólido historial de seguridad es el activo más valioso de una empresa. Priorizar la seguridad reduce las lesiones en el lugar de trabajo y fomenta una fuerza laboral más feliz y comprometida, lo que mejora la reputación de la empresa.
Las empresas deben adoptar esta filosofía de seguridad ante todo si quieren construir un negocio sostenible, ético y competitivo.