La regulación de refrigerantes de la UE es necesaria de manera urgente para la protección de nuestro medioambiente. La emisión de gases refrigerantes al medioambiente, debido a una eliminación incorrecta o a fugas involuntarias en el sistema, aumenta el efecto invernadero.
Es por eso que los refrigerantes que contienen CFC ya han sido retirados de la circulación. Y si bien los refrigerantes actuales ya no son comparables con estos, su potencial de daño no puede ser ignorado. Por lo tanto, una reducción progresiva en los refrigerantes con un alto GWP (potencial de calentamiento global) es el próximo paso lógico y necesario.
Al mismo tiempo, no debemos olvidar que el reglamento de gases fluorados puede ser un aliciente para la innovación: la experiencia de esta y otras áreas muestra que la nueva legislación siempre ha promovido los avances tecnológicos. La presión externa obliga tanto a los operadores de planta como a los fabricantes a alcanzar la sostenibilidad y la operación eficiente de sus sistemas y máquinas.
Sin embargo, el reglamento sí tiene desventajas para los fabricantes y los operadores de planta. Uno de estos afecta a los refrigerantes sustitutos actuales en el mercado. Un bajo GWP significa que el refrigerante se degrada rápidamente a medida que ingresa a la atmósfera. La única forma de garantizar esto es hacerlo químicamente reactivo. No obstante, una alta reactividad a menudo significa una alta inflamabilidad, que implica riesgos de seguridad para las personas y las máquinas –por ejemplo, cuando se usa propano y butano.
Por supuesto, hay productos con bajo GWP y relativamente baja inflamabilidad. Pero estos también tienen sus propias desventajas. Los gases R1234yf y R1234ze satisfacen ambos criterios, por ejemplo. Sin embargo, R1234yf está fuera de nuestra consideración, en primer lugar porque pertenece a un grupo de fluidos diferente y reacciona con el agua para formar ácido fluorhídrico; en segundo lugar, porque su escasez en el mercado lo hace demasiado caro a día de hoy.
El refrigerante elegido por Stulz es el R1234ze. Para garantizar el cumplimiento del reglamento de gases fluorados, hemos modificado especialmente el CyberCool 2 para que funcione con este refrigerante.
No obstante, R1234ze tiene una baja capacidad de enfriamiento volumétrico. En consecuencia, un chiller que originalmente entregaba una capacidad de enfriamiento de 1.000 kW en un área definida ahora alcanza solo 750 kW en la misma área. El consumo de energía también disminuye, por lo que la eficiencia energética no se ve afectada negativamente. Pero el cliente tiene que instalar una máquina más grande para hacer frente a la misma demanda de refrigeración.
Esta desventaja puede no ser demasiado grave en los nuevos centros de datos que se construyen en áreas menos pobladas, debido a que hay más espacio disponible. Sin embargo, los centros de datos existentes o las plantas industriales ubicadas en centros urbanos tienen que lidiar con el espacio disponible. En este punto, una huella más grande puede ocasionar problemas significativos para su infraestructura y presupuesto.
Mercado y tendencias
Es totalmente seguro que el precio del refrigerante aumentará significativamente, debido a la reducción gradual adoptada por la UE. Desde donde estamos, aún no podemos decir cuándo será el próximo aumento de precios notable. De hecho, hubiéramos esperado un incremento en 2016, tras el anuncio del reglamento de gases fluorados y los recortes asociados en el suministro. Suponemos que el aumento de los precios se retrasó hasta 2017 porque los usuarios habían acumulado refrigerante con anticipación. Es imposible estimar la cantidad de refrigerantes que los operadores de planta, fabricantes y proveedores tienen en stock en la actualidad, por lo que en 2018 podría tener lugar un ajuste de precios con el próximo recorte en el suministro.
Los operadores de planta y fabricantes deben tener en cuenta alternativas y modificaciones en este momento, ya que el próximo corte del 30% (Fig. 2) tendrá un impacto significativo en los precios.
En Stulz, por ejemplo, estamos considerando entregar unidades destinadas para su uso en países no pertenecientes a la UE sin refrigerante. Entonces, nuestros clientes podrán comprar el refrigerante que necesitan a precios más bajos en su mercado local.
Por supuesto, esto no es una solución a largo plazo, tanto en lo que se refiere al precio del refrigerante como desde una perspectiva ecológica. Por lo tanto, seguimos investigando y desarrollando, para estar preparados para el futuro y poder ofrecer soluciones que sean buenas para nuestros clientes y para el medioambiente.