El mercado de colocation está creciendo en todo el mundo. En Norteamérica, el 57% de las corporaciones señala que incrementarán el uso de la nube o el colocation en los próximos dos años, algo que se está observando en todo el mundo, incluida Europa.

En términos generales, los impulsores son los mismos en Norteamérica y en Europa. Dado que los centros de datos se vuelven cada vez más complejos, las organizaciones están buscando salirse de la actividad de los centros de datos y externalizar sus necesidades de TI a expertos. Esto libera los recursos internos para centrarse más en la propia actividad y, como las necesidades de capacidad aumentan sin ningún tipo de límite a la vista, abruma la posibilidad de continuar invirtiendo en ampliar los centros de datos o construir nuevas instalaciones. Los proveedores de computación en la nube suprimen estos inconvenientes.

Todo esto es importante porque Europa alberga algunos de los centros de colocation más activos del mundo. En la actualidad, Londres es el número uno, según el ranking mundial de ecosistemas de colocation de Cloudscene, mientras que Ámsterdam, Frankfurt y París –2º, 3º y 5º en el ranking – le siguen muy de cerca. Ámsterdam figura entre los mercados mundiales de colocation que han crecido más rápido, con 292 megavatios (MW) de capacidad y un 22% de cuota de mercado en EMEA. De acuerdo con el informe de CBRE Europe Data Centres Q2 2017, durante el primer semestre de ese año se registró un incremento del suministro de 74 MW, combinado con otros 120 MW previstos para conectarse a la red para final de año, lo que convierte a 2017 en el año récord para el colocation en Europa.

 

Más en 2018

Y estamos preparados para más de lo mismo en 2018. Independientemente de si crece o no el uso de la realidad virtual y la inteligencia artificial, las redes de comunicaciones 5G o las necesidades informáticas impulsadas por el Internet de las Cosas, las demandas de capacidad están aumentando a un ritmo más rápido de lo que pueden seguir la mayoría de centros de datos corporativos. Por otra parte, los proveedores de colocation suelen permanecer a la vanguardia del desarrollo tecnológico y han ajustado sus procesos de expansión para satisfacer esa demanda creciente.

Por supuesto existen otros factores, únicos para Europa, que promueven la proliferación y la implementación del colocation. Por ejemplo, el Brexit está cambiando el panorama para los propietarios de los centros de datos y también para los proveedores de la nube y el colocation, dificultando los asuntos relacionados con la propiedad y la transferencia de datos y en algunos casos presionando a las organizaciones para que cambien sus estrategias de TI.

Una de las principales ventajas de los colocations es la interconectividad con otros centros de datos y redes, pero esa conectividad podría verse comprometida con la salida del Reino Unido de la Unión Europea. De hecho, el informe BroadGroup’s Colocation Market Quarterly Q3 2017 sólo prestó atención a esta tendencia, mencionando a un directivo asociado de Reed Smith, Liam Phillips, que aseguró que el Brexit está causando un aumento de solicitudes para el “derecho a emigrar” a medio plazo desde los centros de datos ubicados en el Reino Unido hacia otros en el continente europeo. Dado que la comunidad internacional cada vez toma más conciencia de la seguridad de la información y adopta leyes que definen la propiedad de los datos y su soberanía, el aislamiento del Reino Unido resultará más problemático.

 

¿Y con GDPR?

Un ejemplo es la Regulación General de Protección de Datos de la Unión Europea (EU General Data Protection Regulation -GDPR), aprobada a principios de 2016 y prevista para su aplicación en mayo de 2018. De forma resumida, la GDPR exigirá a los países que conozcan dónde se almacenan los datos y que restrinjan de forma más estrecha el intercambio de información fuera de las fronteras. Con el Reino Unido fuera de la Unión Europea, se plantearán preguntas sobre cómo eso repercutirá en el cumplimiento de la GDPR.

La GDPR no es sólo una iniciativa legislativa relevante que influye en el ámbito de los centros de datos en Europa. La Directiva de Mercados de Instrumentos Financieros (The Markets in Financial Instruments Directive o MiFID II) entrará en vigor casi al mismo tiempo. Entre otras cosas, establece que las organizaciones que ofrecen servicios financieros a clientes deben registrar y almacenar todas las comunicaciones que conducen a la transacción. Esto provocará un incremento significativo en las necesidades de almacenamiento de información porque todas esas llamadas telefónicas, mensajes de voz, emails, textos, conversaciones y reuniones grabadas, junto a cualquier otra interacción, deberán ahora ser recogidas y almacenadas. Es probable que aquellos requisitos de almacenamiento de datos se extiendan más allá de las capacidades de TI vigentes de un banco o institución financiera normales.

Los cálculos indican que el 48% de los negocios en toda Europa trasladarán su información a centros de datos nuevos o diferentes para prepararse para el GDPR y la aplicación del MiFID II – lo que significa que lo más probable es que la trasladen al país o países más favorables a sus operaciones en curso. Entonces, ¿hacia dónde nos dirigimos?

 

Colo es el futuro

Es difícil que la mayoría de las entidades consideren una inversión reflexiva en nuevas instalaciones de centros de datos como una respuesta adecuada a la MiFID II o la GDPR. En su lugar, al menos a corto plazo, esto suele desencadenar que se confíe más en los proveedores de colocation. Eso está impulsando al menos parte del 7,8% del crecimiento anual estimado calculado entre los colocations en Europa desde 2015 hasta 2020 (esa proyección es del 18,5% para los proveedores de la nube).

La empresa Instinet es el ejemplo perfecto. El bróker de agencias y brazo para el comercio de acciones de Nomura Group está trasladando sus servidores privados del mercado de divisas en Europa a las nuevas instalaciones de Interxion en Londres para cumplir con las disposiciones que regulan la longitud de las transmisiones de fibra. Estas normas buscan eliminar las ventajas que una empresa puede tener sobre otra por la latencia de la ruta de la fibra. Otras organizaciones seguirán su ejemplo.

Todo apunta hacia un 2018 agitado, con una creciente presencia de colocations en toda Europa. Donde se produzca ese aumento exactamente nos dirá mucho sobre la dirección que tomará el mercado.

 

Artículo escrito por Peter Lambrecht, vicepresidente de cuentas de ventas clave de Vertiv en Europa, Oriente Medio y África