Se han derramado litros de tinta, o más exactamente miles de millones de bytes codificados, para analizar la bifurcación que caracteriza hoy a la industria del centro de datos. Las áreas de crecimiento se encuentran tanto en las instalaciones de hiperescala que soportan la nube y el colocation, como en el edge, donde se está otorgando una importancia cada vez mayor a la entrega de servicios informáticos cerca del consumidor. Esto es real y probablemente irreversible.
La mayor parte del análisis de estas tendencias arroja una conclusión bastante simplista sobre las implicaciones de esta migración en el centro de datos empresarial tradicional. En pocas palabras, las previsiones son desalentadoras, lo que presagia la eventual extinción de estas instalaciones empresariales.
El final no está cerca
Esta extrapolación, sin embargo, es demasiado severa. La mayoría de las empresas no abandonarán por completo sus centros de datos empresariales. Mantienen estas instalaciones en gran parte porque los datos alojados allí y las funciones que respaldan son demasiado importantes como para confiar en terceros. Muchas empresas no cederán el control de ciertos elementos vitales de sus actividades de TI.
Eso no significa que las cosas seguirán siendo como siempre para esos centros de datos empresariales. De ningún modo. Es probable que estas instalaciones experimenten un cambio masivo, con las empresas reinventando y reconfigurando esos activos para soportar nuevas arquitecturas de red que incorporen sin problemas la nube, el colocation y un edge robusto.
Hay una gran oportunidad en este ámbito. Las organizaciones pueden consolidar y consolidarán múltiples centros de datos en instalaciones únicas para manejar sus necesidades de TI más críticas. Durante la consolidación, las empresas pueden actualizar una instalación existente o crear una nueva, desplegando un centro de red más pequeño y eficiente. Las mejoras en el rendimiento y los ahorros operacionales probablemente sean importantes. Recuerde, muchas de estas instalaciones tradicionales tienen 10 o incluso 20 años de antigüedad, construidas a la altura de la locura de los centros de datos empresariales. La industria ha evolucionado y se ha vuelto mucho más inteligente y eficiente en los últimos años, y una consolidación efectiva debería permitirle a la organización ponerse al día con las tendencias y equipos actuales de TI.
Incluso una nueva construcción es una propuesta muy diferente de aquellos centros de datos tradicionales construidos al albor del cambio de siglo. Aprovechando la construcción prefabricada, las organizaciones de hoy en día pueden implementar exactamente lo que se necesita, rápidamente y escalar a medida que crecen. Estas nuevas instalaciones empresariales serán más pequeñas, pero más eficientes y seguras, con altos niveles de disponibilidad, en consonancia con la naturaleza crítica de los datos alojados.
Por supuesto, en algunas partes del mundo, la adopción de nubes y colocation es más lenta. En la mayoría de Asia y América Latina, por ejemplo, los centros de datos empresariales siguen siendo fundamentales para el éxito empresarial. Pero incluso allí, el cambio se acerca. En estos entornos, las arquitecturas de nube híbrida son el siguiente paso esperado, que combina recursos de TI más seguros con una nube pública o privada con el fin de mejorar la eficiencia energética y gestionar el riesgo.
En pocas palabras: los informes sobre la desaparición del centro de datos empresarial se han exagerado mucho, pero el cambio en ese ámbito es inevitable. Las organizaciones proactivas abordarán esta evolución como una oportunidad para consolidar los recursos críticos de TI en instalaciones más seguras, más eficientes y más inteligentes.
Jack Pouchet es vicepresidente de Desarrollo de Soluciones de Negocio en Vertiv