Por Erica Thomas, vicepresidenta de CO2EFFICIENT y directora ejecutiva de la recién formada Liquid Cooling Coalition. En estos puestos, cuenta con una vasta experiencia en políticas energéticas, medioambientales y climáticas, incluidos puestos de liderazgo en una asociación comercial de tecnología de primer nivel y más de una década como diplomática estadounidense.


Un artículo reciente  del Washington Post destacó un problema creciente y urgente en la industria tecnológica: el asombroso consumo de agua de los centros de datos, en particular los que implementan cargas de trabajo de inteligencia artificial (IA).

Como explica el artículo, las demandas computacionales sin precedentes de la IA están aumentando drásticamente el uso de electricidad y agua, agotando los recursos y generando preocupaciones ambientales. Sin embargo, existe una solución a la crisis del agua en los centros de datos: la refrigeración líquida.

Como bien señala el artículo, gran parte del agua que se utiliza en los centros de datos se destina a la refrigeración, en particular a través de sistemas de refrigeración por evaporación. En estos sistemas, el calor generado por los chips informáticos se elimina mediante refrigeración por aire, que sopla aire caliente sobre los enfriadores. Los enfriadores luego utilizan el agua evaporada para liberar calor a la atmósfera, consumiendo miles de millones de litrso por año.

Con el rápido crecimiento de la IA y otras aplicaciones informáticas de alta potencia, el calor emitido por los chips de IA ha aumentado drásticamente, lo que obliga a los centros de datos a utilizar aún más agua para mantener las temperaturas. El artículo destaca que esta tendencia es insostenible, especialmente a medida que la IA sigue expandiendo su presencia en todas las industrias.

Afortunadamente, existe una forma de reducir drásticamente el consumo masivo de agua en los centros de datos: la refrigeración líquida. A diferencia de los sistemas tradicionales basados ​​en aire, la refrigeración líquida transfiere el calor directamente desde el hardware mediante líquidos, que son mucho más eficientes a la hora de capturar y disipar el calor. La eliminación directa del calor con líquido disminuye o incluso elimina la necesidad de evaporación de agua, lo que ofrece una alternativa que ahorra agua y es perfecta para manejar el calor generado por las cargas de trabajo de IA.

De hecho, la refrigeración líquida puede ir más allá de la refrigeración: puede reutilizar el calor para usos secundarios, como calentar edificios cercanos, apoyar la agricultura o incluso proyectos de acuicultura. En lugar de simplemente desperdiciar calor y agua, la refrigeración líquida crea un sistema de circuito cerrado que reduce el consumo general de recursos y el impacto ambiental.

La IA está impulsando la adopción de refrigeración líquida

Como afirma el artículo del Washington Post, la IA está acelerando la necesidad de cambio. Si bien la refrigeración líquida ha sido una opción de larga duración, a menudo se la ha dejado de lado en favor de la refrigeración por aire convencional. Sin embargo, con la IA ampliando los límites de lo que los centros de datos pueden manejar, la refrigeración líquida ya no es una opción secundaria: se está convirtiendo en una necesidad.

El reciente anuncio de Nvidia de que su nueva arquitectura Blackwell, diseñada específicamente para IA, será completamente refrigerada por líquido es una clara señal de que la industria está empezando a comprender este cambio. Con la creciente intensidad térmica de los chips de IA, la refrigeración por aire está llegando a sus límites y el consumo de agua vinculado a la refrigeración por evaporación tradicional se ha disparado. El futuro es claro: la IA impulsará la adopción generalizada de la refrigeración por líquido.

Además de reducir el consumo de agua, la refrigeración líquida supone un gran impulso a la eficiencia energética. Como señala el artículo, las crecientes demandas energéticas de la IA son motivo de preocupación. Los centros de datos suelen dedicar hasta el 40 por ciento de su consumo energético al funcionamiento de ventiladores y enfriadores en los sistemas de refrigeración por aire. La refrigeración líquida reduce drásticamente este consumo energético al proporcionar un mecanismo de refrigeración más directo y eficiente, lo que reduce tanto los costes operativos como la huella de carbono de los centros de datos.

A medida que la IA sigue ampliando los límites de la potencia de procesamiento, la necesidad de soluciones de refrigeración sostenibles y que utilicen los recursos de manera eficiente nunca ha sido mayor. El artículo del Washington Post destaca las crecientes demandas de energía y agua, pero una de las soluciones ya está aquí: la refrigeración líquida. Afortunadamente, algunos desarrolladores de centros de datos innovadores como Wyoming Hyperscale, Ada Infrastructure y Start Campus han adoptado los beneficios de la refrigeración líquida al diseñar sus centros de datos para que funcionen con refrigeración líquida desde el principio.

Muchos centros de datos existentes también están trabajando en modernizaciones de refrigeración líquida para al menos algunas partes de sus centros de datos. El desafío ahora es escalar esta tecnología lo más rápido posible para todos los centros de datos interesados ​​en implementar IA y aplicaciones informáticas de alta potencia.

A medida que la IA continúa creciendo sin parar, debemos asegurarnos de que los centros de datos que impulsan esta revolución también evolucionen. La refrigeración líquida es clave para resolver los desafíos hídricos y energéticos que plantea la IA. El momento de actuar es ahora.