Por Ramzi Charif, vicepresidente de operaciones técnicas para EMEA en VIRTUS Data Centres
En el mundo hiperconectado de hoy, los centros de datos son los motores invisibles detrás de nuestras vidas digitales y gestionan el flujo colosal de información que impulsa todo, desde la transmisión de video hasta la computación en la nube.
Sin embargo, a medida que crece la demanda de almacenamiento y procesamiento de datos, también aumenta la presión para que los centros de datos sean más inteligentes, eficientes y sostenibles. Entra en escena la inteligencia artificial (IA).
Si bien los centros de datos han estado al servicio de la tecnología informática más innovadora durante mucho tiempo, ahora están a punto de una transformación impulsada por la inteligencia artificial. Así como las aerolíneas han adoptado la inteligencia artificial para el mantenimiento predictivo con el fin de garantizar la seguridad de las aeronaves, los centros de datos están recurriendo a la inteligencia artificial para mejorar sus operaciones, lo que marca el comienzo de nuevos niveles de automatización, eficiencia e innovación.
El papel de la IA en la optimización de los centros de datos
La IA tiene el potencial de revolucionar la forma en que los centros de datos gestionan las operaciones críticas. Permite la supervisión en tiempo real de los sistemas, el mantenimiento predictivo y una gestión energética más eficaz, lo que reduce significativamente el tiempo de inactividad y los costes operativos.
De manera muy similar a la forma en que los automóviles autónomos monitorean constantemente las condiciones de la carretera para realizar ajustes en tiempo real, los sistemas de IA en los centros de datos pueden rastrear factores ambientales como la temperatura, la refrigeración y la distribución de energía de forma autónoma.
Pueden aprovechar el aprendizaje automático para analizar continuamente los factores ambientales y optimizar los ajustes de refrigeración en tiempo real, lo que genera un importante ahorro de energía y una menor huella de carbono. Esto no solo ayuda a prevenir fallas en los equipos, sino que también garantiza un uso óptimo de los recursos, lo que crea un entorno operativo más eficiente y seguro.
Superar la resistencia histórica al cambio
A pesar de las claras ventajas, la industria de los centros de datos ha sido históricamente lenta a la hora de adoptar nuevas tecnologías. Esta indecisión se debe a los altos riesgos que implica: cualquier interrupción puede poner en peligro el tiempo de funcionamiento, un factor crítico para los clientes de los operadores.
Una preocupación común sobre la IA es que reemplazará puestos de trabajo, pero la realidad en los centros de datos es bastante diferente. La IA funciona mejor cuando complementa la experiencia humana. Al automatizar las tareas rutinarias, la IA libera a los trabajadores humanos para que se concentren en operaciones estratégicas de nivel superior. Por ejemplo, la IA puede monitorear continuamente las condiciones ambientales, como la temperatura y el flujo de aire, y detectar posibles problemas antes de que se conviertan en problemas críticos.
Esta cautela refleja la reticencia inicial a adoptar la computación en la nube, donde los temores sobre la seguridad y el control de los datos frenaron inicialmente la adopción. Pero, a medida que las organizaciones reconocieron la confiabilidad de los servicios en la nube, la adopción aumentó. Según la Encuesta de negocios sobre inteligencia artificial y nube 2024 de PWC, el 78 por ciento de los usuarios comerciales dijeron que habían adoptado la nube en la mayoría o en todas las áreas de sus organizaciones. La IA ahora está experimentando un viaje similar. En 2023, la Oficina de Estadísticas Nacionales informó que el 16 por ciento de las empresas estaban implementando IA. Aunque el camino hacia la adopción total puede ser cauteloso, el potencial transformador de la IA es demasiado significativo como para ignorarlo, y la implementación generalizada es solo una cuestión de tiempo.
Beneficio 1 - Eficiencia energética y sostenibilidad
El consumo de energía es uno de los desafíos más urgentes que enfrentan los centros de datos en la actualidad. Los sistemas de refrigeración por sí solos representan una gran parte del uso de energía. Los métodos tradicionales de refrigeración suelen ser ineficientes para las demandas de la informática de alto rendimiento (HPC), lo que genera un consumo excesivo de energía y mayores costos operativos. Sin embargo, la IA puede ajustar dinámicamente los sistemas de refrigeración en función de datos en tiempo real, optimizando el uso de energía sin comprometer el rendimiento.
Por ejemplo, la herramienta de inteligencia artificial JEST de Google, DeepMind, ha logrado reducir el consumo de energía en sus centros de datos, lo que demuestra el potencial de la inteligencia artificial para lograr que las instalaciones sean más eficientes energéticamente. Al predecir períodos de alta actividad y ajustar los parámetros de refrigeración con antelación, la inteligencia artificial garantiza que la energía se utilice solo cuando sea necesaria, lo que genera ahorros sustanciales.
Y, en una era en la que la sostenibilidad ambiental es cada vez más importante tanto para los consumidores como para los reguladores, la IA ofrece una forma para que los centros de datos reduzcan su huella de carbono manteniendo altos niveles de rendimiento.
Beneficio 2: Reducción del tiempo de inactividad
El tiempo de inactividad no solo es costoso para los centros de datos, sino que también puede dañar la confianza y la reputación de los clientes. El mantenimiento predictivo, impulsado por la IA, ayuda a mitigar estos riesgos mediante el análisis de datos históricos y métricas en tiempo real para predecir fallas en los equipos antes de que ocurran. Este enfoque proactivo puede ahorrar tiempo, reducir costos y garantizar que los centros de datos permanezcan operativos las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Permite a los operadores realizar mantenimiento durante las horas de menor actividad, lo que minimiza las interrupciones y extiende la vida útil de la infraestructura crítica.
Beneficio 3 – Mayor seguridad
La seguridad es una preocupación primordial para los centros de datos y la IA está demostrando ser un recurso valioso en esta área. Los sistemas de IA pueden monitorear continuamente el tráfico de la red y detectar anomalías que podrían indicar una posible violación, lo que permite a los operadores responder antes de que se produzca un daño significativo.
Los algoritmos de aprendizaje automático permiten que los sistemas de IA se adapten a las nuevas amenazas más rápido que las medidas de seguridad tradicionales. Por ejemplo, la IA puede identificar intentos de inicio de sesión inusuales o transferencias de datos anormales, lo que activa protocolos de seguridad automáticos para mitigar el riesgo. A medida que las amenazas cibernéticas se vuelven más sofisticadas, las soluciones de seguridad impulsadas por IA ofrecen a los centros de datos una capa crítica de defensa.
Desafíos de los sistemas heredados
No siempre es fácil obtener estos beneficios. Y, si bien muchos centros de datos modernos están adoptando la IA, los sistemas heredados a menudo tienen dificultades para integrar estas nuevas tecnologías. La infraestructura obsoleta y los sistemas de monitoreo antiguos dificultan la implementación completa de soluciones de IA. Sin embargo, un enfoque gradual para la integración de la IA puede ayudar a superar estas barreras.
Al comenzar con proyectos piloto en áreas no críticas, los centros de datos pueden probar sistemas de IA, recopilar información valiosa y escalar gradualmente su implementación. Por ejemplo, el mantenimiento predictivo y la optimización energética se pueden probar en partes aisladas de las instalaciones antes de expandirse a las operaciones centrales. Este enfoque incremental reduce el riesgo de interrupciones y genera confianza en las capacidades de la IA.
Otra estrategia es utilizar sistemas híbridos que combinen herramientas de monitoreo tradicionales con mejoras de IA. Esto permite que los centros de datos se beneficien de los análisis avanzados de IA sin tener que renovar por completo su infraestructura existente.
El futuro de la IA en los centros de datos
A medida que los beneficios de la IA se hagan más evidentes, su adopción en los centros de datos se acelerará. De la misma manera que la computación en la nube transformó la industria, la IA está lista para convertirse en un impulsor clave de la innovación y la eficiencia. Al mejorar las capacidades humanas, preservar el conocimiento institucional y optimizar las operaciones, la IA tiene el potencial de transformar los centros de datos de una infraestructura detrás de escena a centros de innovación ágiles y preparados para el futuro.
Si bien el camino hacia la integración total de la IA puede llevar tiempo, los centros de datos que adopten la IA hoy estarán mejor posicionados para sortear las complejidades del panorama digital del mañana. Desde la eficiencia energética hasta el mantenimiento predictivo, la IA ofrece un modelo para operaciones más inteligentes y sostenibles.
El futuro de los centros de datos no consiste únicamente en respaldar la economía digital, sino también en volverse más inteligentes, más eficientes y más resilientes. A medida que la IA siga evolucionando, los centros de datos que aprovechen su potencial serán los que lideren la innovación y el crecimiento.