Existe una demanda sin precedentes de construcción de centros de datos que exigen diversas soluciones energéticas para superar los cuellos de botella que a menudo acaban en retrasos, penalizaciones e incumplimientos de plazos. En este artículo, Billy Durie, Global Sector Head for Data Centres en Aggreko, explica por qué la instalación de sistemas de almacenamiento de energía en baterías (BESS, por sus siglas en inglés) forma parte de una solución más amplia e integral para que la construcción de estos centros siga adelante según lo previsto.
El rápido crecimiento de la demanda de centros de datos en todo el mundo está superando con creces la capacidad de suministro. Savills prevé que, tan sólo en Europa, la potencia total instalada en los centros de datos alcance los 9000 MW en 2025 y que el número de centros de datos deberá multiplicarse casi 2,5 veces. Esto equivale a construir más de 3000 centros de datos el próximo año para cubrir la demanda.
El acceso a los datos, impulsado por factores como la transición hacia el trabajo remoto tras la pandemia hasta el auge de la IA, se está convirtiendo con rapidez en parte de nuestra vida diaria. Sólo en el sur de Europa, se espera que el número de usuarios de internet aumente hasta 208 millones en 2027 desde los 195 millones de 2023.
Cubrir esta fuerte demanda aplicará una gran tensión sobre la construcción de centros de datos. Si bien existen muchos factores que pueden retrasar su construcción, los responsables de proyectos conocen muy bien cuáles son los más habituales. El tiempo de espera para la conexión a la red eléctrica es la principal preocupación, seguido de las normas de emisiones y las zonas de calidad del aire, que complican aún más las cosas. Dos obstáculos frecuentes que debe superar la construcción de centros de datos son las normas de emisiones y el tiempo de espera para la conexión a la red eléctrica. Ambos se pueden resolver instalando sistemas de almacenamiento de energía en baterías (BESS) junto con generadores para asegurar que los centros de datos dispongan siempre de un suministro estable, especialmente cuando hay picos de demanda.
Una larga cola para conectarse a la red
Quienes trabajan en el sector de la construcción de centros de datos conocen la enorme cantidad de energía eléctrica que consumen y la necesidad en más centros de datos en Europa significa que esta demanda se seguirá incrementando. En la actualidad hay muchos proyectos parados a la espera en unas colas que parecen interminables para obtener una conexión. Esta espera resulta especialmente ardua en los mercados FLAP-D (Frankfurt, Londres, Ámsterdam, París y Dublín), hasta tal punto que en algunos se están aplicando moratorias a la construcción de nuevos centros o bien se evalúan las solicitudes caso a caso. Es difícil realizar una conexión fiable y ello ocasiona retrasos en los proyectos, incluso en aquellos casos en los que los centros de datos se han construido con éxito y se han conectado rápidamente a la red.
El BESS se puede incorporar a un proyecto de suministro de tipo híbrido para disminuir la dependencia de la red una vez conocido el perfil de carga de las instalaciones. En lugar de esperar la conexión a la red, estas soluciones híbridas devuelven el control del suministro a los responsables del centro, que pueden utilizarlas para evitar los cuellos de botella de la conexión y seguir adelante con la construcción.
Aspectos de tipo medioambiental
Al construir muchos centros de datos se deben cumplir las normas medioambientales y de ruido, que influyen sobre la selección del equipamiento apropiado y de los horarios de funcionamiento. Una combinación de generador Stage V y un sistema BESS, conocida como sistema híbrido, puede ser muy ventajosa en estas situaciones. Un sistema híbrido permite disponer de un suministro con cero emisiones en períodos de baja demanda, por ejemplo por la noche, cuando la batería es la única fuente de energía. Estos generadores también pueden funcionar con aceite vegetal hidrotratado (HVO) o se puede combinar con fuentes de energía renovable para reducir aún más las emisiones. Por ejemplo, el aprovechamiento de la energía almacenada en el BESS como reserva cuando el suministro eléctrico es intermitente es de mucha ayuda cuando las conexiones no son fiables o las necesidades de energía son fluctuantes.
Esto supone una creciente ventaja para la instalación de centros de datos en áreas urbanas en las que se suele haber restricciones sobre el ruido o la calidad del aire que afectan a su construcción. La construcción de centros de datos en Londres, ciudad considerada como el principal mercado para centros de datos en Europa, ha de lidiar con la ampliación de la zona de bajas emisiones, lo cual ha puesto aún más de manifiesto la utilidad de las soluciones híbridas que pueden cumplir la legislación medioambiental, tanto actual como futura.
Es comprensible que muchas empresas, sobre todo las que participan en la construcción de centros de datos, estén preocupadas por el coste inicial requerido para integrar fuentes de energía renovable. Pero muchas soluciones más ecológicas, como los BESS, ofrecen una opción de bajo riesgo y muy rentable para lograr una construcción más sostenible.
A modo de ejemplo, para alimentar las cabinas de una oficina temporal durante la fase de construcción, una solución híbrida formada por tres generadores de 320 kVA y una batería de 300 kW puede reducir de manera significativa el consumo de combustible, los costes y las emisiones. Para un caso así se ha estimado que se pueden ahorrar 20.000 litros de combustible y 53.000 kg de emisiones de CO2 a lo largo de un período de 2 meses.
Control de suministro equilibrado
Además de cumplir las normas medioambientales, los BESS se pueden conectar a generadores Stage V para ayudar a los responsables de las instalaciones a gestionar de manera efectiva las cargas demandadas y asegurar que los niveles de emisiones permanezcan dentro de unos límites seguros. Las capacidades de monitorización remota también permiten a los responsables de los centros analizar y optimizar los requisitos de carga para disminuir al máximo las emisiones de carbono.
Una vez más, la construcción de muchos proyectos puede salir beneficiada por el tiempo de inactividad sin preocupaciones por las interrupciones del suministro gracias a los BESS. Éstos también permiten que los centros de datos en entornos urbanos se ajusten a los límites de emisiones y sigan siendo competitivos, superando para ello obstáculos potenciales que puedan haber provocado retrasos anteriormente para la finalización de proyectos.
Conexiones a gran distancia
Los centros de datos construidos en entornos urbanos no son los únicos proyectos que pueden verse beneficiados con la incorporación de BESS. Los proyectos situados a una gran distancia de la red en áreas remotas también pueden sacar provecho a las ventajas de tipo medioambiental de estas soluciones híbridas para permitir la construcción en lugares con un suministro inseguro de energía.
En algunos casos, los centros de datos se construyen deliberadamente en los lugares más remotos del mundo, como por ejemplo en países nórdicos, debido a su potencial de refrigeración gratuita. Pero esto también ocasiona problemas en la red, ya que el marco energético necesario para construir un proyecto de este tamaño no siempre es factible en zonas tan remotas. Además, en algunos de estos proyectos hay miles de trabajadores de la construcción, un factor costoso en el caso de que se produzcan cortes de suministro y no haya una fuente de reserva. Estas soluciones de reserva se pueden suministrar en forma de BESS para aquellos proyectos en los que resulte difícil conseguir una conexión estable a la red y cumplir las exigentes normas medioambientales.
Estas inversiones a gran escala consolidan la utilización de BESS en países con o sin una conexión estable a la red. Si la construcción es capaz de satisfacer la demanda astronómica de datos en algunos de lugares más urbanos y más remotos del mundo, es inevitable que las soluciones híbridas desempeñen un papel fundamental.