Quiero aprovechar este espacio para reflexionar sobre la equidad, un tema que no se agota y sobre el cual debemos seguir conversando de manera constante. El Diccionario de Oxford define la equidad como la cualidad que consiste en dar a cada uno lo que se merece en función de sus méritos o condiciones, algo que desde mi punto de vista, es fundamental que esté presente en todo ámbito, junto con la diversidad y la inclusión; desafortunadamente no siempre es así.

En el terreno profesional, específicamente en el sector STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) del cual formo parte, sólo tres de cada diez personas en México son mujeres, lo que muestra la gran brecha que aún existe y que al mismo tiempo representa una enorme oportunidad si logramos accionar de forma precisa. De acuerdo con el Banco Mundial, los bajos niveles de participación femenina en el trabajo remunerado y el sector empresarial  representan una importante pérdida de productividad y por lo tanto, del Producto Interno Bruto (PIB). Si las mujeres en México participaran en la misma proporción que los hombres, el ingreso per cápita del país sería un 22 % más alto.

Aunque en Siemens creemos que el talento no tiene género, estamos seguros que brindar mayor oportunidad a las mujeres de participar en cargos de todo tipo, puede favorecer el crecimiento de las organizaciones. La búsqueda de ofrecer las mismas oportunidades a todos y construir equipos diversos, se ha convertido en un imperativo empresarial para nosotros, que nos permite impulsar la innovación.

El poder que adquiere una compañía al abrazar la diversidad y al valorar las diferencias de sus colaboradores es ilimitado, pues se beneficia de una mayor variedad de perspectivas y puntos de vista, lo que le permite obtener resultados notables. En Siemens implementamos medidas que permiten captar el talento femenino, garantizando procesos equitativos y creando una cultura empresarial que empodera a todas nuestras colaboradoras para desarrollar su máximo potencial.

Me encantaría compartirles un poco más sobre la historia de las mujeres en Siemens, tradicionalmente nuestra compañía les ha abierto las puertas desde temprano. Las primeras mujeres se unieron a nuestra fuerza laboral en la producción de lámparas incandescentes en 1875, luego fueron cruciales para la supervivencia de la empresa en tiempos de la posguerra. Hacia los años sesenta, su mano de obra se volvió internacional en los campos de la microelectrónica y la industria eléctrica, y desde el año dos mil, cada vez se incorporan más mujeres en la gestión y dirección de áreas. Hoy tenemos a muchas de ellas en posiciones estratégicas y actualmente alrededor del 42 % de la plantilla de la empresa en la región de México, Centroamérica y El Caribe, somos mujeres.

Recientemente, en nuestra compañía se descartó toda figura preestablecida de líderes, antes teníamos un modelo de cómo debían ser, pero hoy hablamos más de valores. No hay una figura ideal ni cualidades definidas, porque apreciamos la diversidad y los diferentes estilos de liderazgo. En este sentido, a nivel global tenemos la meta de que para el 2030, el 30 % de las mujeres que trabajan en Siemens ocupen esos cargos.

Para que el número de mujeres crezca en el sector STEM el trabajo empieza desde el hogar y la escuela; desafortunadamente no existe el hábito de impulsarlas a que estudien esas carreras (sólo el 19 % de ellas forman parte de sus matrículas), por eso desde Siemens estamos aportando nuestro grano de arena. A través de la Fundación Siemens Stiftung, impulsamos una estrategia integral de desarrollo de talento femenino desde la niñez. Con apoyo de la Secretaría de Educación Pública en México, trabajamos con niñas y niños de 5 a 8 años para introducir materias STEM desde temprana edad e incrementar el interés de personas jóvenes en dichas carreras.

En el nivel medio superior trabajamos de la mano de la Cámara Mexicano-Alemana de Comercio e Industria (CAMEXA) para impulsar la formación dual, con especial enfoque de género y se lleva a cabo principalmente en los centros de manufactura inteligente de nuestras oficinas en la Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey y Querétaro. A nivel superior, colaboramos con instituciones como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores Monterrey (ITESM) para impulsar el currículo 4.0 dentro de las ingenierías.

Y aunque aquí expuse el valor que puede aportar la inclusión de las mujeres en las empresas y el sector STEM, considero que abrirnos a la diversidad de todo tipo y habilitar la equidad, representan una enorme oportunidad en general, para que todas las personas, desde sus diferencias, aporten al desarrollo de cualquier sector (no sólo del tecnológico y del corporativo) pues el talento no tiene género.


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