La Organización Latinoamericana de Energía (Olade) es un organismo internacional que se formó en la década de los 70 para actuar desde América Latina y El Caribe en defensa, protección y desarrollo del sector energético de la región. Olade agrupa 27 países Miembros de América Latina y El Caribe, representados por sus Ministerios o Secretarías de Energía. El Organismo se enfoca principalmente a brindar apoyo a los gobiernos en la definición de políticas públicas, planificación, uso de herramientas y fundamentalmente a la generación y fortalecimiento de capacidades locales.
El próximo 8 de septiembre, Alfonso Blanco Bonilla, Secretario Ejecutivo de Olade, realizará una presentación sobre el panorama energético actual de la región de América Latina y el Caribe y poniendo el foco concretamente en México, en el evento virtual DCD>México 2021. Hasta esta fecha, le hemos entrevistado para saber acerca del proceso de transformación de los sistemas energéticos en la región o a qué nuevos desafíos se están enfrentando y qué nuevas oportunidades energéticas pueden encontrarse las empresas.
¿Cuáles son las principales demandas de las empresas latinoamericanas en cuanto a modernización de sus sistemas energéticos?
La mayoría de empresas de la región están identificadas con los procesos de modernización y digitalización de los sistemas, para lo cual demandan la existencia de políticas públicas claras y debidamente orientadas, que permitan acceder a financiamiento y generen interés, confianza y seguridad en los grupos inversores. Con foco principal en sus Países Miembros, Olade contribuye a crear estas condiciones.
¿Cómo están cambiando los sistemas energéticos en la región?
Los sistemas energéticos de la región están caminando hacia la descarbonización a través de la incorporación cada vez más acelerada de las energías renovables, a la implementación de principios de eficiencia en toda la cadena de valor y la incorporación de tecnologías modernas y la digitalización de los procesos tanto internos como de relacionamiento con el cliente.
¿A qué nuevos desafíos se están enfrentando y qué nuevas oportunidades energéticas pueden encontrarse las empresas de América Latina y el Caribe?
América Latina y el Caribe generan muchas oportunidades para las empresas, por la gran cantidad de recursos energéticos que posee y el camino que han emprendido los países para una transición energética más inclusiva y menos contaminante, cada uno según sus propias realidades locales. No se puede soslayar en este camino, la dependencia que mantienen muchas economías de la región de los hidrocarburos y constituyen una base importante para sostener sus economías. El reto es propiciar un modelo de desarrollo orientado a una participación cada vez mayor de las energías verdes, sin producir desequilibrios en las economías que a su vez pueden redundar en profundos problemas sociales.
Todos los informes apuntan hacia la sostenibilidad, las energías renovables y la reducción de las emisiones de carbono, ¿cómo se está preparando la región para el camino hacia la sostenibilidad energética?
A diferentes velocidades, debido a las condiciones propias de las realidades nacionales, los países de la región recorren procesos de transiciones energéticas orientadas hacia la descarbonización. Si bien ALC tiene un índice de renovabilidad de su matriz energética superior al promedio mundial, cada vez se impulsa con mayor decisión procesos en ejes como: impulso a la participación de fuentes renovables, eficiencia energética, modernización de las cadenas energéticas y por supuesto, incluir a toda la población en el alcance de las fuentes modernas de energía.
Olade impulsa la iniciativa RELAC en conjunto con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que está orientada a conseguir una meta regional del 70% de participación de energías renovables en la matriz energética de América Latina y El Caribe. Esta meta regional, en el marco del multilateralismo es apoyada por otros organismos asociados como IRENA (Agencia Internacional de las Energías Renovables), AIE (Agencia Internacional de Energía), entre otros, con el objetivo de apoyar los países de la región en el desarrollo de generación eléctrica con fuentes renovables.