Vodafone España, operadora pionera en el despliegue de red comercial 5G en España, ha anunciado la disponibilidad de servicios comerciales de su red 5G en cuatro nuevas ciudades: Toledo, Castellón, Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria, que pueden hacer uso desde hoy de esta tecnología.

Gracias a este nuevo despliegue, los ciudadanos de Toledo, Castellón de la Plana, Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria pueden disfrutar ya de velocidades de descarga de hasta 1Gbps, con una latencia inferior 10 milisegundos en condiciones ideales. De esta forma, la operadora sigue poniendo a disposición de sus clientes la red 5G con las velocidades de descarga más rápidas gracias a que cuenta con el mayor espectro contiguo en la banda de 3,5 Ghz, sobre la que ofrece su servicio a través de una frecuencia dedicada en exclusiva al servicio de 5G.

Con Toledo, Castellón de la Plana, Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria, Vodafone alcanza 25 ciudades con su red 5G, que ya está disponible en Benidorm, Badajoz, Alicante, Murcia, Palma de Mallorca, Valladolid, Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Málaga, Zaragoza, Bilbao, Vitoria, San Sebastián, Coruña, Vigo, Gijón, Pamplona, Logroño, Santander, Toledo, Castellón, Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria.

En todas las ciudades, la cobertura 5G de Vodafone alcanza a más del 50% de la población.

Beneficios del 5G para todos

La red 5G reduce la latencia o retardo a menos de 10 milisegundos en condiciones ideales. Esta característica, que es lo que se tarda desde que se le da al botón hasta que se produce la acción, abre la puerta a nuevos servicios y aplicaciones que necesitan inmediatez. Por ejemplo, permite: aplicaciones de turismo con realidad aumentada, fábricas con sensores que avisan automáticamente, streaming de video de alta calidad, videojuegos en tiempo real sin retardo, operaciones de cirugía a distancia o que la conducción autónoma pueda ser una realidad, entre otras.

Además, la tecnología 5G permite multiplicar por 100 el número de objetos conectados a la red, lo que facilitará el desarrollo de las ciudades inteligentes con servicios automatizados (gestión de basuras, tráfico, etc..), servicios de administraciones públicas en áreas como sanidad (gestión de medicación de mayores), emergencias (búsqueda y rescate de personas con drones), energía (gestión de infraestructuras con realidad aumentada) y nuevos modelos de negocio vinculados a Internet de las Cosas.