Mañana, el cohete Falcon 9 de SpaceX estará preparado para lanzar otra carga a la Estación Espacial Internacional, parte de la cual será un supercomputador de HPE. Denominado Spaceborne Computer, el sistema es un proyecto conjunto de HPE y la NASA para ver si se puede diseñar un ordenador comercial para que dure en las duras condiciones del espacio. Si tienen éxito, ordenadores similares serán herramientas críticas para las misiones al espacio profundo más allá de la tierra.

La ubicación de la estación especial en una baja órbita de la tierra hace que sea un lugar poco apropiado para ordenadores. Está expuesta a más radiación –tanto rayos solares como rayos cósmicos- que puede degradar la tecnología con el tiempo, por lo que los computadores que viajan al espacio tienen que estar blindados para soportar este entorno. Pero este proceso de mejora requiere tiempo y dinero, y añade peso al ordenador, según HPE.

El supercomputador pasará un año a bordo de la Estación Espacial. La NASA quiere sobre todo saber durante cuánto tiempo puede sufrir exposición a la radiación y si los parches de software pueden verdaderamente reducir cualquier degradación. Los resultados se podrán comparar con los de un computador idéntico que HPE utiliza en tierra.

Si el experimento funciona, estos supercomputadores serán críticos en futuras misiones a Marte. Comunicar con los astronautas del planeta rojo es un proceso lento, ya que una señal de radio tarda 20 minutos en llegar de la Tierr a Marte. Esto significa que las comunicaciones de ida y vuelta con la tierra serían de 40 minutos.  Si los astronautas de Marte tienen que hacer cálculos complicados, no pueden confiar en la comunicación con la tierra, y tendrán que utilizar ordenadores propios, ordenadores que sean capaces de soportar la alta radiación de camino a Marte.