Lefdal Mine Datacenter está en su segunda fase de construcción y ya cuenta con una capacidad de energía y enfriamiento de 45MW. A la finalización del proyecto, Noruega albergará lo que sería el mayor centro de procesamiento de datos subterráneo del mundo.

La infraestructura, ubicada en una antigua mina de olivino, está a más de 600 metros de profundidad y podría ofrecer 120.000 metros cuadrados de sala blanca, así como una capacidad de energía superior a 200MW.

La compañía responsable también está dispuesta a ofrecer sus credenciales de seguridad física, ya que el sitio está a salvo de radiaciones y otros ataques externos.

"Reconocemos el aumento de la demanda de centro de datos de alta capacidad, por lo que prevemos un futuro en el que tanto los gobiernos como el sector privado inviertan en soluciones que garanticen el tiempo de actividad y soluciones adecuadas para el respaldo y la recuperación ante desastres", afirma Jørn Skaane, CEO de Lefdal Mine Datacenter.

El centro de datos se enfría con agua de mar desde el fiordo adyacente y funciona con energía renovable.

Entre los socios iniciales en el proyecto están ABB, IBM y Rittal.