Más de 1.100 empleados de Google han firmado una carta abierta exigiendo que la empresa para la que trabajan haga más por combatir el cambio climático.

La carta hace un llamado a Google para que se comprometa y publique un plan climático para toda la compañía que incorpore: "cero emisiones para 2030, cero contratos para permitir o acelerar la extracción de combustibles fósiles, cero fondos para grupos de reflexión, cabilderos y grupos de presión que niegan el clima, políticos, y cero colaboración con entidades que permitan el encarcelamiento, vigilancia, desplazamiento u opresión de refugiados o comunidades de primera línea”.

Se sabe que Google Cloud está trabajando con Schlumberger, Chevron Corp y Total SA. Anteriormente anunció una empresa conjunta con el gigante petrolero Saudi Aramco, pero después del asesinato de Jamal Khashoggi, sancionado por Arabia Saudita, no está claro si la asociación seguirá adelante.

En septiembre, miles de empleados tecnológicos marcharon en una huelga climática global. En ese momento, Google anunció la mayor compra corporativa de energía renovable en la historia, una serie de acuerdos de 1.600MW para impulsar sus instalaciones.

Pero los críticos señalan que reducir las emisiones iniciales, en lugar de compensar las emisiones existentes, es un enfoque mucho más sostenible. En su carta, los empleados de Google señalaron una extensa pieza de ProPublica sobre los peligros y las desventajas de los créditos de carbono.

El personal de Google se ha vuelto cada vez más activo, protestando contra los contratos con el ejército, la fuerza fronteriza y la forma en que la compañía maneja las acusaciones de acoso sexual.

En un esfuerzo por sofocar tales movimientos, Google ha penalizado a los organizadores de protestas, y el mes pasado fue acusado de desarrollar una herramienta de vigilancia interna para alertar a los líderes de grandes reuniones de empleados. En Zurich el mes pasado, la compañía también trató de obstaculizar la conversación de un empleado sobre sindicatos.