"Brecha energética", "catástrofe medioambiental", "amenaza ecológica": estos son algunos de los términos que a menudo se utilizan para describir los centros de datos y su impacto en el medio ambiente. Sin embargo, los centros de datos son imprescindibles para cualquier iniciativa digital que garantice una gestión óptima de la información (almacenamiento, transferencia, seguridad...). En este contexto, cada vez surgen más herramientas que velan por el uso responsable y eficiente de la tecnología.

Un factor de reducción de la huella energética de las empresas

Los departamentos TI de las grandes empresas emiten gases de efecto invernadero. No obstante, la cuota de la huella energética de los centros de datos sigue estando muy por debajo del 20% del consumo digital total. Esto incluye la energía necesaria para su fabricación y funcionamiento, así como todos los objetos conectados a ellos (ordenadores, Smartphone, terminales, redes...). Esta cifra es aún menor a medida que se avanza hacia el consumo responsable de energía.

“El consumo energéticamente responsable es ahora una prioridad dentro de las empresas. Hoy en día, cuando se evalúa el impacto ambiental de los servicios digitales, se observa que éste podría reducirse significativamente mediante el uso de buenas prácticas que permitan optimizar el uso de las distintas herramientas. Por ejemplo, agrupando el espacio mediante la reubicación de muchos servicios individuales de diferentes industrias en un único centro de datos incrementa la eficiencia total y se reduce el desperdicio de energía”, señala Juan Vaamonde, Country Manager de DATA4 en España.

Asimismo, las energías renovables o procesos eficientes como el free-cooling y otros sistemas de aire acondicionado patentados, son algunas de las soluciones que ofrece DATA4 para reducir el impacto ambiental. El sistema free-cooling permite enfriar los edificios utilizando el aire del exterior y reducir de este modo el consumo eléctrico en un 20% o 30%.

Rendimiento energético: un trabajo conjunto de departamentos TI y centros de datos

Los centros de datos se están convirtiendo cada vez más en vectores digitales responsables y proveedores de indicadores de impacto. Las empresas pueden establecer, medir y controlar indicadores técnicos, energéticos y medioambientales a través de ellos. Estos indicadores se basan en las normas vigentes relativas a las instalaciones, como la gestión del consumo de energía por utilización y el seguimiento de los indicadores medioambientales sobre el agua, los residuos y la huella de carbono.

Actualmente, las organizaciones no saben cómo medir el impacto ambiental de sus sistemas TI, a diferencia de los centros de datos, que profundizan su experiencia para optimizar su rendimiento y reducir sus costes energéticos. El D4 Smart DC, una herramienta basada en un Software de gestión de infraestructura de centro de datos (DCIM) de Nlyte, es un buen ejemplo de una iniciativa en esta dirección.

Esta solución examina el rendimiento de los servicios digitales y busca optimizarlo. Estas herramientas permiten medir y estimar los gastos energéticos de cada unidad de las máquinas del servidor, así como su rendimiento, y así anticiparse mejor a ellos. Sólo midiendo el gasto energético el cliente puede aprender a reducirlo. A través de este tipo de procesos, los clientes pueden acceder a indicadores que les dan una visión general de sus emisiones de CO2, su consumo de agua y energía y el agotamiento de los recursos naturales relacionados con la fabricación.

Esta experiencia permite al cliente conocer su huella ambiental y su rendimiento energético para reducir drásticamente su impacto ecológico por el mismo resultado. Por lo tanto, Smart DC mejora concretamente el rendimiento de las empresas proporcionando visibilidad y cifras sobre su actividad.

En este sentido, los centros de datos pueden contribuir al proceso de optimización del rendimiento y de reducción del impacto medioambiental apostando por las energías renovables en lugar de los combustibles fósiles. También destacan las operaciones dirigidas a las empresas para sensibilizarlas sobre el ecodiseño o los esfuerzos conjuntos de las organizaciones y los centros de datos para adoptar iniciativas -como IT for Green- para reducir el impacto medioambiental de la tecnología digital mediante el uso de equipos TI con fines sostenibles.

“Las empresas que hoy en día priorizan una estrategia de centro de datos responsable con el medio ambiente se beneficiarán a largo plazo, tanto comercialmente como de forma sostenible”, concluye Juan.