La Unión Europea ha avanzado con la Ley de chips de 43.000 millones de euros, que espera duplicar la cuota de mercado global de la UE en semiconductores del 10% a al menos el 20% para 2030.

El Consejo Europeo y el Parlamento Europeo alcanzaron un acuerdo político provisional sobre el reglamento, creando un objetivo de semiconductores dentro del Programa Europa Digital.

"En un contexto geopolítico de eliminación de riesgos, Europa está tomando su destino en sus propias manos", dijo Thierry Breton, comisario europeo de mercados internos. "Al dominar los semiconductores más avanzados, la UE se convertirá en una potencia industrial en los mercados del futuro".

Ebba Busch, ministra sueca de Energía, Comercio e Industria y viceprimera ministra, agregó: "Las nuevas reglas representan una verdadera revolución para Europa en el sector clave de los semiconductores. Una implementación rápida del acuerdo de hoy transformará nuestra dependencia en liderazgo de mercado; nuestra vulnerabilidad en soberanía y nuestro gasto en inversión”.

La Ley Europea de Chips se estableció originalmente para centrarse solo en chips de gama alta, pero se amplió para incluir chips más antiguos e instalaciones de investigación y diseño.

Todas las principales naciones fabricantes de chips, incluidos Taiwán, Corea del Sur, Japón y los EE. UU., tienen una legislación destinada a impulsar su propio sector de semiconductores.