Argentina ya ha encendido la supercomputadora científica más potente del país. Se trata de Serafín, que ya está instalada y funcionado en el Centro de Computación de Alto Rendimiento (CCAD) de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).
Producto de una inversión de 371.000 dólares, el cluster que toma el nombre de uno de los personajes de la historieta argentina “Inodoro Pereyra” de Roberto Fontanarrosa, tiene una capacidad para hacer 156 billones de operaciones por segundo (156 TFLOPS de potencia de cálculo), posicionando a Córdoba en la primera línea, en cuanto a computación de alto rendimiento (HPC) en Argentina.
"Hoy en día no se puede hacer ciencia en casi ningún campo si no se usan las supercomputadoras. Se trata de una herramienta fundamental que estábamos necesitando para ser competitivos a nivel nacional y también internacional", explicó el director del Centro de Cómputo de Alto Desempeño (CCAD) de la universidad, Oscar Reula, quien además subrayó que el CCAD posee una política abierta, porque permite a científicos y científicas de todas las provincias e incluso de países limítrofes utilizar la capacidad de cómputo instalada en la UNC.
"Para que nuestra ciencia y tecnología no se atrasen era fundamental subir al tren del desarrollo tecnológico, de la inteligencia artificial, de las simulaciones por computadora, y hacer de Córdoba una región tecnológica clave en el país y en Latinoamérica. Todavía hace falta seguir creciendo, pero vamos por el mejor camino", agregó Reula.