El concepto de Industria 5.0, que fue acuñado por la Comisión Europea en 2021, empieza a capitalizar los debates en el entorno tecnológico mundial. Una de las consecuencias de la pandemia de la COVID-19 y de los episodios de confinamiento en la mayoría de países desarrollados fue precisamente el auge del uso de las tecnologías, así como la adopción acelerada a nuevas innovaciones en todos los ámbitos. Esto a la vez generó un aumento del foco de nuestra sociedad en el IoT (Internet of Things) y a la necesidad de poner el ser humano en el centro de la revolución digital con el objetivo de mejorar la vida de las personas.

Durante los últimos diez años el concepto más relevante ha sido el de la Industria 4.0, centrada sobre todo en el uso de la inteligencia artificial y la digitalización de procesos para incrementar la productividad y la eficiencia. Sin embargo, en esta nueva etapa que empieza, existe un consenso en que la nueva Industria 5.0 no sólo debe perseguir afrontar las necesidades de digitalización, Big Data, IA, robotización y cobots, sino que sean la sociedad y el factor humano los que vuelvan a ser el punto central sobre el que gire la tecnología.

Según la Comisión Europea, la Industria 5.0 podría definirse como: “La Industria 5.0 reconoce el poder de la industria para alcanzar objetivos sociales más allá del empleo y el crecimiento para convertirse en un proveedor resistente de prosperidad, haciendo que la producción respete los límites de nuestro planeta y situando el bienestar del trabajador de la industria en el centro del proceso de producción” (Breque et al., 2021)

Esta nueva visión, por lo tanto, pretende focalizarse en 3 aspectos de forma complementaria: la sostenibilidad, el foco en el bienestar de las personas y la resiliencia de nuestra sociedad frente a cambios o amenazas. La construcción de una nueva sociedad pasa a ser ahora uno de los fundamentos de la nueva Industria 5.0.

Sostenibilidad

En materia medioambiental existe un consenso general que reconoce el progresivo deterioro que ha sufrido el planeta a raíz del efecto humano. Incluso se asume que el punto de no retorno actual, en el que nos obliga a replantear las políticas globales en materia de sostenibilidad para poder garantizar las condiciones de vida mínimas para las generaciones próximas. La reducción de emisiones contaminantes, la descarbonización y la gestión circular de los residuos son claramente fundamentales para afrontar esta nueva etapa de las sociedades actuales.

La transición digital y la electrificación de los procesos a través de una gestión inteligente de la energía también puede contribuir en este caso a mantener un sistema más alineado con los objetivos ecológicos.

La creciente urbanización de la sociedad ha generado un aumento exponencial del consumo de energía en edificios. El porcentaje de energía consumida por los edificios a nivel mundial podría estar entre el 40% y el 50% actualmente. Para afrontar la creciente demanda de energía en edificios y la necesidad de su descarbonización, ABB desarrolla soluciones tecnológicas para aumentar su eficiencia, automatizar sus sistemas y reducir su consumo total. Como ejemplo, la solución ABB System pro M compact InSite que ha permitido digitalizar los consumos energéticos de todo tipo de edificios comerciales e industriales de forma rápida y sencilla, permitiendo así a sus gestores o propietarios realizar el seguimiento y reporting necesarios para descubrir oportunidades de mejora y solventar ineficiencias que generen costes adicionales e innecesarios. La implementación de esta solución, además, permite optimizar la operativa diaria mediante alarmas y automatización de los sistemas del edificio. De media, la solución System pro M compact InSite permite alcanzar un 20% de ahorros energéticos y hasta un 15% de ahorros operativos.

El ser humano pieza central

El núcleo del cambio de la Industria 5.0 es el ser humano. El objetivo es que la tecnología pueda estar al servicio delas personas y no a la inversa. Es decir, se considera al trabajador o al usuario como una pieza clave que permite el desarrollo de los procesos o las organizaciones, donde las tecnologías deben ajustarse a las necesidades constantes de la industria y que no sean las personas las que tengan que adaptarse a los cambios sistemáticos producidos por la innovación y la acelerada evolución.

A pesar de ello, en muchos casos uno de los principales temores al hablar de digitalización de procesos, robotización o automatización suele ser la pérdida de puestos de trabajo. Es muy común la asociación de robotización y pérdida de empleo, aunque los datos dicen lo contrario. Los países que han integrado la transformación digital de forma más estructural son los que menos tasa de paro tienen, ya que precisamente permite aumentar la eficiencia de las organizaciones, la optimización de costes y -sobre todo- permite centrar al trabajador en todos aquellos aspectos en los que aporta su máximo valor.

El ejemplo del empoderamiento del empleado, en cuanto a la sostenibilidad, es el uso de tecnologías digitales intuitivas que permiten la mejor toma de decisiones en base al conocimiento. La plataforma AbilityTM Energy Manager de ABB convierte los datos energéticos en información útil para optimizar la toma de decisiones y la gestión energética de edificios, infraestructuras e industrias. Una de las grandes ventajas de la plataforma es su flexibilidad para conectar múltiples sistemas y la facilidad de implementación gracias a la tecnología Plug&Play de ABB.

Resiliencia

La nueva Industria 5.0 entiende el concepto de resiliencia como la capacidad del sector industrial de adaptarse a los diferentes cambios que se van sucediendo y mantener su niveles de servicio y de seguridad para las personas. Para lograr un futuro próspero de la industria, esta debe ser capaz de afrontar las posibles consecuencias y crisis que se sucedan como por ejemplo en el contexto de la pandemia de COVID-19. De esta manera, una industria preparada para cualquier fallo o interrupción no verá necesario parar o disminuir la producción para poder hacer frente a la nueva situación.

Por medio de una gestión de datos y activos de forma proactiva, podemos prever y anticiparnos a diversos errores. Con sistemas como ABB AbilityTM Asset Manager es posible monitorizar el estado de salud de la infraestructura eléctrica de cualquier edificio o industria, se efectúa el análisis predictivo para detectar posibles fallos futuros, a la vez que es posible conocer las tendencias de rendimiento y recibir notificaciones previas incluso a la propia alarma. Además, permite la planificación del mantenimiento de los activos, lo cual reduce el tiempo de inactividad no planificado y los costes generados por las interrupciones de servicio.

La gestión de la energía y de los activos a través de este tipo de sistemas pueden ayudar a lograr la eficiencia energética, poner el foco en los trabajadores y aumentar la capacidad de adaptación y reacción del sector industrial

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