El Ministerio de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología de Japón (MEXT) está planeando construir un sucesor de la supercomputadora Fugaku del país, que, según afirma, será la primera supercomputadora a escala zetta del mundo.
Sin embargo, debe tenerse en cuenta que el rendimiento máximo a escala zetta que la supercomputadora, denominada Fugaku Next, pretende lograr se relaciona con el rendimiento de la IA, que se mide en FP8, o cálculos de precisión de 8 bits, en comparación con el rendimiento computacional tradicional que se mide en cálculos de doble precisión, también conocidos como FP64, el estándar de la industria para sistemas grandes.
Un sistema que cuenta con 100 petaflops de rendimiento FP64 es más potente que un sistema que ha alcanzado 100 petaflops de rendimiento FP8, por ejemplo.
A pesar de estos tecnicismos, según un documento de planificación publicado por MEXT y reportado por primera vez por Tom's Hardware, si la supercomputadora se construye como está planeado, cada nodo del sistema propuesto tendría un rendimiento máximo de "varios cientos" de teraflops de rendimiento FP64.
En comparación, cada nodo de Fugaku, que ocupó el cuarto lugar en la lista más reciente Top500 de las supercomputadoras más poderosas del mundo, tiene un rendimiento máximo de 3,4 teraflops de rendimiento FP64.
En total, Fugaku tiene una puntuación de referencia HPL (Linpack de alto rendimiento) de 379,70 petaflops.
A pesar de esta salvedad, si Japón logra alcanzar esta hazaña antes de la fecha prevista de 2030, el país probablemente volverá a albergar la supercomputadora más rápida del mundo.
Según otro informe del medio de comunicación Nikkei, el ministerio quiere que el Centro RIKEN de Ciencias Computacionales de Japón y Fujitsu comiencen a desarrollar la supercomputadora el año próximo. El ministerio planea asignar 29,06 millones de dólares para el primer año de desarrollo, y se espera que la financiación gubernamental para el proyecto ascienda a más de 761 millones de dólares.
Según el documento, el ministerio también quiere que Fugaku Next se construya con tecnología japonesa, lo que convierte a Fujitsu en el posible proveedor para mantener la compatibilidad del software con los superordenadores existentes de RIKEN. También especifica que el sistema debe contener un sistema de almacenamiento avanzado capaz de albergar cargas de trabajo tanto tradicionales como de inteligencia artificial.