Un cable submarino que conecta a Cuba con el territorio francés de ultramar de Martinica ha comenzado a probarse en abril.

El cable Arimao, desplegado por la empresa de telecomunicaciones Orange y la estatal cubana Etecsa, se anunció por primera vez en diciembre, una semana después de que los reguladores estadounidenses bloquearan una aplicación separada para conectar a Cuba con EE.UU.

Cuba no tiene cables submarinos directos a los EE.UU. (excepto uno a la Bahía de Guantánamo controlada por los EE.UU.) debido a las sanciones y restricciones de los EE.UU. El país depende únicamente del cable ALBA-1 a Venezuela que se desplegó en 2011.

La demanda de Internet en Cuba ha crecido significativamente desde 2011, pero la capacidad no se ha mantenido, y los diarios locales informan cortes frecuentes y velocidades bajas. El WiFi privado en hogares y empresas solo se legalizó en 2019, lo que ayudó a generar aproximadamente 7,1 millones de usuarios de Internet cubanos.

El cable Arimao de 2.500 kilómetros se desplegó en enero, conectándose a una estación de aterrizaje de cables en Cienfuegos, y aumentará significativamente la conectividad de Cuba cuando se lance a finales de este año. Sin embargo, Etecsa y Orange no han revelado la capacidad del cable.

Martinica, al sureste de Cuba, es parte de las Antillas francesas (Antillas). Sirve como punto de aterrizaje para múltiples cables submarinos, incluidos ECFS, Southern Caribbean Fiber, Americas-II y Kanawa.