El 84% de las empresas europeas están llevando a cabo sus cargas de trabajo combinando diferentes tipos de cloud, pero sin una total integración entre ellos. Este modelo multi-cloud es el habitual en sus infraestructuras de TI. La adopción de la nube híbrida supone un paso más, a través de la creación de entornos con un alto grado de interoperabilidad y gestión integrada.

Ésa es una de las principales conclusiones de un estudio –encargado por NTT Com y Dell EMC y realizado por 451 Research– sobre cómo las empresas europeas están planificando el despliegue de entornos de nube híbrida y lo que significa para los proveedores de servicios.  

"A menudo, este modelo multi-cloud es considerado como un paso intermedio hacia un modelo cloud  totalmente híbrido”, explica Liam Eagle, jefe de Investigación del área de cloud, hosting y servicios gestionados de 451 Research.

“Más del 80% de los encuestados en el estudio declaró que actualmente utiliza múltiples entornos cloud, con distintos grados de integración, migración e interacción entre ellos. Quizás lo más significativo es que aproximadamente una de cada cuatro empresas utiliza ya alguna forma de cloud híbrido, facilitando la entrega de una única función de negocio sin interrupciones a través de múltiples entornos", añade.

En torno al 63% de las empresas ya cuenta con una estrategia en firme o piloto para desplegar una nube híbrida. Entre las ventajas que se pueden apreciar se incluyen un despliegue más rápido, agilidad del negocio mejorada y reducción de costes.

Migrar las cargas de trabajo de sistemas legacy desde sus entornos actuales “tal como están” o “después de refactorizar” registra la mayor proporción (44%) de las implementaciones en el cloud privado.

La seguridad de los datos, la privacidad y las obligaciones regulatorias, incluyendo todo lo referente al Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) de la Unión Europea, van a determinar la ubicación de los datos en el cloud híbrido, y el 45% de las empresas identifica la seguridad y el cumplimiento como aspectos esenciales en sus estrategias de cloud híbrido.

Alrededor del 23% de las empresas encuestadas consideran la migración, la puesta en marcha y la gestión de las cargas de trabajo en la nube como servicios de cloud híbrido para los que buscarían el apoyo de terceros.

Seguridad gestionada, networking y servicios de valor añadido son los tres aspectos clave que consideran para abordar los desafíos que suponen las infraestructuras híbridas en materia de identidad, conectividad y cumplimiento.

En torno a un 48% de las grandes compañías y multinacionales utilizarán el cloud híbrido de Azure para complementar sus entornos legacy existentes, o bien como vía de entrada para transformarlos en un modelo de “IT como servicio”, con la ayuda de proveedores de servicios.

Según Damian Skendrovic, CEO de NTT Com Managed Services, existen diversas razones que están haciendo crecer el interés en los entornos de cloud híbrido: "Entre los principales factores decisivos para el negocio destaca el deseo de mejorar la velocidad en el despliegue de aplicaciones y servicios para optimizar la agilidad empresarial. Pero, al mismo tiempo, esto plantea desafíos como la gestión de la seguridad, la complejidad operacional o la migración de sistemas legacy".

Y, aunque las empresas pueden utilizar recursos internos para conseguir estos objetivos, muchas de ellas no estarán en posición de hacerlo, según el estudio. "Los proveedores de servicios jugarán un papel vital”, explica Skendrovic, “ya que las empresas priorizarán sus necesidades de migración de cargas de trabajo, puesta en marcha y servicios de gestión multi-cloud a través de su externalización a proveedores especializados en servicios de infraestructura y aplicaciones".