El uso ineficiente de los recursos informáticos crea pérdidas en cualquier empresa, y las operaciones de TI a gran escala no son ajenas a esto. Con las cargas de trabajo de TI, que se mueven y procesan cada vez más en la nube, el exceso de potencia de cálculo se ha convertido en un problema. “Para evitar el excedente, es vital tener la estrategia correcta al crear la arquitectura de la aplicación, y monitorear la eficiencia de la aplicación a lo largo de la operación”, señala Mark Neufurth, director de Estrategia en IONOS.

El gasto innecesario en la nube se produce cuando las empresas adquieren más capacidad de la que realmente necesitan. La empresa de estudios de mercado Gartner ha descubierto recientemente que en 2019 las empresas de todo el mundo pagaron más de 12.000 millones de euros por recursos de cloud innecesarios, y los costes se elevarán a unos 20.000 millones de euros en 2021. Esto significa que el 35% del gasto mundial en infraestructura de la nube es innecesario.

Recursos no utilizados

Según IONOS, cuantos más datos y aplicaciones haya en la nube, mayor será el riesgo de pérdidas, ya que cada vez es más difícil seguir su rastro. Por cada nueva aplicación que se crea en la nube, se necesitan nuevos recursos que no siempre pueden adaptarse a los requisitos de la aplicación. Además, los centros de datos deben garantizar contractualmente a sus clientes que podrán disponer de la máxima capacidad en cualquier momento. Lo ideal sería que los usuarios redujeran a corto plazo las capacidades de la nube que necesitan una vez finalizada una tarea, aunque muchos usuarios no lo hacen. Según encuestas recientes, el 44% de los gastos específicos de las nubes en todo el mundo se deben a recursos no utilizados. Los costes adicionales por no cerrar los recursos de la nube una vez que se han utilizado ascienden a 8.000 millones de euros anuales.

Nubes sobredimensionadas

Los desarrolladores establecen en muchos casos capacidades excesivas en la nube. Una de las razones de esto es que, por un lado, los requisitos físicos rara vez pueden ser planificados con precisión. Esto es especialmente peligroso si la persona que determina el alcance de los escenarios de la nube es inexperta y, por lo tanto, prefiere sobrecompensar. A esto se suma la falta de claridad en los precios de algunos proveedores de cloud computing. Aunque la mayoría de los proveedores facturan por horas o por minutos, los precios suelen tener una estructura muy diferente y no todos son transparentes.

Las empresas que carecen de la experiencia necesaria en la nube corren un riesgo mucho mayor de elegir un tamaño incorrecto y añadidos innecesarios. Sin embargo, desde hace tiempo existen proveedores que dan soporte a los nuevos clientes, ofreciendo servicios profesionales en igualdad de condiciones y asesoramiento sobre la arquitectura de la nube. “En torno al 40% de los servicios Cloud está sobredimensionado. Sin embargo, la simple reducción no es una tarea fácil. El mejor enfoque es elegir proveedores de IaaS que permite la elección de los recursos”, añade Mark Neufurth.

La caída del retorno de la inversión con el aumento de los costos

Los efectos negativos de estos excesos en la nube son complejos. Si las empresas no pueden utilizar las capacidades adquiridas, el retorno de la inversión se reduce debido a los costos innecesariamente altos. Y esto a su vez propicia una reacción en cadena: si se reducen los beneficios, las empresas pueden invertir menos, lo que tiene un impacto negativo en la viabilidad.

Para los proveedores de cloud computing la situación empeora. Según IONOS, cuando las capacidades de los servidores existentes se reservan, pero no se utilizan, o los usuarios de la nube sólo cubren picos de carga elevados durante un período de tiempo limitado, los operadores de la nube tienen que disponer de servidores adicionales. Esto eleva los costos para todos los clientes, que deben pagar la factura de las inversiones en centros de datos. El hecho de que las empresas utilicen nubes múltiples dispersas por todo el mundo también aumenta indirectamente los costos. Una estrategia multi-nube de este tipo tiene sentido en principio, sin embargo, muchas empresas no consiguen asegurar el máximo uso y la eficiencia de costes.

También hay que tener en cuenta los aspectos ecológicos. Los servidores y la infraestructura de los centros de datos necesitan mucha electricidad, sin mencionar el proceso de producción de equipo técnico, que requiere mucha energía y recursos. Sin embargo, los proveedores de nube sostenibles se están centrando en el uso de energía renovable y en el aprovechamiento de las posibilidades de eficiencia.

¿Cómo se pueden evitar las cargas innecesarias de las nubes?

A menudo lleva mucho tiempo apagar las máquinas virtuales, o es demasiado difícil para los usuarios de la nube cambiar a costos de TI flexibles, en lugar de tarifas planas predecibles. El coste del sobredimensionamiento asciende a unos 4.800 millones de euros anuales. Para evitar esto, hay que ordenar la cantidad exacta de máquinas virtuales que realmente se necesita para un propósito específico.

Según un estudio de Jonathan G. Koomey, ex profesor de las universidades de Stanford, Berkeley y Yale, el 80% de los centros de datos internos están sobredimensionados en cuanto al espacio de almacenamiento necesario. Si las empresas cometen el error de transferir la capacidad que creen que necesitan a la nube, pagan un 36% más de lo necesario.

“Los usuarios deben elegir un proveedor Cloud que ofrezca precios claros desde el principio. Además, la escalabilidad granulada de los recursos de la nube - completada por interfaces de administración fáciles de usar e interfaces claramente definidas para la infraestructura compuesta automática - ayuda. La capacidad es un recurso valioso. Pero todavía tenemos que aprender a utilizarlo eficientemente en un entorno Cloud”, concluye el director de Estrategia en IONOS.