La Comunidad de Madrid ha comenzado la renovación de todo el sistema de comunicaciones de Metro de Madrid, comenzando con la línea 8.

Con la instalación del sistema de comunicaciones RailNET en la línea 8 de Metro, el suburbano va a iniciar la renovación de todo su sistema de comunicaciones.

El objetivo pasa por mejorar la capacidad, seguridad y fiabilidad de la red actual y sentar las bases para poder desarrollar el proyecto Estación 4.0, que implica una revolución tecnológica global de este transporte público.

Este proyecto en la Línea 8 entre Nuevos Ministerios y Aeropuerto Terminal 4 tiene un presupuesto de 6 millones de euros y un plazo de un año para concluir su desarrollo. Esta actuación es imprescindible para desarrollar la renovación tecnológica del suburbano.

La iniciativa engloba la modernización de las estaciones y la creación de un nuevo Centro de Procesamiento de Datos y un Centro de Control Operativo de la Red que tenga funciones de operación, seguridad, mantenimiento de instalaciones y material móvil.

La modernización del sistema de comunicaciones, denominado RailNET, comenzará en la línea 8 y afectará a todas sus estaciones, su Puesto de Seguridad y los siete centros de la red que permiten conectar todas las instalaciones de las estaciones con los puestos de mando y tecnológicos de Metro de Madrid.

Con esta actuación se dará respuesta a los nuevos requerimientos de seguridad, conectividad y calidad de servicio que necesita la compañía para evolucionar y ofrecer nuevas y mejores prestaciones a los usuarios.

El nuevo sistema incluirá la redundancia real de la red física, con duplicidad de los cables de fibra y reparto físico de cuartos de comunicaciones, eliminando los puntos únicos de fallo; la segmentación de la red para poder ofrecer nuevos servicios a los usuarios; y el incremento, para evitar cualquier problema de seguridad, de la red frontera corporativa de acceso a Internet, que es aquella que garantiza las conexiones seguras entre Metro y los clientes por este sistema.

Todo ello garantizará el poder centralizar la gestión y explotación de la red en los futuros CPD y CCOR, así como evitar el mando local desde las estaciones cuando se detectan fallos de comunicación. La mayoría de los trabajos que se realicen tendrán carácter nocturno y concluirán con el proceso migratorio entre la antigua red y el nuevo sistema, que deberá realizarse de forma controlada y sin que afecte al servicio.