En los últimos años, Querétaro se ha convertido en la zona que más atrae inversión extranjera y nacional en la implementación de centros de datos de clase mundial, según el informe de Cushman & Wakefield “Data centers Global Market Comparison 2021”. La región también fue citada como uno de los principales mercados del mundo en el informe de 2022.
La inversión total de Ascenty para la instalación de los dos nuevos centros de datos, ubicados en la ciudad de Querétaro, fue de R$ 1 mil millones (187 millones de dólares). Ahora, la empresa de colocación tiene 28 unidades en Brasil, Chile y México, con 21 en operación y siete en construcción.
Mientras que México 1 tiene una superficie de 20.000 m² y una potencia total de 21 MW, México 2 ocupa 24.000 m² y tiene una capacidad de 31 MW. Las estructuras entraron en operación el 1 de julio y ya abrieron con parte de los centros de procesamiento de datos ocupados por clientes: México 1 con 25% del total y México 2, con 20%.
“Querétaro es atractivo por su ubicación geográfica: cercano a la zona industrial del Bajío y la Ciudad de México, pero con bajo riesgo de catástrofes naturales como terremotos, huracanes o tornados; y una infraestructura eléctrica eficiente con disponibilidad de energía para centros de datos”, dice Chris Torto, CEO y fundador de Ascenty. “Además de estas aperturas en México, consolidaremos nuestro liderazgo en Latinoamérica con la puesta en marcha de nuestra segunda unidad en Chile, a finales de este año, además de evaluar nuestra entrada en otros mercados de la región, como Colombia y Perú."
Como todos los centros de datos de Ascenty, las nuevas unidades en México están clasificadas como Tier 3 (TR3) y cuentan con un sistema de distribución tri-bus que permite que los generadores funcionen por más de 48 horas sin suministro. Además, cuentan con un sistema de refrigeración de alto rendimiento, operando en los pasillos técnicos laterales con redundancia.
Los nuevos centros de datos están interconectados por una red de fibra óptica 100% subterránea con cuatro rutas diferentes entre ellos, que también conectan con los principales puntos de conectividad.
En cuanto a la seguridad física, el monitoreo es ininterrumpido las 24 horas del día, los siete días de la semana, con detección automática de movimiento de alta definición y un equipo de seguridad capacitado. Adaptándose a la realidad local, los centros de datos en México se construyeron siguiendo recomendaciones específicas para zonas con actividad sísmica.