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Algar Telecom, una empresa de tecnología de la información y telecomunicaciones del Grupo Algar, anunció el inicio de la operación de su cuarta planta fotovoltaica. La nueva planta fue construida en Iacanga, en el interior de São Paulo, Brasil, y al igual que las otras tres, la producción estará destinada completamente al consumo de la compañía.

Ahora, la empresa debería evitar una emisión anual superior a 950 toneladas de CO₂ a partir de la generación de las 4 unidades. La primera planta en operar fue Capim Branco I, en Uberlândia, Minas Gerais. La segunda también está en la ciudad minera y la tercera en Bela Vista de Goiás. Todas en Brasil.

La unidad paulista funciona como una granja solar y será capaz de atender a todas las unidades de Algar Telecom bajo la concesión de la Compañía Paulista de Fuerza y Luz (CPFL). La planta de Iacanga fue construida por GreenYellow, que también es responsable de la inversión, operación y mantenimiento del sistema durante 15 años.

Con una capacidad de producción anual de hasta 4,5 GWh dependiendo de las condiciones climáticas, ocupa una superficie de seis hectáreas, cuenta con 3.960 módulos fotovoltaicos y puede generar energía equivalente al consumo de 2.300 hogares por año. Su funcionamiento está alineado con el concepto de crédito de energía solar a través de la generación distribuida.

"La inauguración de la cuarta planta demuestra que tenemos una cultura fuertemente orientada hacia la sostenibilidad que se refleja en nuestras acciones. Las plantas fotovoltaicas contribuirán a nuestra matriz energética, que ya proviene al 100% de fuentes renovables, y forman parte de un conjunto de iniciativas de la compañía con el compromiso de buscar la eficiencia energética", explica Ana Paula Rodrigues Marques de Oliveira, vicepresidenta de Personas de Algar Telecom.

Recientemente, Algar Telecom realizó su primera emisión de bonos vinculados a la agenda ESG. El movimiento tiene como objetivos, además de la inversión en generación de energía limpia, reducir, para 2030, las emisiones absolutas de gases de efecto invernadero de la empresa en un 53% y alcanzar el 91% de consumo de energía proveniente de fuentes renovables de proyectos propios en toda la matriz energética hasta 2026.

La modalidad de autoconsumo remoto de la generación distribuida permite que la energía inyectada en la red del concesionario local se convierta en créditos que pueden descontarse de las diferentes unidades consumidoras de Algar en la región de este concesionario. Este modelo permite una generación más cercana al lugar de consumo, reduciendo pérdidas, así como mayor previsibilidad y reducción del costo de la energía a largo plazo.

"GreenYellow se ha posicionado como el socio estratégico para empresas de diversos sectores, como telecomunicaciones, farmacias minoristas, entre otros, en lo que respecta a la transición energética. Hasta el momento, la empresa ha llevado a cabo todo el proceso, que incluye inversión, construcción, operación y mantenimiento de plantas, en más de 80 proyectos en varias regiones brasileñas. Los contratos con estas características demuestran la actuación de GreenYellow como uno de los principales actores de infraestructura del país", afirma Marcelo Xavier, presidente de GreenYellow en Brasil.

Las prácticas ESG de Algar Telecom se evidencian por los premios que la empresa ha recibido, afirma Ana Paula Rodrigues. Entre ellos, señala, la conquista, por décima vez, como el operador de telecomunicaciones que adopta las mejores prácticas en atención al medio ambiente, responsabilidad social y gobernanza en Brasil, en la categoría de Telecomunicaciones, Tecnología y Medios del premio "Mejores de ESG" de Exame. La compañía es signataria de la Red Brasil del Pacto Mundial de la ONU y con la adhesión a 10 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), directa o indirectamente.