En la primera parte del artículo ya tuvimos la oportunidad de adentrarnos en algunos de los retos a los que se enfrentan las compañías de cloud y colocation en un momento de transformación digital. A continuación ahondamos aún más en la materia.

Colocation, ¿un commodity?

Colocation es uno de los sectores que más ha tenido que adaptarse a las demandas del mercado en los últimos años. Las compañías que lo ofrecían –ya fueran colos, telcos, carrier neutral, integradoras…- se han visto obligadas a evolucionar y a incluir en su porfolio nuevos servicios que les aportasen un valor añadido. “Colocation es un comodity en aquellos casos donde el valor añadido es menor, no debe limitarse solo a potencia y frío”, afirma Assink, de Interxion. Aunque la necesidad de espacio siga ahí, todos coinciden en que el sector de colocation puro y duro llegará a desaparecer con el paso de los años.

“El negocio puro, entendido como colocation, no cubre todas las necesidades que tiene el cliente y cada vez menos, con lo cual hay que complementarlo con otras alternativas”, añade González, de Telefónica, cuya compañía ha optado por ofrecer una solución que permita a los clientes migrar a unos sistemas muy específicos y dedicados.

Los operadores carrier neutral han apostado por la comunicación como valor añadido. “Antes la infraestructura era lo que mandaba, ahora el factor diferencial consiste en estar bien comunicado. La necesidad de los clientes y el planteamiento de no tener un data center propio ya no es un criterio económico”, puntualiza Jiménez, de Itconic. Por otro lado, los operadores son más partidarios de ofrecer una estructura cloud. “El que no posea una buena conectividad cloud tiene menos opciones de competir”, afirma García, de Interoute. Sea de una forma u otra, ambos sectores van a seguir creciendo: “la inteligencia artificial, los robots o la realidad virtual van a traer cada vez más necesidades y más datos que analizar y guardar”, comenta Coplo, de OVH.



Todo esto indica que los centros de datos seguirán aumentando sus metros cuadrados en España. “Al final con lo construido no creo que sea suficiente. Viendo un poco las necesidades de los operadores de cloud pública, del espacio y sobre todo de la potencia, efectivamente va a haber mucho crecimiento en Madrid, sin duda”, comenta García, de Interoute.

A esto se le suma que construir un centro de datos ya no requiere tanta inversión como antes. Por ejemplo, se puede tener un data center fiable y con redundancia en otro punto de Europa cumpliendo las leyes de protección de datos, sin necesidad de un centro individual, lo que supone un ahorro de costes. “Esto ha hecho que aparezcan muchos otros players, no sólo los tradicionales o los operadores, sino gente que construye un centro de datos de menor calidad”, añade.

En comparación con el centro de Europa, el crecimiento cloud, sobre todo público, está provocando que “lo que nosotros medimos en kilovatios, ellos lo midan en megavatios. Esto llegará a Madrid sí o sí”, vaticina Assink, de Interxion. “Sin embargo, hoy por hoy no tenemos capacidad de atender la demanda que va a haber”. Y es que la capacidad de los carrier neutral es limitada en España y “veremos si somos capaces de asumir más carga en los próximos años. Es un bien escaso”, dice Jiménez, de Itconic.



En el panorama internacional, los grandes proveedores cloud —Amazon, Microsoft y Google— han optado por construir nuevos centros de datos en otras regiones fuera de las fronteras americanas con el fin de ofrecer mayor latencia a sus clientes y “por cuestiones de marketing”, apunta Gallego, de T-Systems.

Al mismo tiempo, el mercado asiático llega pisando fuerte. Global Switch, por ejemplo, ha vendido por 4,6 millones de libras (20 veces su Ebitda) un 49% de la compañía a un consorcio chino porque, según nos revela Gruber, “tienen planes muy ambiciosos”. Este proyecto incluye 6 megas solo en Alemania para China Telecom y el posicionamiento de sus bases en países Tier I. “Ahora mismo tenemos unos 300.000 megavatios y estamos construyendo 100 megavatios más en Hong Kong, con planes de crecimiento en Shanghái, Ámsterdam, París, Londres y también en Madrid”, apunta.

Otra compañía que planea el crecimiento en España es OVH. La firma, que cuenta con 20 data  centers en el mundo, tiene previsto construir próximamente en Madrid. “Necesitamos abrir un centro de datos en España, primero porque tiene impacto de marketing y segundo por temas de leyes, la gente prefiere alojar sus datos en su país por cuestiones de seguridad”, comenta Coplo.

En definitiva, la necesidad de almacenar más máquinas seguirá creciendo, aunque lo que sí cambiará, dicen, será la relación con el cliente: “Aparecerán terceros que compren la capacidad de análisis y procesamiento de datos para darle aplicación”, opina González, de Telefónica. “Por ello, tenemos que estar muy preparados”.

 

Locales vs hiperescalares

Amazon, Microsoft, Google y ahora Oracle, como cuarto jugador, avanzan con paso firme en el mercado mundial de los centros de datos. Para los proveedores de servicio locales, esto no supone una competencia real. “No creo que exista competencia sino coopetencia. Como proveedor local les venimos muy bien, además somos muy cómodos también para el usuario final”, afirma Gruber, de Global Switch. En la misma línea, González, de Telefónica, apunta que su planteamiento es adaptar la solución a lo que quiere el cliente.

“Nosotros nos debemos a lo que piden nuestros clientes que, en muchos casos, se relaciona con lo que es mejor para su negocio desde el punto de vista técnico, operativo y económico. Por ello, complementamos nuestras propuestas en el entorno híbrido. En definitiva, queremos ser el partner del cliente que le da servicios”.



En el caso de Interoute, el objetivo es buscar un nicho donde sus valores tengan más fuerza. “Queremos que los clientes valoren una solución 100% privada, la cercanía a los contenidos y las transferencias de datos sin coste, por ello ponemos aquí nuestro foco de negocio”, señala García, de Interoute. Por su parte, T-Systems se dirige a grandes empresas, cuya labor es optimizar sus servicios y eliminar al máximo la complejidad de la tecnología.

“Las compañías nos piden que les descarguemos de la complejidad aprovechando al máximo los recursos que hay en la cloud pública de Amazon o Azure”, comenta Gallego.

La firma, que cuenta con cinco data centers en todo el mundo, ve difícil que, con el modelo de Amazon, haya muchos players en el futuro. En conclusión, más datos, más metros, más servicios y más crecimiento será el panorama que domine el sector de los centros de datos en los próximos años.