La construcción de un Data Center requiere un gran desembolso económico derivado de múltiples factores como el emplazamiento, la adquisición de servidores o el proceso de obtención de permisos, entre otros. No obstante, tras ello, el gasto más significativo a lo largo de su vida útil es el relacionado con la energía.
Para hablar sobre este tema, el próximo día 15 de abril, diferentes actores de la industria pondrán sobre la mesa en DCD>Hyperscale Impact la urgencia de constituir un marco de iniciativas energéticas específicas que se ajusten a las necesidades de un sector sobre el que se está erigiendo la economía digital. Manuel García, Director General de Política Energética y Minas del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico; Pablo Ruiz-Escribano, Vicepresidente División Secure Power y Field Services en Iberia de Schneider Electric; Juan Vaamonde, Country Manager de España y Director de Operaciones de Data4; y Emilio Díaz, CEO de Nabiax, hablarán sobre este tema, pero antes han querido compartir con nosotros unas pinceladas sobre lo que se hablará durante en el panel en el que participan titulado: “Acceso y coste de Energía: ¿Qué factores son críticos para facilitar las inversiones en esta industria en España?”
España todavía se encuentra lejos de ser un país que favorezca las inversiones en Data Centers, dado que la factura eléctrica es la más alta de entre los cinco mercados más representativos del sector en Europa, solo por detrás de Inglaterra. Mientras que, por su parte, Montreal se caracteriza por ser la ubicación donde el coste de energía es el más bajo, tal y como arroja el "Data Center Global Market Comparison 2021" de Cushman & Wakefield Data Center Advisory Group.
Pero, ¿qué factores son críticos para facilitar las inversiones en esta industria en España? Para Manuel García, “hay 3 dimensiones relevantes: en primer lugar, es imprescindible garantizar el acceso físico y de calidad al suministro eléctrico, a través de una red mallada, robusta y con índices de calidad y redundancia elevados; en segundo lugar, se debe asegurar un precio competitivo y señales de precio adecuadas tanto de la parte regulada de la factura (peajes, cargos, fiscalidad) como de la parte liberalizada (energía y mercados a plazo); en tercer y último lugar, es fundamental permitir que el suministro eléctrico sea sostenible y sin emisiones para reducir el impacto ambiental asociado a la economía digital.”
Por su parte, Juan Vaamonde, opina que: “Si se dieran las condiciones apropiadas en cuanto a fiscalidad, el acceso a la energía y de suelo desarrollable, se podrían atraer inversiones solo en infraestructuras físicas del entorno a 2.500 millones de euros durante los próximos cinco años. Esta inversión en infraestructura provoca un efecto multiplicador en las inversiones en otras industrias, así como en la creación de puestos de trabajo, que cuantificamos en aproximadamente 12 veces la inversión indicada, a la vez que ayudará a que la brecha digital con nuestros vecinos del norte no se incremente.”
Emilio Díaz aporta en este sentido que “el mayor escollo que encontramos es el acceso a ella en las grandes cantidades que necesitamos. Los periodos de planificación del operador del sistema eléctrico son de 5 años, por lo que podemos tardar varios años en disponer de la potencia eléctrica necesaria". A lo anterior agrega: "Esto es un punto de máxima importancia, pues los grandes proveedores de nube (hiperescalares) están buscando implantarse en un plazo corto de tiempo, y tienen una alta demanda tanto de espacio como de potencia TI. Por ello, nuestro sector requiere de una mayor flexibilidad en este aspecto para poder acceder a la energía a corto plazo con el fin de satisfacer dicha demanda de los clientes. En este sentido, lo que pedimos como operadores de centros de datos es una mejor coordinación entre administraciones públicas, operador del sistema eléctrico, compañías distribuidoras y la industria de data center, que contemple estas necesidades en la planificación de la distribución eléctrica".
Finalmente, Pablo Ruiz-Escribano opina que: “España es el mejor país de Europa a nivel de infraestructura de telecomunicaciones; sin embargo, la planificación de la red eléctrica debería ser más ágil y facilitar el acceso a la energía a estas instalaciones. Debemos tener muy presente que la implantación de los grandes Centros de Datos es muy corta en tiempo e intensiva en energía, como es el caso del de Amazon en Zaragoza que requiere una potencia de más de 120 megavatios. Facilitar todo el proceso y conseguir crear más instalaciones de este tipo aportaría ventajas infinitas tanto a nivel económico como social, ya que alrededor de estos grandes centros de datos se pueden crear ecosistemas valiosísimos, que integren también pequeñas y medianas empresas, universidades, etc".
El precio del coste de la energía en comparación con otros países de la región, así como la pregunta acerca de cómo la pandemia provocada por la Covid-19 ha podido influir en este sentido, son temas que serán tratados en profundidad el próximo día 15 de abril, en el Panel - Acceso y coste de Energía: ¿Qué factores son críticos para facilitar las inversiones en esta industria en España? y que nuestros ponentes nos explicarán desde su punto de vista durante la celebración del evento virtual organizado por DatacenterDynamics.