Como parte de su plan corporativo de transformación digital, Indra inauguraba en 2012 un gran centro de datos –5.000 m2 de construcción– en la localidad madrileña de San Fernando de Henares, con un objetivo clave: consolidar la infraestructura de data center que la compañía tenía repartida por sus diferentes sedes, pasando de gestionar de forma agregada de 20 racks a más de 200.

Dado el importante papel de esta infraestructura, como núcleo desde el que se gestionan todos los sistemas internos de la compañía a nivel internacional, vieron la necesidad de una herramienta que permitiese un control total de los activos, desde que entraban por el muelle de carga hasta que ponían en servicio el aplicativo correspondiente.

“Necesitábamos minimizar los tiempos de esa puesta en marcha y, para ello, sabíamos que la única forma de conseguirlo era la unificación de las diversas fuentes de información existentes”, apunta Óscar Fernández, data center manager de Indra.

La respuesta pasó por la implementación de un sistema DCIM –la solución iTRACS, en un proyecto desarrollado por Bjumper–, dentro de la iniciativa Indra DCSO Keystone Services Delivery Project, que no solo les ha permitido conseguir la mejora de gestión que buscaban, sino también alzarse con uno de los galardones en los DCD Awards 2017 celebrados a nivel global.

Indra Awards

Un proyecto en cuatro fases

Para Indra contar con una solución DCIM era imprescindible de cara a consolidar toda la información generada por multitud de recursos y, de ese modo, poder tomar las mejores decisiones de negocio: desde los datos procedentes de diversas fuentes existentes (Visio, Excel, etc.) hasta de diferentes sistemas (BMS, Intel DCM, VMware, Hyper V, etc.).

Desde su inicio en enero de 2014, el proyecto se ha desempeñado en cuatro etapas claramente diferenciadas:

- Fase 1: Proyecto DCIM, cuya función principal fue la convergencia de los sistemas bajo una única fuente de información resolviendo retos como la gestión de los activos, la monitorización y la gestión del cambio.

- Fase 2: Proyecto de IoT, buscando la mejora en granularidad de datos en el sistema de monitorización. “Fruto de ello disponemos actualmente de datos de consumo por dispositivo, así como del mapa térmico de la sala base para conocer la salud del data center”, explica Fernández.

- Fase 3: Gestión de la continuidad: se desarrolló una integración compleja con el sistema de ticketing corporativo para dar respuesta a todas las necesidades de los peticionarios de los servicios, así como a los diferentes equipos de trabajo del data center.

- Fase 4: Virtualización. “En la capa de servicio ya teníamos la infraestructura física bajo control y teníamos que dar el primer paso a la capa lógica, así que comenzamos con la virtualización. Gracias a la integración con HyperV y VMware conseguimos trazar hasta el servicio”, añade.

Integrar el sistema DCIM con las tecnologías existentes de Indra fue un proceso no siempre sencillo –algunas de las integraciones estaban basadas en una redefinición de procesos que afectaban a los equipos involucrados en el data center–, por lo que fue necesario cambiar la metodología de trabajo e invertir tiempo y esfuerzos de todo el equipo.

Visión de futuro

La gestión integral que plantean desde Indra no deja de lado las nuevas fuentes de generación de datos ni las tecnologías que prometen cambiar el data center. Por una parte, desde la compañía ya están trabajando con Bjumper en la integración del DCIM con plataformas cloud como AWS o Azure, en lo que se conoce como DCSO. Por otra parte, han exprimido también las posibilidades que ofrece el Internet de las Cosas para tener un control aún mayor de la instalación.

“El proyecto de IoT asociado al DCIM es una red de sensores wireless (de temperatura, humedad y consumo) centralizados en una pasarela que envía la información al DCIM permitiendo el uso de datos a la operativa diaria”, apunta Fernández.

Adentrándose en los avances tecnológicos, Indra se ha apoyado en la funcionalidad 3D del propio DCIM para implementar iniciativas de realidad aumentada, en las que a día de hoy continúan trabajando. Así, se aplica la realidad aumentada a las visitas al data center, ofreciendo una experiencia de realidad virtual que permite al visitante interactuar dentro de la sala de TI. En un futuro inmediato, de cara a la monitorización del centro de datos, pretenden iniciar un nuevo proyecto de realidad aumentada para incrementar la capacidad en la gestión de la instalación.

Detalles que marcan la diferencia

Llevar a cabo todo el proceso de implementación de la herramienta DCIM no hubiera sido posible para Indra sin la colaboración de un partner que tomara “el proyecto como propio”, según Fernández. “Eso es precisamente lo que hizo y hace actualmente Bjumper. Si bien cualquier tecnología puede ser válida, la diferencia está en los detalles, y eso sólo está al alcance de compañías que toman el proyecto como propio”, añade.

Tras evaluar distintos sistemas, la solución de Bjumper era la única que “cumplía con los requerimientos de la compañía. La clave estuvo tanto en las funcionalidades de la herramienta como en el soporte a la implantación del proyecto que nos proponían”.

A partir de la selección, se conformó un equipo de trabajo conjunto para acomodar las fases del proyecto a los requerimientos, así como al estado de las diferentes fuentes de información, procesos de trabajo y otros sistemas existentes. Una vez se iban cumpliendo cada una de las fases, se dotaba al equipo de operaciones de la formación necesaria y se realizaba una auditoría del proyecto basada en un ciclo de mejora continua.

“Hoy puedo decir que el equipo de operaciones al completo está alineado con el proyecto. Prueba de ello es el premio que nos entregaron a finales del 2017 como el mejor equipo de operaciones del DC a nivel global” en los DCD Awards de Londres.

Este artículo aparece en la segunda edición de la revista digital de DCD, que puede consultar ya desde este enlace.