El consumo de energía de los centros de datos está atrayendo cada vez más atención como motivo de la preocupación que se tiene acerca de la sostenibilidad medioambiental, ya que la generación de datos a nivel mundial sigue aumentando minuto a minuto. Pero en lugar de ver esto como una amenaza para la transición energética sostenible y los objetivos climáticos más amplios descritos en el Acuerdo de París, los centros de datos pueden presentar una oportunidad para acelerar la transformación energética mundial hacia modelos más sostenibles.

Los servidores, el equipo de almacenamiento, las copias de seguridad, la infraestructura de enfriamiento de las instalaciones y todos y cada uno de los elementos de construcción, fabricación, operación y mantenimiento de un centro de datos requieren muchísima energía. Según Google, cada búsqueda en Internet utiliza alrededor de 0,0003 kWh, o 1 KJ, de energía. Para que nos hagamos a la idea y darle a esto un poco de perspectiva, 0,0003 kWh podrían alimentar una bombilla de 60 W durante unos 17 segundos, lo cual si bien esto a priori, puede parecer muy poco, al observar el flujo masivo de datos actual en el mundo tan digitalizado en el que vivimos, los impactos en el uso de energía y las emisiones de carbono de los centros de datos alcanzan valores estratosféricos.

Una mirada hacia el presente y futuro de México y su implicación en el mercado de centros de datos

A nivel mundial, los centros de datos representaron aproximadamente el 1% (o 205 TWh) del uso global de electricidad en 2018 y, según un informe de Data Economy, emiten tanto CO2 como toda la industria de las aerolíneas comerciales.

Estas estimaciones sugieren que la demanda anual de electricidad de los centros de datos podría crecer hasta 8.000 TWh para 2030 en el peor de los casos y hasta 1.100 TWh en el mejor de los casos. Sin embargo, con base en las tasas recientes de crecimiento del consumo de energía y las ganancias de eficiencia, parece probable que lleguemos a encontrar escenarios de consumo de electricidad en torno a los 1.100 TWh o incluso menos.

Pero, ¿y en México?

Antes de las Reformas Energéticas de 2013, el mercado energético mexicano estaba nacionalizado, con prácticamente toda la producción de hidrocarburos y electricidad controlada por Petróleos Mexicanos (PEMEX) (petróleo y gas) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), con oportunidades muy limitadas para la inversión de empresas privadas.

Las Reformas Energéticas de 2013 liberalizaron significativamente la política energética de México, autorizando la inversión privada y extranjera en los sectores de petróleo, gas y electricidad. Las reformas también facilitaron un cambio hacia fuentes de energía renovable más limpias y menos costosas, como la eólica y la solar, consideradas críticas para la capacidad de México de cumplir con sus objetivos y compromisos climáticos y ambientales nacionales e internacionales.

Durante la campaña electoral para las elecciones celebradas este verano en México, el presidente Andrés Manuel López Obrador y sus asesores fueron muy críticos con las Reformas Energéticas de 2013 del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Con raíces en las zonas rurales del sur de México y en representación del partido Morena, López Obrador expresó su preocupación por la privatización y sus supuestos impactos en las comunidades indígenas. Una visión que de un modo u otro podría llegar a suponer nuevos desafíos para encarar las necesidades energéticas sostenibles en el país dado el resultado de las últimas elecciones.

No obstante, si atendemos directamente a las necesidades y la situación energética mexicana, y sin entrar en pronunciamientos y retórica política; según un informe presentado por Mordor Intelligence, se espera que el mercado eléctrico mexicano registre una tasa compuesta anual de más del 2,5% hasta el año 2026. El informe arroja en este sentido tres puntos clave que definen la situación actual de la industria eléctrica en el país:

  • Si bien la participación del petróleo en el mercado energético de México está disminuyendo, tenía más del 44% de participación en términos de suministro total de energía primaria hacia 2020, seguido por el gas natural, con una participación creciente. Esto indica el predominio de las fuentes de generación de energía térmica en el mix energético del país.
  • En segundo lugar, se espera que la apertura del sector eléctrico a los actores privados al poner fin al monopolio de las empresas estatales genere importantes oportunidades en el mercado eléctrico del país en el futuro cercano.
  • Finalmente, se espera que los desafíos en el desarrollo de la infraestructura de T&D (Transmisión y Distribución de electricidad) durante la integración de fuentes de energía renovable con la red nacional obstaculicen el crecimiento del mercado estudiado durante este período.

Aun con todo esto, y poniendo el foco en el mercado de centros de datos en México, con el avance de la tecnología, se observa una clara tendencia hacia un aumento del consumo energético, que viene derivado en gran medida por la creciente tasa de aplicaciones, la adopción de cada vez más dispositivos conectados a la red, ya sean móviles, el IoT, las nuevas tecnologías que suelen contar con mayores características y capacidades de comunicación, los vehículos autónomos, y por supuesto la inminente llegada del 5G; sin olvidarnos del exponencial aumento en la utilización del streaming, las video conferencias, los juegos en línea o el aumento del uso de las diferentes redes sociales.

“Todo esto implica mucho mayor tráfico, procesamiento, demanda de baja latencia y por ende mayores consumos de energía para los Centros de Datos que hacen posible todo lo anterior”, dijo recientemente Humberto Alarcón, Country Data Center Segment Manager de ABB MÉXICO a DCD, con quien hablamos recientemente y que además será uno de los principales ponentes en el Panel - Tendencia en Data Centers y su impacto en el consumo energético, que se celebrará el próximo día 8 de septiembre 10:00 de forma virtual en DatacenterDynamics.

¿Cuáles son, entonces, las acciones tácticas que pueden proporcionar un beneficio inmediato y generar importantes ahorros en los costos, así como favorecer la sostenibilidad?

Para el ejecutivo de ABB, “Es importante la adopción de tecnologías dentro de los centros de datos que apoyen lo anterior y que sean altamente eficientes en el consumo energético, ya que sabemos que éste puede representar hasta un 70% de los costos de operación en un Centro de Datos.”

“Los Centros de Datos verdes no tienen por qué no ser rentables, por el contrario, estarán reduciendo sus gastos operativos con energías más económicas y segundo, estarán a la altura para satisfacer las demandas del mercado que ya busca alojar sus operaciones en Centros de Datos ecológicos comprometidos con la reducción de las emisiones de efecto invernadero.” Opina Alarcón.

Esto implica no solo un gran compromiso, si no apostar por la innovación en infraestructura que apunte a una eficiencia energética, la digitalización, tecnologías de respaldo no contaminantes, automatizar los controles buscando una mayor eficiencia y predictibilidad en miras de reducir la huella ambiental. Pero también, tal y como explica ABB en un artículo de su web titulado “Cómo los centros de datos pueden minimizar su uso de energía”: medir la eficiencia con métricas como el PUE; minimizar el uso de equipos de TI inactivos; la virtualización de servidores y almacenamiento mediante el uso de "máquinas virtuales" independientes que comparten hardware con otras aplicaciones; administrar el uso de energía de las CPU; adoptar mejores prácticas de enfriamiento; etc.

Todavía queda un largo camino por recorrer, pero el aumento generalizado de las respuestas a todas las preguntas muestra que muchos líderes digitales ven cada vez más la sostenibilidad como un elemento importante de sus estrategias de infraestructura de TI, una tendencia que esperamos que continúe a medida que regresen las preocupaciones sobre el cambio climático. al primer plano posterior a COVID-19.

México es ya el nuevo hub de centros de datos en América Latina

“El estado mexicano de Querétaro se ha convertido en el nuevo hub de centros de datos en América Latina y está dando pasos para transformarse en un polo regional de la industria 4.0”. Con estas palabras compartíamos hace pocos días en DatacenterDynamics esta noticia tan importante para la región.

Y es que son muchos ya las empresas que están apostando por aterrizar o expandir sus operaciones dentro del país.

“México es un país que destaca especialmente en el desarrollo de la industria de Data Centers. A ello contribuyen sus ventajas para las empresas locales y globales en términos de proximidad a grandes mercados como el norteamericano, además de servir de puente operacional hacia Centroamérica, el Caribe y Sudamérica.” Dijo a DCD Roberto de la Mora, CTO de Microsoft México durante el anuncio de Microsoft sobre la apertura de su nueva región de nube en Querétaro con una inversión en el país de 1.100 millones de dólares, que se usarán para la construcción de una región de centro de datos, la creación de un consejo en conjunto con el Consejo Mexicano de Negocios, un programa educativo que contempla la edificación de tres laboratorios y varias aulas virtuales enfocadas en innovación digital, así como un programa de apoyo para proteger al tiburón blanco.

ODATA quien también llegará a México con la construcción del centro de datos más grande de México llevando toda su experiencia, calidad y conocimiento para atender, principalmente, a los clientes de hiperescala, que demandan una arquitectura de centro de datos que se pueda escalar, de acuerdo con sus curvas de crecimiento

“Aún no puedo especificar la fecha, pero sí, en 2022 comenzaremos a operar con el centro de datos en México”, informaba recientemente Marcos Pupo, vicepresidente senior de nube de Oracle para América Latina, acerca de la expansión de la nube de Oracle con la cuarta instalación en América Latina.

Y finalmente Equinix, quien ya anunció recientemente a través de Amet Novillo, Managing Director de la compañía en México en una entrevista que “el MX2 está en pleno crecimiento y se encuentra en la fase 2, de las tres que tiene. En relación a esta fase 2 del crecimiento, llegaremos a un 70% de la totalidad del potencial del Data Center con 54 millones de dólares y se le va a incluir la infraestructura eléctrica, mecánica y acondicionamiento para que tengamos capacidad disponible para los clientes. Después, en la fase 3 es donde nos centraríamos en completar el diseño para todo el espacio disponible. Estamos adquiriendo tierra en Querétaro como para albergar un Data Center equivalente al doble de una cancha de fútbol, del estadio Azteca.”

Todo esto son anuncios que no hacen más, sino que demostrar el potencial de México para la industria de Centros de Datos, pero también pone de manifiesto que va a suponer un reto energético para el país como nunca antes se había visto. Pero, ¿Está la región lista para atender a las necesidades de la industria? Rey Martínez, Director de Data Centers de Sonda cree que sí:

“América Latina y el Caribe, es una región diversa y heterogénea en lo que a recursos naturales y económicos se refiere. Los desafíos en materia energética, tienen variaciones entre los países, por ende, podemos decir que existe potencial de producción de energía, procedente de los recursos hidráulicos, solares y eólicos ya que representan un gran potencial para superar los desafíos energéticos de la región y puede generar un sistema más sostenible.”

La Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) señala que el 75 % de la energía eléctrica en la región es producida por fuentes renovables. Gran parte de ese suministro es facilitado por la hidroelectricidad, que produce alrededor del 80 por ciento.

“En América Latina y el Caribe, se han desarrollado proyectos e iniciativas que han disparado la inversión extranjera y gubernamental, para la adopción de estas tecnologías, teniendo siempre como pioneros, a los países de Brasil, Uruguay, Chile, Argentina, Centro América y el Caribe, Venezuela, y por supuesto México.” Dice el ejecutivo de Sonda.

“México quiere más control sobre energía, lo que crea incertidumbre para los inversores en energía en lo amplio del espectro. A pesar de riesgos normativos, se espera que continué la absorción de energías renovables, ya que se alinean con la política de soberanía energética. El petróleo, la mayor fuente de energía de la región, disminuirá lentamente hacia el final del período analizado, cuando la captación de VE (energía solar fotovoltaica) comience a acelerarse. Las energías renovables (biomasa y la energía hidroeléctrica), apoyadas por un fuerte crecimiento de la energía solar fotovoltaica y eólica, se prevé que suministrarán el 52% de la energía primaria para 2050.”

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No cabe duda de que México se enfrenta a una situación sin precedentes en cuanto a términos de energía se refiere impulsado por la inversión de empresas de centros de datos en el país.

Si quiere saber más sobre este tema, tiene una cita con DatacenterDynamics el próximo día 8 de septiembre 10:00 de forma virtual en evento DCD>México 2021 de la mano de Juan José Hidalgo Albarrán, Head of Network and Data Center México de Volkswagen Financial Services; Humberto Alarcón, Country Data Center Segment Manager de ABB; Ricardo Arevalo, Country Manager de Odata; y Rey Martínez, Director Data Centers de Sonda protagonistas del Panel - Tendencia en Data Centers y su impacto en el consumo energético.

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