La industria del automó­vil ha experimentado una transformación de un sector bastante tradicional a un sector que necesita innovar en la nueva era digital. La tecno­logía y la industria automotriz ahora están completamente vin­culadas. ¿Por qué este sector tuvo que unirse a la transformación digital? ¿Qué traerá esta transfor­mación?

Esta transformación mejorará la experiencia en la industria auto­motriz a través del uso de fuentes digitales en todos los ámbitos: en el proceso de compra de automóviles; poniendo en operación varios ni­veles de conducción autónoma; en la cadena de suministro conectada; con un proceso de manufactura mejorado; así como con la inclu­sión de mantenimiento predictivo y programas robustos de ciberse­guridad de vehículos.

¿Cómo impactan en este sec­tor las nuevas tendencias como edge computing, la nube o IoT? ¿Cómo es posible abordar el aumento de los datos y las mayo­res necesidades de gestión en la industria del automóvil?

Con edge compu­ting, la potencia de procesamien­to de datos debe estar en el borde de la red, más cerca de la fuente de los da­tos. En este sentido, cada dispositivo, ya sea un sensor, un brazo robótico, un automóvil conectado o cual­quier otro producto inteligente, recopi­la la información y utiliza el modelo de procesamiento de datos realizado por una solu­ción escalable y optimizada que está basada en la nube, y luego lo empaqueta para su procesa­miento y análisis.

Mucho se ha dicho sobre cómo Internet de las cosas está revolucionando el mundo de la fabricación. Muchos estudios ya han pronosticado que más de 50 mil millones de dispositivos esta­rán conectados para 2020. Tam­bién se espera que se recolecten más de 1.44 mil millones de puntos por planta al día. Esta información será agregada, “desinfectada”, pro­cesada y utilizada para poder to­mar decisiones comerciales críti­cas. Esto significa que es inevitable que se produzca una demanda sin precedentes con expectativas muy altas en cuanto a la conectividad, potencia computacional y veloci­dad de servicio.

Ahora que se habla mucho sobre el automóvil inteligente y autó­nomo, ¿cómo es posible garan­tizar el 100% de conectividad? ¿Qué volumen de datos se gene­rará con el automóvil autónomo y cómo será posible gestionarlo? ¿Qué infraestructura de centro de datos se requerirá?

Los vehículos autónomos son el equivalente a las supercomputa­doras que circulan por la autopis­ta, generando y transmitiendo un volumen de datos alucinante: hasta 4 terabytes por día y por automó­vil. A medida que los vehículos sin conductor vayan a las carreteras, requerirán conexiones inalámbri­cas de baja latencia para las redes de fibra y los centros de datos. Esta infraestructura de conectividad, almacenamiento y destrucción de datos deberá existir en casi todos los lugares donde los automóviles puedan conducir por sí mismos.

Relacionado con el automóvil autónomo, ¿cómo será posible enfrentar los riesgos de ciberse­guridad que genera?

La seguridad cibernética ha sido un área de investigación pasada por alto en el desarrollo de vehícu­los autónomos, pero, sin una ciber­seguridad robusta e infalible para los vehículos, así como sus siste­mas e infraestructuras, es imposi­ble que llegue a existir un mercado masivo viable para los coches au­tónomos. Por lo tanto, la Seguridad Cibernética del Vehículo y la iden­tificación y detección de amenazas será la principal área de enfoque en la industria automotriz.

¿Cuáles son los principales desa­fíos tecnológicos que enfrenta el sector automotriz?

La disrupción digital, los autos conectados, el transporte como servicio y la guerra de talento.

¿Cuál crees que es el futuro de la industria automotriz en esta era digital?

En lugar de utilizar sensores para descubrir condiciones inseguras o de riesgo, también se usarán para mejorar la experiencia y optimizar las elecciones y preferencias de estilo de vida de una manera inte­gralmente segura.