Cada vez son mayores las preocupaciones que desde las industrias, instituciones, empresas y un amplio porcentaje de la población mundial tenemos acerca de la situación insostenible medioambientalmente en la que nos hemos ido enterrando prácticamente desde la primera revolución industrial.

Hay quienes consideran que debido al tratamiento que estamos haciendo sobre nuestro planeta, hemos llegado a un punto de no retorno y que los esfuerzos para paliar el problema climático no serán posible a no ser que se produzca un cambio radical en la forma en la que gestionamos los recursos de la Tierra.

La deforestación sin medida, la expulsión de gases de efecto invernadero a la atmósfera, la explotación de recursos naturales, a los errores y falta de planificación en las cadenas de reciclaje, a los incendios y desastres naturales a gran escala, a la normalización del uso y extracción de combustibles fósiles, y muchos más, son algunos de los más claros ejemplos de lo que estamos haciendo con nuestro planeta.

Al mismo tiempo que todo esto sucede, la demanda de datos y los servicios digitales no han parado, ni cesarán de crecer siguiendo la tendencia que hemos vivido durante los últimos años. Toda esta información necesita de centros de datos y soluciones de red que por su naturaleza necesitan de energía (para 2035, Schneider Electric estima que toda la TI consumirá el 8,5 por ciento de la electricidad mundial, en comparación con el 5 por ciento en 2021); y aunque la eficiencia del centro de datos ha mejorado progresivamente, Uptime Institute predice que "la demanda superará sustancialmente las ganancias de las prácticas de eficiencia en los próximos cinco años”.

Por supuesto, la tecnología se ha convertido en un facilitador clave tanto para las empresas como para los consumidores y, aunque desde el año 2020, la dependencia de la infraestructura digital ha aumentado drásticamente debido principalmente a las nuevas necesidades digitales derivadas de la pandemia de la Covid-19 y todo lo que ello ha supuesto para todos, la industria de los centros de datos se está volviendo cada vez más responsable y tiene un papel clave que desempeñar en el impulso de operaciones sostenibles, contribuyendo directamente a 5 de los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de la ONU.

Vertiv, el proveedor global de infraestructura digital y soluciones de continuidad, en su lista anual recientemente publicada de las tendencias clave de centros de datos para observar en 2022, también enfatizó una aceleración dramática en las acciones para abordar la sostenibilidad y abordar la crisis climática. “A medida que avanzamos hacia 2022, los operadores y proveedores de centros de datos buscarán activamente estrategias que puedan marcar una diferencia real para abordar la crisis climática”, dijo el CEO de Vertiv, Rob Johnson.

Por otro lado, los consumidores y los inversores están prestando cada vez más atención a las prácticas de sostenibilidad, y las empresas están respondiendo de la misma manera, tal y como lo demuestran las estrategias de marketing ecológico de las empresas y sus compromisos de sustentabilidad, además de los pasos que algunos están tomando para reducir el consumo de energía de su centro de datos. Holly Curell, Community Manager de Airconditioner Lab, señala que los valores cambiantes de los consumidores son un impulsor de la mayor atención de las empresas hacia la sostenibilidad: “Los consumidores se han vuelto más conscientes y preocupados por los problemas sociales y medioambientales. Creen que los valores de una empresa son tan importantes como sus prácticas comerciales éticas”.

Microsoft, por ejemplo, ha comenzado la transición al uso de energía eólica renovable, una tendencia que probablemente seguirá aumentando a medida que aumente la conciencia y la demanda de energías renovables por parte de los usuarios finales y los gobiernos.

Pero, ¿Todo esto en qué se traduce? Y lo que es más importante, ¿Cómo se puede incorporar la sostenibilidad al diseño de los Data Centers?

¿Cómo incorporar la sostenibilidad al diseño de los Data Centers?

Marc Garner de Schneider Electric señaló recientemente que, a medida que la sustentabilidad se eleva a la cima de las agendas corporativas y de los consumidores, “la industria del centro de datos se está volviendo cada vez más responsable y tiene un papel clave que desempeñar en el impulso de operaciones sustentables”. Bajo esta premisa, la sostenibilidad del centro de datos debe buscarse mediante todos los medios posibles, mientras se mantienen las operaciones en funcionamiento las 24 horas del día, los 7 días de la semana.

Uso de energías renovables

Las energías renovables como la solar y la eólica sólo pueden compensar una parte de la electricidad que utilizan los centros de datos. Es por eso que los operadores de centros de datos deben esforzarse por igualar el consumo de energía con la compra de energías renovables donde y cuando exista un superávit de energía renovable en regiones donde abunda la energía solar y eólica.

Sin embargo, esto no significa necesariamente que el centro de datos esté utilizando energías renovables al 100 por 100, sino simplemente que se añade a la red una cantidad de energía renovable comprada equivalente al uso de energía del centro de datos.

No obstante existe una altísima tendencia en este sentido. Compañías como Google, explican en su web que “En 2007, nos convertimos en carbono neutral y en 2017, nos convertimos en la primera empresa de nuestro tamaño en igualar el 100 % de nuestro consumo de electricidad anual global con energía renovable. Hoy, somos el comprador corporativo anual más grande de energía renovable en el mundo. Ahora, estamos abriendo un camino para descarbonizar completamente nuestro suministro de electricidad y operar con energía libre de carbono las 24 horas del día, los 7 días de la semana, en todas partes, para 2030”.

Gestión inteligente de la energía

Los centros de datos suelen utilizar una métrica estándar de eficiencia cuando la sostenibilidad está encima de la mesa: la eficacia del uso de energía o PUE. Este estándar proporciona información sobre su eficiencia energética al comparar la potencia total del edificio requerida con la potencia requerida para hacer funcionar el equipo informático.

La buena noticia es que es posible generar acciones para lograr una reducción del PUE de entre 10% y 25%, para acercar lo máximo posible la métrica a un puntaje de un 1 absoluto. Entre estas estrategías destacarían:

  • Gestionar correctamente el flujo de aire, minimizando el uso de los compresores, cuidando al mismo tiempo el uso racional del agua aumentando la temperatura de la sala de 2 a 4 grados.
  • Revisar el parque instalado para detectar equipos obsoletos, subutilizados o innecesarios y reemplazarlos por tecnologías más nuevas y eficientes.
  • Consolidar y virtualizar equipos de TI.
  • Garantizar la temperatura de los equipos en base a estándares internacionales.
  • Revisar los procesos de operación sustentable.
  • Buscar un socio tecnológico que ayude en este proceso de mejora continua.

Almacenamiento de energía

Incluso con una combinación de generación renovable, será muy difícil lograr el 100 por ciento de energía renovable todo el tiempo, por lo que se requerirán algunas formas de almacenamiento de energía. Esto podría proporcionarse a través de baterías de flujo o de iones de litio.

En comparación con las baterías de plomo-ácido reguladas por válvula (VRLA), las baterías de iones de litio tienen una vida útil hasta 3 veces mayor. Además, funcionan con mayor eficiencia a temperaturas más altas, son más pequeños, más livianos y ofrecen tiempos de ejecución más largos que las baterías VRLA utilizadas para los sistemas UPS cuando se trata de capacidades que oscilan entre 1500 y 3000VA.

Uso del agua

El uso del agua es otro de los principales factores negativamente eficientes que influyen en la sustentabilidad de los centros de datos. La necesidad de refrigerar las salas de servidores, así como el resto del uso de agua normal de cualquier instalación (cuartos de baño, higiene, fuentes de agua potable, riego de zonas verdes, etc.) suponen un desafío y en muchas ocasiones un problema para los recursos hídricos de las comunidades donde se instalan los centros de datos.

Esto ha supuesto reacciones, como en el caso de Irlanda, que según relata el portal Ituser en su página web: “El operador estatal de energía de Irlanda ha anunciado que no aceptará solicitudes para proporcionar energía a nuevos centros de datos en Dublín, posiblemente hasta el año 2028, e instan al Gobierno a replantearse el modelo de crecimiento de un sector que está generando problemas en el suministro eléctrico y en el medio ambiente”.

En este sentido, empresas como Amazon Web Services (AWS), han marcado entre sus compromisos medioambientales reducir el uso del agua en el centro de datos.

“Nuestro enfoque holístico de la sostenibilidad minimiza el consumo de agua y energía en las operaciones de nuestro centro de datos y guía el desarrollo de nuestra estrategia de uso del agua para cada región de AWS, que comienza con la evaluación de los patrones climáticos, la disponibilidad y la gestión del agua local y las oportunidades para evitar el uso de agua potable”, dice AWS en su página web.

Uso de software DCIM y BMS

El software de gestión de la infraestructura del centro de datos (DCIM), así como el software de los sistemas de gestión de edificios (BMS), ayudan a los centros de datos a ser más eficientes y alcanzar los objetivos de sostenibilidad al ayudar a los operadores de centros de datos a identificar y documentar métodos para un uso de energía más eficiente. El software DCIM es una categoría en crecimiento y se espera que las ventas continúen con una tendencia ascendente.

Utilización de materiales y la reducción de los desechos electrónicos a través de la circularidad en todos los ámbitos de la empresa

Finalmente se debe tener en cuenta que el ciclo de vida del diseño sostenible de un data center no comienza cuando se encienden las luces y comienza a operar, sino desde el momento en el que se plasma sobre el papel el diseño y construcción del futuro centro de datos.

Es en este momento donde entran también en juego decisiones sobre las acciones sostenibles para la construcción de la instalación, ya no solamente sobre la ubicación física del mismo, sino también en el elección de los materiales y la circularidad de los componentes y desechos electrónicos a lo largo del ciclo de vida de los mismos.

Por ejemplo Meta (la empresa antes conocida como Facebook), pone en relieve en su página de sostenibilidad para sus centros de datos que “la selección de materiales es una parte importante de esa estrategia para reducir el impacto ambiental del hardware de nuestro centro de datos y estamos constantemente explorando nuevas formas de utilizar mejores materiales en las instalaciones de nuestro centro de datos y nuestros productos. Por ejemplo, anteriormente identificamos el polipropileno relleno de fibra (NFFPP), un derivado natural de las fibras de yute renovables, como un reemplazo potencial para componentes seleccionados en el hardware del servidor que tenían un alto impacto de carbono. Desarrollamos y probamos este material para aplicaciones específicas, es decir, en muchas partes diferentes dentro y fuera del rack, incluidos adaptadores, cubiertas de barras colectoras y otras partes mecánicas dentro del servidor”.

CEEDA: Certification of Energy Efficiency for Data Centers

CEEDA es un programa de certificación global evaluado de forma independiente diseñado para reconocer la implementación de las mejores prácticas de eficiencia energética en los centros de datos.

Se requieren múltiples disciplinas especializadas para ejecutar un centro de datos. CEEDA se creó para proporcionar un proceso de evaluación en el que se combinan los estándares de disciplinas especializadas para proporcionar una evaluación optimizada y holística de las prácticas de eficiencia energética en condiciones del mundo real.

El marco se basa en una combinación de estándares de: ASHRAE, Energy Star, ETSI, ISO, más el Código de conducta europeo y las métricas Green Grid.