Sustainable AI
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El avance de la inteligencia artificial (IA) está imponiendo una demanda sin precedentes en los data centers, que necesitan adaptar su infraestructura para manejar cargas de trabajo más exigentes y, al mismo tiempo, minimizar su impacto ambiental. La alta densidad de energía requerida por los servidores de IA obliga a reconfigurar tanto la refrigeración como el suministro energético, lo que plantea una cuestión crucial: ¿pueden los data centers evolucionar de manera eficiente y sostenible?

Este tema será el foco del panel “El dilema de la IA vs. Data Centers – ¿Una relación sostenible energéticamente?”, que tendrá lugar el 26 de septiembre en DCD>Connect Cancún. Los participantes debatirán los desafíos y soluciones para equilibrar el avance de la IA con los objetivos de sostenibilidad a largo plazo.

El cambio en la demanda está impulsando el desarrollo tecnológico de las empresas que proveen a los data centers los sistemas de generación, distribución y enfriamiento (entre otros) para soportar estos nuevos equipos. En este sentido, Vitor Caram, Director de Expansión en Latinoamérica de ODATA, destaca las soluciones emergentes que pueden ayudar a evolucionar hacia una mayor eficiencia energética:

“Tecnologías para optimizar el consumo de energía, como los sistemas de enfriamiento líquido avanzados y el uso de energías renovables, como solar y eólica, son clave al integrar IA. Además, sistemas de automatización adecuados permiten gestionar y ajustar dinámicamente los recursos. Estas innovaciones reducen tanto el consumo energético como las emisiones, facilitando una transición más sostenible.”

Otro enfoque prometedor es utilizar agua fría del océano, afirma Marta Sanchez, VP Secure Power & Data Center en Sudamérica de Schneider Electric: “Métodos como este están ayudando a los profesionales de los centros de datos a lograr soluciones de refrigeración que cumplan con sus objetivos de TI”.

“Por otro lado, los grandes sistemas de almacenamiento en baterías alimentados por energías renovables pueden beneficiar tanto a la red regional como a la población local. La idea es que, además de utilizar el exceso de capacidad almacenada en momentos de alta demanda de los clientes, los operadores puedan colaborar con las empresas de servicios públicos y vender energía durante los periodos de mayor demanda”, añade Marta Sanchez.

Para Luis Fernando Rumbos, Managing Director en KIO Colombia, hay cuatro aspectos principales para adaptar los data centers a las nuevas necesidades: mantenimientos preventivos y optimización de enfriamiento, de la energía y del ciclo de vida del hardware. Rumbos resalta la necesidad de involucrar a distintos equipos en el proceso de reconfiguración de la infraestructura:

“El primer reto es alinear a los equipos de desarrollo de negocio, ingeniería y operaciones para predecir la demanda que tendrá el centro de datos a mediano y largo plazo. ¿Qué cantidad de potencia?, ¿qué densidad? y ¿en qué momento? son preguntas claves, para diseñar una infraestructura eficiente energéticamente y óptima desde el punto de vista de la inversión de capex y opex.”

Según los tres expertos, la constante innovación y una cuidadosa planificación a largo plazo son esenciales para acompañar la evolución tecnológica y digital, manteniendo indicadores favorables de eficiencia energética. Aunque la reconfiguración de las infraestructuras conlleva costos adicionales, se espera que a largo plazo estos se compensen mediante una mayor optimización operativa, una reducción en el consumo de energía y una mejora en los gastos de mantenimiento.