La demanda energética de los centros de datos ha aumentado enormemente en todo el mundo, impulsada por el insaciable apetito por las redes sociales y otros servicios de Internet del público y las empresas, la nube, el IoT, la IA, el ML, etc. También hay que recordar que solo el 50% del mundo está conectado a Internet, por lo que este crecimiento se prevé que continúe en todas las regiones.

“Hemos asistido a una aceleración de la densificación de los equipos informáticos. La norma ha pasado de 1-2kW/cabina a 4kW/cabina, con peticiones de 8kW/cabina al día y hasta 20+kW/cabina no es algo insólito. Esto supone un reto para los operadores de centros de datos, tanto desde el punto de vista eléctrico como de la refrigeración”, asegura Marco Matarazzo, Director of Facility Operation de Equinix Italia.

En la industria se trata de reducir el creciente consumo energético con diversas medidas. Hay muchas medidas para reducir el consumo de energía, algunas de ellas pueden aplicarse a todos los operadores de centros de datos. Otras solo pueden aplicarse a determinados operadores. Pero hay dos grandes oportunidades en primer lugar: la generación de refrigeración y la eliminación del calor, en opinión de Marco Matarazzo que habla de estas:

  • Para la primera: se pueden tener enfriadores más eficientes, una tecnología de enfriamiento más eficiente (enfriamiento adiabático frente al evaporativo), un economizador del lado del aire o del agua, utilizar una tecnología de almacenamiento térmico, cambiar los puntos de ajuste de la temperatura del agua a temperaturas más altas, cambiar a bombas de flujo variable…
  • Para la segunda: Contención de pasillos, fríos o calientes, optimización del flujo de aire, ventiladores VFD, optimizar los controles de CRAH

“Una vez que se han realizado los aspectos básicos, se pueden llevar a cabo más optimizaciones, como el uso de modos de economizador en los SAIs, al menos para una parte de la planta, el cambio a equipos de iluminación más eficientes, el apagado automático de las luces innecesarias, el uso del exceso de calor o de las bombas de calor para precalentar los motores diésel, el uso de energía fotovoltaica para una parte del edificio, etc. Realmente es un proceso que nunca termina una vez que se está en él”, agrega el directivo de Equinix.

A este respecto, John Booth, Managing Director de Carbon3IT lamenta que cualquier ahorro de energía que se produzca se verá superado por las nuevas instalaciones que se pongan en marcha, pero existen directrices de eficiencia energética como el Código de Conducta de la UE para Centros de Datos (Eficiencia Energética) aquí en Europa, y se pueden encontrar de alguna forma en todo el mundo, por ejemplo el programa DCOP en Estados Unidos, el SS564 en Singapur, el ICREA en España y LATAM.

La industria está comprometida con la reducción de su huella global de CO2 y con la implementación de tecnologías de energía renovable. Gran parte del sector se ha inclinado por el uso de fuentes limpias, ya sea mediante el uso de certificados verdes, la compra directa de renovables o, a veces, la construcción y explotación de su propia planta hidroeléctrica, eólica o solar. Sobre este avance Javier Ponce, Planificación de Red de MAT Zona Centro y Madrid de Iberdrola, explica que “las ubicaciones de implantación actuales de Data Center son compatibles con áreas de insolación solar, lo cual permite la compatibilidad de consumo de la energía producida por las plantas de generación renovable. La conexión en redes de estructura mallada proporciona adicionalmente la fiabilidad requerida por los sistemas. El uso particular de contratos y acuerdos de suministro escapa a la capacidad de control de los distribuidores, encargados de gestionar la calidad de suministro”.

En este punto también cabe poner sobre la mesa la apuesta por el autoconsumo. “Es uno de los servicios que más comienzan a proliferar en el sistema de potencia, aunque por magnitud de energía específica y disponibilidad de recurso, aún no se puede garantizar un autoconsumo estable durante las 24h”, afirma Javier Ponce. Por su parte, Marco Matarazzo ve que hay muchos proyectos de autoconsumo, sobre todo relacionados con la energía fotovoltaica, pero sobre todo muchos proyectos que implican a la comunidad, como el uso del exceso de calor para la calefacción urbana.Mientras que John Booth desde su experiencia ve que, aunque están trabajando con empresas de inversión que están construyendo lo que llaman “emplazamientos energéticos” (vender o alquilar emplazamientos que tienen proyectos adyacentes de energía renovable que están directamente conectados al lugar), todavía no es una tendencia común a todos. “Es posible que en el futuro, especialmente con Edge, los centros dispongan de energía renovable in situ y de almacenamiento en baterías”, vaticina Booth.

Continent 8 está estudiando activamente la viabilidad de la autogeneración a través de paneles solares y/o pequeñas turbinas eólicas cuando sea posible. “En los lugares en los que poseemos nuestros centros de distribución, el terreno que los rodea es limitado, lo que imposibilita la realización de instalaciones de mayor tamaño. Esto significa que la producción de energía de los paneles solares o de las turbinas eólicas no tendría un impacto significativo en nuestro consumo total de energía. Por lo tanto, debemos sopesar lo que se puede conseguir frente al coste. Aunque las instalaciones de energía renovable queden bien en un folleto, hay veces en las que el uso alternativo de los fondos para dichas instalaciones puede utilizarse mejor para lograr una mayor reducción de nuestra huella de CO2, por ejemplo, comprando compensaciones de carbono frente al coste de instalación de una pequeña planta de paneles solares”, concluye Luis Garcia, General Manager, Continent 8.

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