Bitcoin, Ethereum, Ripple XRP o Litecoin son algunas de las miles de criptomonedas existentes en la actualidad. El panorama de las monedas digitales es muy variado y se han convertido en todo un fenómeno en la sociedad. Son monedas globales, transparentes, poseen transacciones irreversibles y se caracterizan por su seguridad, ya que no es posible su falsificación o duplicación. No obstante, estos activos digitales vienen de la mano de la incertidumbre, dada su volatilidad, la falta de regulación institucional y la desconfianza en los posibles usuarios.
Las criptomonedas emplean un cifrado criptográfico que garantiza la integridad de las transacciones. Se usa una base de datos descentralizada, blockchain o registro contable compartido, para el control de estas transacciones. Al estar descentralizada, no depende de un organismo para que las regule y emita, como puede ser un banco central. Esta tecnología de “cadena de bloques” en español, aporta un sistema de seguridad capaz de evitar su falsificación, por ejemplo. Es importante destacar que blockchain funciona como un gran libro de contabilidad donde se pueden registrar y almacenar cantidades ingentes de información.
La minería de criptomonedas va ganando protagonismo a nivel mundial. A través de las labores de minado se obtienen las criptomonedas. Sin embargo, es una tarea que necesita un gran procesamiento de datos, por lo que se precisa de ordenadores altamente potentes y conectados entre sí. Hace más de una década cuando se inició la minería se realizaba en los hogares. Conforme el valor de la moneda y su visibilidad subió, se tuvo que aumentar el número de máquinas pasando a 100, 1.000 o 10.000 equipos minando al mismo tiempo. Al comenzar a ser una actividad de calibre industrial, surge la necesidad de tener data centers especializados para la minería.
Hay personas que optan por hacerlo de forma personal con su propio equipo, mientras que otros escogen llevar a cabo esta tarea en los data centers. De hecho, se han formado las conocidas como granjas de minería de bitcoins, por ejemplo. El minado de criptomonedas requiere de toda una serie de procesos y resolución de acertijos algorítmicos, que necesitan ordenadores muy eficientes. En ambas situaciones hay que evaluar qué es más rentable y qué método resulta más eficiente. Si bien alquilar un data center para minar tiene un coste, también lo tiene utilizar el propio equipo. De igual forma, hay que destacar que un Data Center conlleva beneficios, ya que son infraestructuras preparadas para operar los siete días de la semana, disponen de climatización, seguridad informática y soporte técnico, entre otros.
El procesamiento es muy intenso porque quien mina ejecuta un mismo algoritmo matemático permanentemente, pero su capacidad de recibir ingresos depende de encontrar la solución a ese algoritmo primero, antes que los demás. Hay una constante competencia. Por tanto, quien tiene la máquina más rápida, gana más y en la actualidad se están desarrollando máquinas más especializadas. Es decir, se necesitan procesadores de alto desempeño capaces de hacer muchas transacciones constantemente.
La industria está en continuo proceso de investigación y mejora. Por ejemplo, Nvidia está diseñando un procesador de minería de criptomonedas para Ethereum que limitará artificialmente las capacidades de minería de las próximas GPU, todo ello, mientras la empresa lucha por satisfacer la demanda en medio de una escasez global de semiconductores.
Energía, el principal escollo
“La problemática esencial es el consumo de energía eléctrica porque son muchas máquinas trabajando a la vez, máquinas de alto procesamiento que emanan mucho calor, por tanto, necesitan mucha más refrigeración”, expresa Daniel Contreras, Gerente de Kolff.
Debido a esto, en la Patagonia de América del Sur (Sur de Argentina y Chile) se establece una buena zona para hacer un data center enfocado para criptomonedas porque, según explica Daniel Contreras, hay un alto nivel de viento y radiación solar por lo que se puede alimentar con renovables. “Como es un negocio de infraestructura de data center, la energía entra dentro de un proceso de categoría de una compra a largo plazo. Puedes invertir en granjas de paneles fotovoltaicos o turbinas eólicas. Necesitas un gran consumo de energía, equipos lo más eficientes posibles que ocupen poco espacio, se requiere un trabajo considerando la eficiencia como factor determinante porque cada ahorro que tengamos en climatización se traduce en ahorro de energía eléctrica”, agrega Contreras.
No hay barreras de entrada entre minar aquí o en Argentina o Paraguay, no hay ningún problema. Se hace en cualquier parte del mundo sin restricciones. “Hay mucha minería incipiente en Latam, pero se muda hacia donde la energía sea más barata. El año pasado se cerró mucho del minado en China por falta de energía y gran parte de esta actividad vino a Latinoamérica donde el costo energético es más bajo. Es muy nuevo para la región. También se apuesta por los países donde hay excedente de energía”, cuenta Daniel Contreras.
La minería de criptomonedas a través del uso de Data Center es rentable, pero hay que encontrar el equilibrio entre el coste de la energía y el minado de la criptomoneda: el pago del minado, coste del suelo y precio del mantenimiento, además de definir qué criptomoneda minar. Esta elección depende del precio de la moneda, ya que es muy volátil, influye cuánta gente esté minando una en particular y si hay más gente será más difícil ganar dinero.
Creciente interés empresarial por el minado de criptomonedas
Cada vez hay más atracción por el minado de criptomonedas. Cada día se conocen nuevos casos de compañías que se decantan por este mercado. En concreto, destaca la ciudad de Zapala en Argentina, concretamente la Zona Franca de Vaca Muerta. Su ubicación es estratégica por ser un nodo de distribución turístico, comercial, minero, administrativo y de servicios tanto hacia el Pacífico como hacia el Atlántico y a partir del 28 de mayo del 2019 con Zona Franca Zapala se desarrollará como el corazón logístico de la Patagonia. Aquí uno de sus servicios es el minado de criptomonedas y esto atrae a diversas compañías. Una de ellas es una empresa británica, FMI Minecraft Mining LTD, que quiere instalarse en esta zona para ser la primera granja de minado de Bitcoin a gran escala de la provincia, con una inversión de 20 millones de dólares de capital propio. Se realizará en la provincia de Neuquén, Argentina, y como confirman desde Zona Franca Zapala en su LinkedIn, la compañía ha firmado recientemente un acuerdo “para iniciar la construcción de uno de los centros de procesamientos de datos de alta densidad más importantes de Latino América, tanto en términos de tamaño como de operaciones, que estará listo para el cuarto trimestre de 2022. Para ello, utilizará los recursos gasíferos generados por Vaca Muerta sin necesidad de conectarse a la red eléctrica nacional”.
DATA CENTER CR: el primer centro de minería renovable de criptomonedas en Costa Rica
Otro ejemplo muy destacado es el de Data Center CR. Su Director, Eduardo Kopper, nos ha relatado cómo tras unos meses complicados después de que el Estado de Costa Rica dejara de comprarle la energía que producen sus centrales hidroeléctricas, una conversación con sus socios lo cambió todo y la palabra protagonista fue: criptomoneda.
Ellos descubrieron en el minado de criptomoneda un nicho de mercado porque vieron un gran potencial en la digitalización y consiguientemente los data centers tienen un papel muy importante en esta actividad. Todo esto le llevó a comercializar energía hidroeléctrica que producen sus embalses de agua para minar criptomonedas.
Actualmente la compañía cuenta con más de 650 máquinas minando en su Data Center y más de 120 contratos con energía limpia. Por un precio fijo, se les ofrece limpieza y mantenimiento, seguridad y conexión a Internet para monitorear el número de criptomonedas que han podido minar. Las personas pueden alquilar espacios para minar o alojar sus propios equipos.
Además, optaron por la refrigeración por inmersión, la tecnología del futuro en palabras de Kopper, dado que utilizan el agua que producen sus tres plantas hidroeléctricas (dos en San Pedro Poas y una en Bajos del Toro Amarillo) para enfriar sus equipos. “Necesitamos que ese rack esté sumergido en líquido dieléctrico. Una vez está inmerso en el líquido, tienes mejor control de temperatura, decides a qué temperatura lo pones. Le quitas por completo la humedad ambiental al estar sumergido. Otro beneficio es que evitas el polvo y la suciedad del aire. Y el cuarto beneficio de la inmersión es que puedes acelerar la computadora -overclocking-, es decir, acelerar la velocidad a la que trabaja el chip (vienen diseñados para trabajar a cierta velocidad) y le puedo sacar más partido a la máquina. La tendencia es ir a data centers con inmersión porque es una forma mucho más eficiente de gestionar la energía”, explica Eduardo Kopper.
Eduardo Kopper cuenta que no quiere convertirse en el minador más grande del país sino proveer esa energía a los que minan. Si hablamos de este lugar, de Costa Rica, ellos vieron un gran potencial aquí para proveer energía limpia a los data centers, ya que además es un país muy verde, sostenible y con un excedente de energía que se puede aprovechar en el procesamiento de datos.
Uno de los riesgos que se presentan en este negocio es la obsolescencia tecnológica. Si bien después de un año y medio es posible recuperar la inversión realizada, también ocurrirá que tras ese tiempo el ordenador produzca menos criptomonedas. Por lo que hay que ir de la mano de los avances tecnológicos para adaptar la infraestructura y que continúe siendo eficiente para el minado.
Otros riesgos tienen que ver con la regulación. “Cuando las monedas digitales surgieron no se produjo ningún problema, de hecho se creó prácticamente una economía paralela, pero ahora está la discusión entre los reguladores de cada país para saber cómo regularlo. Vietnam, por ejemplo, acaba de prohibirlas en el país, mientras que El Salvador sí la acepta como moneda de curso legal. Hay incertidumbre actual sobre cómo evolucionará este tema tanto por control macroeconómico como por impuestos”, cuenta Kopper.
En definitiva, los Data Centers tienen un papel muy importante en el desarrollo del negocio de la minería de criptomonedas. En opinión de Eduardo Kopper, el crecimiento y su importancia será cada vez más grande, “conforme se adapte más la moneda, crecerá más”.
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