Querétaro es el centro neurálgico de las redes mexicanas y es un lugar conocido por sus innumerables ventajas estratégicas para establecer un data center. De acuerdo con Cushman & Wakefield, esta ciudad se encuentra en la posición 56 de Data Centers a nivel mundial. Entre estos puntos positivos sobresalen sus beneficios de conectividad aérea y por carretera, su sólida infraestructura de telecomunicaciones, su posicionamiento en el centro de México, la ausencia de seísmos, su buena calidad de vida y seguridad, además, es una zona económica muy activa y también cuenta con infraestructura eléctrica adecuada, robusta y diversa para soportar la demanda exigida por los data centers, aunque este último punto continúa siendo uno de los retos que adolece el sector.
En lo que respecta a su conectividad, si bien está muy desarrollada y dispone de una red de fibra óptica de alta velocidad, que aporta una conexión confiable y rápida a los usuarios, Carlos Forero, Director Colombia y México de Odata, puntualiza que la calidad y disponibilidad de la conectividad varía en algunas áreas más remotas o en regiones menos densamente pobladas. “Por lo tanto, al planificar la construcción de un centro de datos o cualquier proyecto que requiera una conectividad robusta, es recomendable realizar un análisis específico del área deseada para evaluar la disponibilidad y la calidad de la conectividad en esa ubicación en particular”.
Con todo ello, actualmente, las redes de los operadores más importantes del país tienen presencia en Querétaro. Además, como expresa Andrés Cordovez, director ejecutivo de tecnología y operaciones de Axtel, “siguen llegando operadores nacionales y extranjeros que están implementando nueva infraestructura de redes en la región, ya que ven una oportunidad muy grande en Querétaro, pues es ya el Hub de Data Centers de México” y agrega que “Querétaro está perfilado para lograr ser ese hub de conectividad de Latinoamérica, ya lo es en México”.
Laura López, Directora de Operaciones tecnológicas de Infraestructura y Nube de AT&T, destaca que para que Querétaro, o cualquier otra ciudad en el mundo, pueda posicionarse entre las ciudades más importantes en la construcción de un hub internacional, de acuerdo con un estudio, es necesario:
- Asegurar un entorno regulatorio estable
- Disponer de opciones de inversión y una hoja de ruta precisa
- Para desarrollar un cierto nivel de digitalización, hay diversos elementos que deben combinarse:
- Talento: profesionales altamente calificados, un sistema educativo que acerque a los jóvenes a carreras STEM, impulsar la inclusión de las mujeres en este campo en aras de lograr un sistema tecnológico diverso
- El intercambio de conocimientos a través a través de conferencias en eventos nacionales e internacionales es enriquecedor
- Un entorno normativo propicio que atraiga a las empresas internacionales en términos de leyes, impuestos, licencias y capacidad para hacer negocios.
Principales desafíos: los expertos hablan
Carlos Arguimbau de IENTC en su experiencia como operador de red destaca dos en particular: “Por un lado, es compleja la instalación de red subterránea y, por otro, el tema energético, necesitamos invertir más para poder satisfacer la demanda, presente y futura”.
Precisamente, la infraestructura de telecomunicaciones debe seguir desarrollándose y, en opinión de Andrés Cordovez de Axtel, se debe facilitar a los operadores la construcción de redes de fibra óptica interestatal y de larga distancia. Agrega también otro reto: la seguridad, pero no solo ciberseguridad: seguridad para prevenir actos de vandalismo que atentan contra la continuidad de los servicios. “El asunto de vandalismo forma parte de un fenómeno mucho más complejo. Una medida para atender esta situación es la colaboración entre los operadores de redes y data centers con la autoridad para lograr un estrecho trabajo en equipo que permita la vigilancia proactiva, la atención oportuna de estos eventos y la aplicación de la ley cuando aplique”.
Entre los retos que enfrenta Querétaro en su objetivo por convertirse en un hub de conectividad y centros de datos, Carlos Forero de Odata, hace alusión a la capacidad energética de la región. “Esto se debe a que los centros de datos son grandes consumidores de electricidad, esto repercute en las inversiones en estas infraestructuras, que necesitan desarrollar estrategias sostenibles. En dicho sentido, disponer de energías renovables y soluciones de ahorro energético es un paso importante para superar dicho desafío”, agrega.
La formación del talento es otro reto relevante que requiere atención. Teniendo en cuenta la escasez de recursos humanos en el sector, es fundamental utilizar programas de formación y educación adecuados para promover nuevos talentos, además de realizar alianzas entre empresas locales e internacionales, colaboraciones con instituciones de investigación y de educación, que puedan desarrollar la innovación tecnológica y la formación de talento.
Asimismo, Salomon Cojab de C3ntro Telecom, destaca la necesidad de contar con políticas y programas de incentivos que atraigan inversiones en tecnología y faciliten la operación de centros de datos en Querétaro. “Estos incentivos podrían incluir beneficios fiscales, simplificación de trámites, apoyo en la importación de equipos y promoción de iniciativas empresariales relacionadas con la tecnología. Superar estos desafíos requerirá un enfoque integral y colaborativo, donde los sectores público y privado trabajen juntos para impulsar la mejora de la infraestructura, promover la innovación y crear un entorno favorable para las inversiones en tecnología en Querétaro”, enfatiza Cojab.
Desde su compañía, Salomon Cojab cuenta que han construido más de 150 kilómetros de infraestructura subterránea, con 10 ductos ubicados a 2 metros de profundidad a lo largo de diversas carreteras: “Esta red abarca la mayoría de los data centers existentes y también está diseñada para futuros proyectos en construcción. Continuamos expandiendo nuestra red para seguir brindando cobertura y servicios de calidad”.
En definitiva, todas estas acciones ayudarán a atraer más inversiones, desarrollar la infraestructura energética y de conectividad necesarias, garantizar el cumplimiento normativo y formar profesionales calificados.