Es el año 2000 cuando Interxion pone en marcha su primer centro de datos en Madrid (MAD1) lo hace utilizando para ello un edificio ya existente en el distrito de San Blas Canillejas, al que se dota de todos los elementos fundamentales de potencia y refrigeración para hacer posible una disponibilidad de 99,999%.
Por aquel entonces, sus principales clientes eran carriers con demanda de servicios de baja de potencia eléctrica. Con el tiempo, aumenta el número de compañías que alojan sus equipos en el centro de datos: las grandes corporaciones empiezan a externalizar en MAD1 su infraestructura tecnológica y demandan mayor energía para sus equipos.
Sin embargo, es en el último lustro, principalmente con la llegada del cloud y el desarrollo de la economía digital, cuando los equipos IT de los clientes requieren más potencia eléctrica y mucha mayor capacidad de refrigeración. Se hace necesario acometer un gran proyecto de adaptación de los sistemas de refrigeración de MAD1 para que siga siendo un centro de datos energéticamente eficiente, con disponibilidad de alta densidad de potencia y totalmente preparado no solo para el momento actual, sino también para las necesidades futuras.
Por ello, a finales de 2018, Interxion comienza la adecuación de los sistemas de refrigeración con un objetivo: crear y sustituir herramientas básicas para hacer más eficiente el CPD sin afectación de clientes. Por utilizar un símil: cambiar los motores de un avión en pleno vuelo sin incidencias y aterrizando de manera perfecta.
Definición del proyecto: adaptación del centro de datos
Si en el año 2000 era necesario establecer como temperaturas de impulsión un set point de 7ºC -12ºC para la refrigeración de los equipos IT, hoy en día, estos pueden trabajar en un rango mayor, repercutiendo directamente en la eficiencia del sistema de refrigeración y en la sostenibilidad del centro de datos. Hoy, la tecnología permite que los equipos IT de los clientes puedan trabajar en configuraciones de temperatura de impulsión más altas que hace 20 años.
La duración del proyecto ha sido de 18 meses, en los que Interxion ha añadido un segundo anillo de refrigeración, ha cambiado 41 CRACS (unidades de refrigeración interiores) y ha sustituido cinco enfriadoras de 450 kW por cuatro enfriadoras de 700 kW para que trabajen con temperaturas de impulsión mayores, casi triplicando las horas de free cooling y consiguiendo mayores ahorros energéticos que repercuten directamente en la sostenibilidad del centro de datos.
Fase 1: segundo anillo de refrigeración
MAD1 se creó con un único anillo de agua para la refrigeración basada en configuración 7ºC - 12ºC. Para este proyecto era necesario instalar un segundo anillo con un mayor volumen de agua que pudiese trabajar con set point 20ºC - 30ºC.
Una de las complicaciones a las que ha tenido que hacer frente el equipo de ingenieros del proyecto ha sido salvar obstáculos de construcción, entre ellos taladrar el forjado para crear el nuevo circuito de agua y ajustarse a las características de salas y pasillos.
Fase 2: cambio de CRACS
Se han sustituido 41 CRACS en 18 salas de clientes para garantizar la refrigeración de entornos de alta densidad de potencia (de 0’8 kw/m2 en el año 2000 hasta los 1,5 kw/m2 actuales) disminuyendo a la vez el consumo eléctrico. Estas 41 CRACS instaladas, hechas a medida para Interxion, pueden funcionar ahora con las dos configuraciones de refrigeración o doble set-point
Para llevar a cabo este cambio era obligado abordar a su vez tres etapas:
- Planificación: siguiendo los protocolos de un centro de datos en activo es necesario planificar con mes y medio de antelación los tiempos de actuación teniendo en cuenta que el proyecto no puede interrumpir la actividad de los clientes alojados en ningún momento.
- Implantación: en ocho meses se sustituyeron 41 CRACS, es decir, casi una máquina a la semana.
- Parametrización: tras la adecuación de las 18 salas, se comprueba que se cumplen todos los parámetros de Interxion sala por sala. Es la hora de observar, analizar y comparar.
Fase 3: sustitución de enfriadoras
La última fase del proyecto se acaba de completar habiéndose cambiado las 5 enfriadoras por 4 nuevas para que trabajen en configuración 20ºC - 30ºC y se aumente la capacidad de refrigeración de 450 a 700 kW.
Resultados: mejora en consumos, potencia frigorífica y eficiencia energética
- El cambio de configuración hace posible un mayor número de horas de free cooling, lo que se traduce directamente en un importante ahorro de energía. En una configuración 7ºC - 12ºC, en una ciudad como Madrid, es posible aproximadamente disponer de 2.700 horas, mientras que con set point 20ºC - 30ºC, se pueden llegar a alcanzar las 7.700 horas al año de free cooling, permitiendo un ahorro de 3 millones de kWh por año.
- Las máquinas sufren menos y tienen menos averías al utilizar una configuración más alta. Se utilizan menos los compresores, lo que evita el desgaste y, por tanto, un menor gasto en mantenimiento. Se logra una mayor vida útil, tanto de las herramientas que dan servicio al centro de datos, como de los equipos IT de los clientes.
- El nuevo sistema de refrigeración proporciona más datos, lo que ayuda a interpretar la demanda de los equipos IT, actuar en consecuencia y ajustar los parámetros de eficiencia en cada sala. Además, cada máquina se adecúa de manera automática, se autorregula permitiendo que el trabajo técnico sea menos correctivo y más predictivo.
- Los CRACS ahora instalados son fundamentales para detectar las necesidades futuras de los clientes, realizar un trabajo más eficaz y llevar a cabo estudios de eficiencia energética para conocer en qué se puede ser más eficiente.
En definitiva, el proyecto ha permitido adaptar al momento actual y futuro un centro de datos sin que los clientes se hayan visto afectados, algo que solo es posible realizar en datacenters profesionales con equipos técnicos especializados.