Se estima que el consumo de energía en Data Centers se va a incrementar un 50% para el 2025, seguido por un incremento de inversión en infraestructuras críticas de un 6% ya este año, lo que genera un desafío a los operadores de Centros de Datos que necesitan, por un lado, aumentar la capacidad de su Data Center y, por otro, reducir las emisiones de carbono para corresponder a los objetivos fijados por sus CEO’s. Además, como parte del European Green Deal, todos los países de la Unión Europea tienen que ser 100% neutrales en huella de carbono en 2050, mientras que los Data Centers lo deberán alcanzar en 2030. Esto requiere un enfoque holístico sobre toda la infraestructura con soluciones modulares, eficientes y sostenibles y aportando soluciones basadas en IA para dar soporte al equipo de IT a través de la contratación de servicios digitales.

El PUE como el factor más importante para medir la eficiencia de un Data Center es pasado. El futuro se centra en infraestructuras sostenibles, eficientes, flexibles y resilientes.